Luz verde para construir una planta de hidrógeno en As Pontes
La DIA formulada por Calidade Ambiental estima «viable» el proyecto de Reganosa
La Xunta declara a su homóloga de Cerceda proyecto industrial estratégico
![Vista aérea de los terrenos en los que se ubicará la fábrica](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/10/26/AereaH2Pole1-RqVqPBsST7qHBqsH9PeObDP-1200x840@abc.jpg)
Ya hay visto bueno autonómico para el proyecto de construcción de una planta de producción de hidrógeno verde en el municipio coruñés de As Pontes de García Rodríguez. Así lo ha hecho público este jueves la Xunta, a través del DOG, donde ha anunciado que la declaración de impacto ambiental (DIA) del proyecto que ha formulado la Dirección Xeral de Calidade Ambiental concluye «que es ambientalmente viable». Según ha indicado el grupo Reganosa —al que pertenece la sociedad promotora, H2Pole— en una carta destinada a los medios, a la iniciativa la acompañará una inversión de 156 millones de euros por parte de la Xunta y la fábrica empezará a estar operativa en el año 2026.
En ese mismo comunicado, la compañía destaca que el complejo, ideado para producir mediante electrólisis utilizando el agua del lago de As Pontes y fuentes de energía limpia, es «la primera gran planta de hidrógeno verde que obtiene la declaración de impacto ambiental favorable» en Galicia. Recuerda que el proyecto «abarca no solo la planta, sino también instalaciones asociadas»: 7,2 kilómetros de hidrogenoductos y 4,9 de líneas subterráneas de alta tensión. «Los primeros servirán para vehicular la mayor parte de la producción y las segundas para llevar a la terminal la electricidad necesaria en su proceso», explica, añadiendo que «antes de emitir esta DIA» favorable, Calidade Ambiental había recabado la opinión de 16 administraciones, organismos y colectivos y analizó «varias alegaciones».
Conforme dicta el expediente oficial, la Xunta concluye en su declaración de impacto ambiental que la iniciativa «es ambientalmente viable (...) siempre que se cumpla, además de lo recogido en el estudio de impacto ambiental y la restante documentación evaluada», las condiciones relacionadas con el control y el seguimiento del proyecto que dispone la DIA y a las que Reganosa debe someterse. Queda en sus manos, además, «obtener todas las autorizaciones, licencias, permisos o informes que resulten legalmente exigibles« para acometer el proyecto. Por otro lado, según consta en el expediente, la declaración que ha dado luz verde a la iniciativa »no« podrá ser »objeto de recurso alguno«, excepto aquellos que puedan presentarse, llegado el momento, frente a la autorización que se le deberá conceder al proyecto antes de su puesta en marcha.
Más puestos, menos polución
El plan determina que el complejo se levantará a tres kilómetros del centro urbano de As Pontes, sobre unos terrenos cedidos por el Concello a H2Pole, y «al borde del mayor lago artificial de España, en suelo parcialmente ocupado por edificios industriales en estado de abandono». El proyecto prevé que, una vez empiece a operar, la terminal vaya empleando, gradualmente, más y más energía eléctrica hasta alcanzar su máximo funcional. Se acometerán fases acumulativas que irán sumando, respectivamente, 20, 30 y 50 megavatios de potencia «para, finalizado su desarrollo, alcanzar un global de 100 MW. En su completo despliegue, la capacidad productiva anual llegará a las 16.000 toneladas de hidrógeno verde para su distribución a la industria local, inyección a la red troncal de gas o transporte por cisterna», manifiestan desde Reganosa, lo que esperan que evite «la emisión a la atmósfera de entre 107.770 y 142.272 toneladas equivalentes de dióxido de carbono, en función de su uso«.
La empresa estima que el proyecto —que acumula ya «más de 30.000 horas» de desarrollo— genere, entre labores de operación y de mantenimiento de la planta tras haber alcanzado su completo despliegue, 49 empleos directos y otros 59 indirectos, además de los que implique la fase de construcción de las instalaciones. «En la contratación de proveedores y empleados se priorizarán los del lugar y, particularmente, aquellos afectados por el cese de actividad en la térmica de carbón«, según adelantó la firma. Una vez entre la fábrica en funcionamiento, añade Reganosa, «contribuirá a la descarbonización de la economía, reforzará la seguridad del suministro e incrementará la soberanía energética de Galicia».
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