Unas 300 familias viticultoras no consiguieron vender uva por el exceso de stock en la Ribeira Sacra
Desde Unións Agrarias solicitan más ayudas a la Administración y reforzar la cosecha en verde para que las bodegas no sigan acumulando remanente
El sector del cava, preocupado por los posibles aranceles en EE.UU, su tercer mercado internacional

Recién empezada la primavera, los viticultores ponen ya la vista en la próxima campaña de vendimia, un año más donde el exceso de producción en su problema patente, pero al que hay que añadir las amenazas arancelarias de la Adminstración Trump y otros aspectos ... de actualidad como la reciente restricción a la cantidad de ingesta de alcohol para los controles de tráfico o la caída generalizada en el consumo de vino.
Un escenario «grave», admitió este lunes el portavoz de Unión Agrarias, Carlos Basado, que solicitó una mayor implicación de la Xunta y el Ministerio de Agricultura para solucionar el problema de la sobreproducción de vino tinto, cuya demanda difiere respecto a la del blanco, más solicitado. Durante la anterior vendimia, 300 familias de viticultores de la Ribeira Sacra no encontraron comprador para sus vides, 1.400 millones de kilos que supusieron una décima parte de la producción total de esta Denominación de Origen.
Para poner coto al problema, proponen aplicar la cosecha en verde, una medida por la que se retira el racimo de uva antes de su maduración para evitar que la producción de uva sea muy superior a la demanda del producto, evitando que los almacenes sigan llenos e impidan a las bodegas adquirir más vid.
Una fórmula que ya aplican en otras comunidades autónomas y por la que la Administración paga a los productores el 50% del valor que tendría la uva y el 50% del valor de cortar la vid, que en el caso de la Comunidad es, principalmente manual. «En Galicia estamos hablando que en el caso de las uvas tintar, la horquilla se sitúa entre 1,30 y 1,50 euros», especificó Basado.
«No puede ser que un viticultor tenga que abandonar por falta de presupuesto. Necesitamos que se pongan a trabajar [en referencia a las administraciones], que nos convoquen a esa mesa de trabajo y trabajar entre todos para que esta realidad, de este problema del tinto, se pueda ir solucionando poco a poco», afirmó el portavoz de Unións Agrarias.
Ya en 2024, la Consellería do Medio Rural habilitó por primera vez la destilación de crisis, otra fórmula similar y con el mismo fin por el que las bodegas pueden deshacerse de parte del excedente para su destilación en alcohol etílico para utilizar en otras industrias, como es el caso del licor.
Búsqueda de nuevos mercados
En cualquier caso, la necesidad de buscar nuevos mercados para colocar la producción se ve acrecentada ahora por el nuevo contexto internacional, con la amenaza de Estados Unidos de imponer aranceles de hasta el 200% sobre los productos vitícolas de la Unión Europea. Un escenario de incertidumbre al que ya se enfrentó el sector
«El vino que se vende en Estados Unidos es un vino de muy alta calidad, ya caros de por sí», señaló Basado para explicar que este sobrecoste no impedirá que siga siendo rentable exportar al país norteamericano, aunque podría derivar en problemas para el mercado español al tener que redirigir parte de la producción, por lo que los viticultores ya buscan activamente «nuevos mercados» por la «incertidumbre» que generan las amenazas de Trump.
No será cuestión de un año o dos, ya que, como explicó el portavoz de Unión Agrarias: «Abrir un nuevo mercado e intentar vender un producto en una zona donde no es conocido es muy complicado. Por eso tenemos que trabajar con tiempo», concluyó Basado.
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