Catedrático de la USC y director del CiTIUS
Senén Barro: «La percecpción de que nunca podremos regular la IA no es correcta»
El docente e investigador señala algunas de las principales áreas en las que se desarrolla la Inteligencia Artificial y las herramientas que pueden surgir a partir de ella
La alianza con la tecnología abre nuevas vías para intuir el crecimiento económico

Senén Barro, doctor en física, dirige el Centro Singular de Investigaciones en Tecnoloxías Intelixentes de la Universidad de Santiago de Compostela (CiTIUS). Institución pionera que motiva, entre otros factores, que Santiago se convirtiese en capital europea en la transferencia de conocimiento y avances en el ... ámbito de la Inteligencia Artificial (IA), gracias al ECAI 2024 celebrado esta semana. Una oportunidad para poner en valor a la Comunidad en el desarrollo de una tecnología que ya afecta a nuestro día a día y promete ir a más.
- ¿Está surgiendo más interés por parte del alumnado y el entorno académico respecto a la IA?
-Sí, sin duda. La cantidad de jóvenes, que están haciendo sus tesis, o incluso son postdoctorados, ha incrementado enormemente en todos los países. Y es precisamente porque hay una demanda muy grande, sobre todo de las empresas, y un interés enorme para ellos porque es un mundo muy atractivo. Por ello se está incrementando enormemente el número de grados y postgrados que forman específicamente en Inteligencia Artificial. De hecho, en la USC es el tercer curso académico con un grado específico en Inteligencia Artificial, que no existía y que ahora incorpora cada año un buen número de alumnos.
-¿Cómo funciona la transmisión del conocimiento en este ámbito?
-La principal fuente para compartir conocimiento son las publicaciones científicas, en general, y ECAI es un ejemplo de esto. Pero hay otra parte del conocimiento, por ejemplo, las empresas cada vez investigan más, pero hay una parte importante que consideran que es estratégico para su negocio que no lo publican.
De hecho, sobre la mayor parte de los modelos de lenguaje, modelos de imagen o modelos multimodales de gran escala, que hoy son uno de los objetivos de las empresas más grandes y es un objetivo también de negocio, hay muy poca información. Se comparte muy poca porque consideran que forma parte de su competitividad o de su mejora en competitividad no hacerlo.
-¿Se pueden ya intuir cuáles pueden ser las próximas herramientas que se desarrollen de aquí en un futuro con la Inteligencia Artificial?
-Se puede intuir, pero es difícil saberlo. Si tú me hubieses preguntado unos meses antes de que saliese Chat GPT al uso público, yo te hubiese dicho que una herramienta así tardaría años. No me imaginé que el estado de madurez de una herramienta como esta fuese tan próximo, solo a meses vista. Pero lo que es muy probable es que veamos avances muy grandes en lo que llamamos modelos multimodales, es decir, que integran voz, imagen, texto; y, además multifuncionales, cada vez con más capacidades de resolver problemas directos o diversos. No confundamos esto con la IA general, que es otra cosa. De lo que se habla es de una Inteligencia Artificial, podemos decir, próxima a la humana, en todos los sentidos de competencia. La multifuncionalidad significa, por ejemplo, que tú puedes usar Chat GPT para que te traduzca, te resuma, te construya un texto, te de un guión para una ponencia o te haga un análisis crítico.
Otro aspecto en el que vamos a ver avances tremendos es en la robótica. En el sentido de integrar precisamente estos modelos y esta estrategia de aprendizaje y de desarrollo de competencias para robots. Y cuando hablo de robots, no son necesariamente robots humanoides, hablo de todo tipo de máquinas que interaccionan con el mundo físico y tienen autonomía. Un coche autónomo es un robot, pero también lo es una aspiradora o los robots enfocados al servicio que atienden a las personas y que les ayudan en sus necesidades. Ahí vamos a ver otro avance claro. Y, después, probablemente, la integración de lo que se llaman sistemas multiagentes, donde cada agente, que podríamos entender como una pieza de software, tiene una funcionalidad concreta. Sería como poner de acuerdo a todos los utensilios de una caja de herramientas y que hubiera un proceso de cooperación y diálogo que permitiera que todas ellas, entre sí, hicieran una inteligencia colectiva muy superior.
-¿Qué papel puede jugar la IA en la lucha contra la desinformación?
-Igual que la Inteligencia Artificial está claramente sirviendo para que quien quiere, por ejemplo, cometer ciberdelitos, lo haga de un modo más sofisticado; quien quiere desinformar lo puede hacer también con más facilidad, en cuanto a que es fácil construir información falsa y distribuirla de forma masiva e incluso a públicos objetivos concretos. La buena noticia es que también sirve para intentar poner coto a todo esto. Hoy, por ejemplo, el Instituto Nacional de Ciberseguridad está desarrollando mejores herramientas a partir de la IA para detectar fraude. Tú puedes detectar situaciones anómalas en el uso de tarjetas de crédito de un modo más fácil y también puedes detectar de un modo automatizado indicios de que está circulando una información que no es veraz o se está distribuyendo de un modo violento contra la privacidad, el respeto a las personas, etc. Nosotros, por ejemplo, en CiTIUS coordinamos una red europea que busca formar para combatir el discurso del odio o las noticias falsas.
-¿Hasta dónde puede llegar la regulación ante el avance trepidante de la tecnología?
-Hay mucha gente que dice que la tecnología va por delante de la ley, y eso es normal. Yo suelo decir, y lo he escrito, que no se regula la ciencia ficción. Imaginemos a Julio Verne, cuando escribió y describió de un modo tan intenso y apasionante el viaje a la luna. Supongamos que en aquel momento se regula el derecho al espacio, como deben de ser los viajes a la luna, como colonizarla... sería absurdo. La propia sensatez en el mundo del derecho obliga a tener primero ciertos hechos para poder entonces regular de un modo acertado ciertos avances, concreciones, tecnologías, impacto, etc. El problema es que hoy todo se produce tan rápido, la tecnología avanza y su impacto va a tanta velocidad que nos da la sensación de que vamos no solo por detrás, que podría ser normal, sino a destiempo, tarde, que nunca seremos capaces de hacerlo. Eso no es cierto.
-En Galicia, teniendo en cuenta las instituciones con las que contamos, ¿podemos asumir cierto liderazgo en España o Europa?
-Galicia puede liderar o puede estar, desde luego, a la cabeza o en la vanguardia de ámbitos concretos, y yo creo que el CITUS lo está en algunos de ellos. Estamos en lo que podemos considerar la élite en la investigación a nivel mundial. Pero como región, posicionarnos como un líder a nivel global, es difícil. Pero de lo que se trata es de poder, en definitiva, acompañar la vanguardia a la cabeza del mundo de la investigación y también el mundo del desarrollo y el de las empresas. Y ahí estamos perfectamente situados. En Galicia hay una muy buena investigación, hacemos cada vez más y mejor transferencia y somos, en algunos casos, referentes internacionales. Si no, no tendríamos aquí el ECAI. El hecho de que se ponga también en La Coruña la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial, que es el organismo que España ha creado para su interlocución con sus homólogos europeos, son elementos que efectivamente nos posicionan en muy buena situación. ¿Qué de ahí pueden derivarse liderazgos en parcelas concretas? Pues probablemente sí. Vamos a intentarlo.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete