La duración de las bajas médicas en Galicia casi duplica la media nacional
Las incapacidades temporales injustificadas son, recuerdan desde la Confederación de Empresarios, «un lujo que no nos podemos permitir»
Casi tres de cada cuatro bajas analizadas por la Xunta no estaban justificadas
![La Consellería de Sanidade en imagen de archivo](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2025/01/14/sergas-RjwhlxqcNtFsDeooh6YoKiK-1200x840@diario_abc.jpg)
A pesar de que el absentismo laboral está muy ligado a las incapacidades temporales, en Galicia el problema no es la cantidad de bajas en si, sino su duración. Una situación acentuada por la pandemia, tras la que, en 2024, la Comunidad casi duplicó la ... media a nivel nacional. Es la segunda región del país en la que más duran. Este ha sido uno de los principales motivos que ha llevado al Gobierno autonómico a impulsar una serie de medidas para reforzar el control de los procesos de incapacidad temporal, que, tras seis meses de aplicación, ha resultado en el alta de más de 13.000 personas, esto es, del 67% de los casos analizados. Un dato «muy significativo que necesita ser analizado en profundidad», como aseguran a ABC fuentes de la Confederación de Empresarios de Galicia, que celebran los avances de la Administración para hacer frente a esta problemática.
Según los datos provisionales de 2024, la duración media de los casos de incapacidad temporal por contingencias comunes en España se situó en 42,58 días, mientras que en Galicia esta cifra fue casi el doble, alcanzando los 72,19 días. Esto es, casi dos meses y medio –siendo solo superior en Extremadura, con una media de 74,5–. Una situación, reconoce a ABC la secretaria xeral de Inspección de Servizos Sanitarios de la Consellería de Sanidade, Elia Rodríguez Costa, en la que la pandemia tuvo mucho que ver, tras la que no solo aumentaron el número de bajas, sino también su duración: en 2019, la media nacional era superior (43,46 días), pero la gallega, mucho inferior (62,72). «En Galicia no tenemos datos de incidencia –de nuevos casos– muy altos, pero las bajas que están activas duran mucho«, señala.
Para hacer frente a esta situación, el Ejecutivo implementó a mediados del año pasado una serie de medidas con las que reforzar el sistema y agilizar los trámites. Desde entonces se ha dado el alta a más de 13.000 personas de los 20.000 pacientes citados de forma presencial por los servicios de inspección. Muchas de ellas, explica, fueron inducidas, que es como se denomina a aquellas altas producidas «en el momento en el que la inspección cita al trabajador», que solicita la incorporación a su puesto; y en otros casos, no había una justificación apropiada para mantener la baja. Datos que revelan que más del 67% de las incapacidades temporales analizadas no respondían a cuestiones médicas, y en los que la patronal asegura que se debe seguir profundizando fortaleciendo el servicio de inspección médica para evitar fraudes y promoviendo campañas de sensibilización sobre el impacto económico del absentismo laboral.
«Un paso necesario»
Las bajas injustificadas, defienden desde la CEG, son «un lujo» que no se puede permitir ni es sistema de salud ni las propias empresas. Pero, además, señalan a la necesidad de reducir su duración media, un «elemento imprescindible» no solo para la economía, sino para la «sostenibilidad del sistema de la Seguridad Social». «Reafirmamos nuestro compromiso para trabajar en conjunto con empresas, trabajadores y la Xunta, a través del ISSGA, para impulsar políticas que reduzcan el absentismo», aseveran, celebrando que el trabajo realizado por la Administración los últimos seis meses supone «un paso necesario» que «redundará en beneficio de todos», disponiendo de más recursos para «cubrir las necesidades reales de las personas».
De media, desde junio hasta ahora, señala Rodríguez Costa, hubo en Galicia entre 54 y 55 mil bajas mensuales. El refuerzo de las inspecciones, indica, se «va a esparcir a todo el mundo», y, del mismo modo, se continuará reforzando el sistema para reducir los tiempos de espera, que muchas veces guardan relación directa con la duración de los procesos de incapacidad temporal. Entre estas medidas, destaca la inclusión en la historia clínica del Sergas las pruebas diagnósticas realizadas en las mutuas; o que el propio parte médico de baja ya establezca la fecha del próximo reconocimiento. Además, deberán ser presenciales, excepto en casos concretos como neoplasias –como tumores– o fracturas, explica, porque las citas telefónicas, que «surgieron con la pandemia», «contribuyeron un poco a prolongar» las bajas.
«No es un refugio»
Se trata, en definitiva, de una apuesta por mejorar el sistema en su conjunto que, además, debe pasar sí o sí por una labor educativa, tanto con los facultativos como con los pacientes. «Esta no es un a prestación refugio», señala la secretaria xeral de Inspección, «no abarca problemas laborales, ni familiares o sociales». Las elevadas cifras de la Comunidad, en todo caso, no responden a una única causa, y son el resultado de un «proceso multifactorial» que, además, señaló este martes el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, no solo afecta a la Comunidad y tiene «un gran impacto» a nivel no solo sanitario, sino también social y económico. De todas formas, se mostró positivo en lo que a las medidas tomadas por la Administración respecta, puesto que los datos, dijo, avalan que «un buen control de la baja en todos sus aspectos« contribuye a mejorar los tiempos.
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