Koldo pidió al comandante de la Guardia Civil imputado que comprobase si los móviles de Sánchez y Ábalos estaban pinchados
Un informe de la UCO acredita los pagos de la trama al agente de Información a cambio de seguridad
El mando afirmó que el ministro utilizaba una de las líneas seguras que él había proporcionado
El asesor aseguró que el director del Instituto Armado le había dado el chivatazo sobre la investigación
![Koldo pidió al comandante de la Guardia Civil imputado que comprobase si los móviles de Sánchez y Ábalos estaban pinchados](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/10/09/Capturadepantalla2024-08-23alas20.18.28-RCPmbZY65FVmwcbeE9ysDdI-1200x840@diario_abc.png)
La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil ha llegado a la conclusión de que el comandante de Información (UCE) del mismo cuerpo, Rubén Villalba, estuvo dos años cobrando en efectivo de la organización que liderarían Koldo García y el comisionista Víctor de Aldama, unos ingresos que habría enmascarado pagando el dinero en efectivo a otros compañeros de unidad para que le hiciesen transferencias y que recibía a cambio de datos y teléfonos seguros, alguno de los cuales habría sido utilizado por José Luis Ábalos siendo ministro de Transportes. De hecho, el propio Villalba tiene puesto por escrito que el entonces asesor ministerial le llegó a pedir que chequeara si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el propio Ábalos tenían sus teléfonos pinchados.
«Algunas de las solicitudes de Koldo revestían un carácter de alta sensibilidad como pretender conocer si el teléfono del Presidente del Gobierno o del que fuera Ministro de Fomento -Ábalos- estuvieran intervenidos», dice el informe de la UCO, que transcribe las palabras de Villalba: «[.] En una ocasión llegó a pedirme si el teléfono del Presidente del Gobierno y el que fue Ministro de Fomento Jose Ábalos estaban pinchados a lo que se le dijo que no podíamos hacer nada. [...]»
El informe, al que tuvo acceso ABC, disecciona a lo largo de 87 páginas y con una decena de anexos, los movimientos bancarios de Villalba y su mujer en relación con los whatsapps hallados en el grupo que lideraba Aldama con sus socios y que se llamaba «los cuatro mosqueteros». De ahí y de anotaciones encontradas en el teléfono móvil de esos individuos, la Guardia Civil encontró el rastro de los pagos mensuales de unos 2.000 euros al comandante de la UCE, así como los indicios de que les prestaba servicio. Era, como añaden ahora los investigadores, la pata de seguridad con la que cuenta toda organización criminal.
Pero se suman dos indicios más, las grabaciones que hizo el propio Villalba de sus conversaciones con su superior directo cuando estalló el caso acerca de su nivel de implicación y un documento que encontraron los agentes en su casa en el contaba punto por punto toda su relación con la trama. Este nuevo análisis salpica igualmente a Koldo y escala a Ábalos, pero también mancha al más alto nivel del Instituto Armado, pues según Villalba, Koldo le dijo que el chivatazo sobre la investigación acerca del pelotazo de mascarillas que estaba llevando en secreto la Audiencia Nacional, se lo había dado «el anterior director de la Guardia Civil». La UCO deja claro que no ha encontrado ningún indicio que corrobore este extremo. Más de una decena de agentes han prestado declaración sobre los hechos.
Los móviles seguros: «El ministro lo tenía»
«Mediante el análisis de las evidencias que obran en la causa, ha quedado patente la dotación a los investigados Koldo y Aldama de una línea segura de comunicaciones de telefonía móvil. Rubén gestionaría estos teléfonos cambiándoselos y destruyendo los antiguos, aumentando por tanto la protección que se les brindaba a los investigados», dice la Guardia Civil.
Se fija en esa conversación de Villalba con su jefe, el identificado como «agente 1», que llega a preguntarle «qué cojones» hace la UCE «comprándole telefonía a este tío», en relación al comisionista, pues sabía de la línea segura pero le sorprende la cantidad de dinero «invertida» por el comandante «para este fin y la motivación dada para la provisión de estos terminales». Se preocupa además, por «el rastro» que haya dejado:
- Agente 1: ¿Esos son los teléfonos que ellos utilizaban para contactar con nosotros?
- Rubén Villalba: No, no, no, esos teléfonos... hombre, lo de la parte de Koldo, yo no sé lo que hacía con esos teléfonos. La parte de Víctor, eso yo me encargaba de que, cada vez que iba o había que cambiárselo yo te doy uno y me entregas otro.
- A1: O sea, en principio él no debe tener teléfonos.
R: No, no, hombre, esto como todo, si me dice si tiene ¿al 100%? No, si tiene, tendrá uno, si acaso pero yo creo que no, creo que no ahí podría estar convencido.
A1: Y luego de Koldo, pues bueno...
R: ¿Qué pasa? que ahí sí es cierto.. pues no, porque entonces ellos, bueno la conectividad que tenía y tal y más incluso el Ministro lo he visto yo con alguno de los teléfonos que nos pedía Koldo, pues el ministro que lo tenía.
«Rubén habría recibido una contraprestación económica cuya finalidad primordial era asegurar la protección y continuidad de la presunta organización criminal, mediante dos ejes fundamentales: por una parte, garantizaba la seguridad interna u orgánica de sus miembros, lo cual comprendía tanto la salvaguarda de sus comunicaciones como su seguridad personal; y, por otra parte, facilitaba la seguridad externa, que consistía en proteger los actos de corrupción propios de la operativa delictiva esgrimida por la supuesta organización», dice la UCO.
Concluye que el comandante «como superior jerárquico» utilizaría a otro agente, identificado como «agente 9» para adquirir los teléfonos, «siendo precisamente Rubén quien se los proporcionaría a Aldama». Para la Guardia Civil, la clave es que este mando de Información justifica ante su superior que esos teléfonos son el origen de los 2.000 mensuales en efectivo que habría estado cobrando y asegura que al comisionista no le valía cualquier modelo, tenía que ser iPhone. El problema es que los móviles que pedía a ese otro agente eran «de los baratos» y no consta que Aldama le pidiese modelo concreto en ninguna comunicación. Hablaba de «Kafetera».
El chivatazo
Mención aparte, las revelaciones sobre el chivatazo que recibió Koldo de que estaba siendo investigado, tal y como reveló en su día este diario. Era el segundo semestre de 2023 y la causa se seguía bajo secreto de sumario, pero se percató de las vigilancias y «en numerosas ocasiones llamaría a Rubén Villalba con el objetivo de que éste le confirmase que era la Guardia Civil y en concreto la UCO la Unidad que se encontraba tras él». «Y Koldo ha pedido cosillas, por ejemplo yo recuerdo cuando, llevaba mucho tiempo detrás mosca del dispositivo, él sabía dónde estaba el dispositivo porque salía a buscarlo. Me decía oye, esto tiene que ser.... mírame a ver si son los tuyos. Yo la verdad que hice caso omiso», contó el comandante a su jefe en una conversación que grabó.
En este marco, recibió una llamada de Koldo el pasado 25 de enero en la que este le confirmó, según el propio Villalba, «que era la UCO y no otro cuerpo policial quien se encontraba realizando una investigación sobre su persona y que fue el anterior Director General de la Guardia Civil, quien le informó sobre la investigación en curso». «Sin venir a cuento en la conversación llegó a confirmarme que era la UCO y no otro cuerpo policial a lo que no le di importancia y seguimos hablando de otros temas. Según Koldo, fue el actual Director de la GC quien le informó de tales detalles.[...]», dijo Villalba. La UCO subraya que no ha encontrado ningún indicio que corrobore tal afirmación.
Aldama, colaborador de la UCE
Lo que sí consta es que Villalba pidió en junio de 2021 al «agente 13» de la unidad que registrase en la base de colaboradores a Víctor de Aldama sin proporcionar más datos que su condición de empresario. Como explica el informe, la incorporación en la base hace que salte una alerta si otra unidad policial investiga a esa persona. La alerta saltó en 2022 y también de nuevo, en junio de 2023 cuando la UCO seguía el rastro del comisionista por el caso de las mascarillas.
«El jefe habló con el Coronel de la UCO en su día y le dijeron que siguiéramos adelante...yo ya no trato con el más allá que el jefe dijo de invitarle ayer a la comida. [...]», comenta Villalba a su superior en esa conversación en que hacen balance de hasta qué punto se ha involucrado con Aldama.
Y este, el «Agente 1», le contesta: «Si a nosotros en julio nos dicen, hostia macho, tener cuidado... hostias.... que para eso te estoy avisando, a la UCO, oye mira... que estás investigando a un tío con él que yo tengo relación. Y ahí, joder. La UCO la verdad que no, tampoco entiendo por qué no nos dice, hostia, pues tener cuidado».
«Conforme a lo expuesto anteriormente -añade el informe-, cabe reseñar que, a pesar de haberse producido estas alertas en el sistema referido, la Unidad de Rubén no interesó esta circunstancia a esta Unidad instructora».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete