Feijóo contraataca a las «calumnias» del PSOE por la amnistía: «Si quieren embarrar es que vamos bien»

El líder del PP exige a Grande-Marlaska «que pida perdón y dimita» por el asesinato de los guardia civiles de Barbate y a Pedro Sánchez «que lo cese»

El PP desmiente que propusiese a ERC pactar la investidura de Feijóo

Feijóo, durante su paseo por Caldas de Reis (Pontevedra) DAVID MUDARRA

La campaña gallega mantiene ocupado a Alberto Núñez Feijóo desde la semana pasada sin interrupción, más allá del viaje a Barbate (Cádiz) para acompañar a los guardias civiles heridos por la narcolancha y a los familiares de los fallecidos. Dedicación a tiempo completo a favor ... de Alfonso Rueda que le lleva de un punto a otro de la geografía gallega y que le obliga a comer casi con el micrófono en la mano.

Así fue, por ejemplo, el mitin protagonizado a mediodía de ayer en Oroso (La Coruña), improvisado en un bar de carretera en el que se dieron cita un centenar de simpatizantes. Ahí, Feijóo evidenció el cambio de estrategia del Partido Popular, que quiere dejar atrás de una vez el discurso nacional para centrarse en Galicia en la recta final de la campaña. Giro que se ve con buenos ojos en el PP de la comunidad tras varias jornadas de tensión por la filtración inesperada de Génova, que deslizó el análisis «durante 24 horas» de la propuesta de amnistía de Junts y los posibles indultos a Carles Puigdemont. Polémica inoportuna que el PSOE y el BNG han tratado de rentabilizar y que, si no pasa factura a los populares el domingo, será por el amplio suelo electoral que manejan en la región.

Así lo reconocía ayer a ABC un alto cargo de la formación en La Coruña, convencido de que hay músculo suficiente, aunque tocará remar en estos cinco días que quedan hasta la cita con las urnas para mantener la mayoría. Esfuerzo en el que se ha involucrado Feijóo, consciente del daño que provocó la filtración hecha por una fuente ligada a la dirección el pasado viernes.

En las palabras del líder ayer –con intervenciones en Oroso, Noia y Padrón–, apenas hubo referencias veladas a la amnistía después de varios días en los que ese asunto protagonizó los mítines en la comunidad. Cambio de tercio que en el PP consideran fundamental para amarrar la mayoría absoluta. Feijóo solo se refirió a Cataluña de pasada, con un chascarrillo que trataba de desmontar la información desvelada por Marta Rovira, secretaria general de ERC, que había dicho por la mañana que el PP les había pedido su apoyo en la investidura. «Galicia se juega un cambio de Gobierno y lo saben. Por eso, no descartéis que mañana digan que le he ofrecido el Ministerio de Interior a ERC o el Ministerio de Defensa al señor Otegi. No penséis que esto no es posible, porque llevamos una calumnia tras otra. Una insidia y otra más», señaló.

Feijóo se centró más en Galicia; en el modelo «exitoso»de estos años y que ahora encarna Alfonso Rueda. La única referencia al resto de España sirvió para advertir que Galicia puede «iniciar un viaje a ninguna parte y entrar en el club de las comunidades gobernadas por independentistas y apoyadas por otros partidos», en referencia al socialismo. «Votar al PSOE es votar al BNG», apuntó en un intento por acaparar algún voto de socialistas desencantados o al menos fomentar su abstención.

Ataque que se repitió en Noia, a media tarde, y en Padrón, ya bien entrada la noche. Mítines que se unieron a un paseo realizado en Caldas de Reis por la mañana y una entrevista a una radio local en Santiago. Jornada frenética para el líder, quien puso en valor la campaña «'concello' a 'concello'», a pie de calle, que tanto recuerda a las que solía protagonizar cuando era el candidato.

«Galicia se está movilizando y vamos navegando con más aire y con más nudos en el barco del Partido Popular. Quedan cuatro días ylos demás se dan cuenta también de que debemos ir muy bien, porque si quieren embarrar la campaña es que vamos bien», señaló Feijóo, quien reivindicó «la convivencia que se vive en Galicia»: «Tenemos cultura propia y nada que envidiar a nadie. Los que quieran copiar lo que se hace fuera que voten al BNG y al PSOE».

Los socialistas centraron buena parte de sus críticas. En un primer lugar, al pedir la dimisión de Fernando Grande-Marlaska por lo ocurrido en Barbate –«Señor ministro, pida perdón y márchese; señor presidente, pida perdón y césele»– y después al señalar el desplome en Galicia con José Ramón Gómez Besteiro al frente, reflejado incluso en la última encuesta del CIS. «Da igual cuál sea el programa del PSOEen Galicia, porque su programa va a ser el del BNG. Habría que preguntarles si están de acuerdo con el monolingüísmo y la autodeterminación que llevan los nacionalistas entre sus medidas», apuntó. Un Feijóo más enérgico y al ataque, en una versión más cercana y sin tanta referencia al resto de España, pero sin olvidar los vínculos del BNG con EH Bildu, junto al que concurrirá en las próximas elecciones europeas, con Pernando Barrera –condenado por el Tribunal Supremo por pertenencia a banda armada– como cabeza de lista.

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