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elecciones galicia 18f

Rueda: Galicia envió un «mensaje» contra los «chantajes» y «privilegios» que condicionan al Gobierno de Sánchez

El candidato del PP, exultante tras su primera mayoría absoluta, envía un sentido mensaje a su difunto padre y un agradecimiento especial a Núñez Feijóo; y remarca que gobernará para todos, le hayan votado o no

Editorial: Sánchez, una nueva derrota

Alfonso Rueda vota este domingo en Pontevedra, acompañado por su mujer y sus dos hijas EFE
Pablo Pazos

Pablo Pazos

SANTIAGO

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Le costó avanzar entre una marea de gente y llegar al atril, se emocionó recordando a su padre, prometió gobernar para todos, le hubieran votado o no, y celebró el triunfo de «la Galicia abierta» que rehúye los «muros», «se siente más potente que nunca» y «va a funcionar» los próximos cuatro años. Alfonso Rueda es desde anoche un hombre feliz. Ya era presidente de la Xunta y lo seguirá siendo. Desde hoy, tal y como marca la ley, en funciones, hasta que vuelva a ser investido. Pero hay una enorme diferencia en la forma, aunque no en el fondo. Le había elegido el Parlamento de Galicia, con los 42 escaños de 75 que ha venido ostentando el PP. Y al Parlamento lo eligen los gallegos. Pero no le habían votado directamente. Le faltaba ese refrendo, esa legitimación. Y ya lo tiene.

Rueda compareció en la sede autonómica del PP, en Santiago, cuando pasaban unos minutos de las 23.30, cuando ya llevaba una hora, más o menos, saboreando su primer triunfo en unos comicios autonómicos, cuando ya se había fundido en un abrazo con su mujer Marta Coloret y sus hijas Beatriz y Marta. Con sus cuatro mujeres, pues tampoco faltó su madre, Lola de Valenzuela -que ya le había apoyado en un mitin, en Burela- accedió al espacio habilitado en la sede para que pronunciara sus primeras palabras como ganador. Le costó llegar, entre una nube de gente que le gritaba «¡presidente, presidente!», repartiendo saludos y recibiendo cariño.

Cuando por fin lo hizo saludó junto a Paula Prado, la secretaria general, a quien eligió como su mano derecha cuando cogió el testigo de Alberto Núñez Feijóo al frente del PPdeG; la mujer que pilotó la campaña del 18F. Y con ella se fundió en un abrazo. Prado estaba visiblemente emocionada mientras hablaba su jefe. De fondo, la banda sonora de esta campaña, que a muchos les costará borrar de sus tímpanos: la nueva versión del 'Xuntos' de Juan Pardo. Para Rueda, Prado y los demás integrantes de su equipo, música celestial.

Comenzó Rueda, exultante, enorme sonrisa, dando las gracias y celebrando «con toda humildad» un resultado «claro». Y desde el arranque quiso remarcar que será el presidente «de todos, sin distinción». Y con esa patina humilde, con resonancias a hace dos años, cuando heredó de Feijóo la dirección de gobierno gallego y PPdeG, aseguró que hará «lo posible para estar a la altura». E insistió: «Voy a trabajar para los que me votaron y también para los que no me votaron».

El papel de Feijóo

Para Rueda, Prado y el resto del PPdeG era el momento de celebrar y soltar la presión acumulada en estos días de campaña -de movilización, entrega y convencimiento, elogió a su grey-. En la que, recordó, sufrió «ataques», incluso hacia su familia. «Hoy es un día de fiesta» y no de «discursos muy largos», terció. «Ya habrá tiempo». Hoy mismo, cuando reúna a su junta directiva, con invitado de lujo: Alberto Núñez Feijóo. Al que agradeció que se hubiera volcado en la campaña como «el primer militante»; él, que «marcó el camino del éxito» con sus cuatro absolutas, que «estuvo donde le pedimos, que sumó y que es una parte de esta victoria muy importante». «Gracias a Alberto Núñez Feijóo por todo lo que hizo», subrayó. Gracias también destacadas a Mariano Rajoy. Y un «recuerdo en especial para mi padre», fallecido. «Esté donde esté, estará orgullosísimo». Se emocionó, pero logró rehacerse y seguir.

Porque todavía le quedaban mensajes, que incluso desbordaban el ámbito autonómico. «Galicia, de la que todo el mundo estaba pendiente, nos miraba y estaba esperando a ver qué pasaba aquí, le mandó un mensaje a España hoy [por ayer] sin ninguna duda. El mensaje es que aquí no queremos chantajes, ni hacerlos ni estar sometidos; no queremos privilegios de ningún tipo, ni para nosotros ni para los demás». «Igualdad», «entendimiento», «responsabilidad» y «dignidad»: todo eso, dijo Rueda, se vio reflejado en su triunfo, el del PP, en los 40 escaños; y se votó en las urnas.

Apegado como está al término, aseguró el líder del PPdeG que Galicia había votado «por el sentidiño». Y que tomó «la decisión correcta para Galicia». «Y para España también».

Apelación a la izquierda

Estuvo elegante, agradeciendo las llamadas de Ana Pontón y José Ramón Gómez Besteiro, de felicitación, y apelando a que «pasada la campaña, todos entendamos que nuestra misión», unos desde la oposición, otros de nuevo en el gobierno, «es trabajar por Galicia». E, insistió, para todos. «Me dirijo especialmente a los que no nos votaron: pueden estar tranquilos, el PP gobernara para ellos (...), por supuesto».

«Me debo a Galicia», culminó, «funcionará sin ninguna duda; hoy ganó Galicia, va a funcionar los cuatro años, me comprometo a eso», parafraseó uno de los lemas de campaña. Brazo en alto con Prado, otro abrazo a la familia. Y a celebrarlo. Prometió trabajar desde hoy, pero la noche prometía ser larga.

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