ERC arranca la cesión íntegra de Cercanías, incluida la infraestructura
En la recta final de las negociaciones para la investidura, el acuerdo incluye trenes, vías y dotación económica
Sigue en directo la última hora sobre la ley de amnistía y la investidura de Sánchez
Análisis: Cercanías, la «madre de todos los traspasos» a Cataluña
Traspaso íntegro de Cercanías a la Generalitat, incluida la infraestructura, es decir, vías, estaciones y trenes. Dentro del marco de las negociaciones entre el PSOE y ERC para la investidura de Pedro Sánchez, hoy se ha conocido que se ha aceptado una de las principales reivindicaciones de los republicanos, el traspaso completo del servicio de Cercanías (Rodalies en Cataluña).
Según ha confirmado ERC, el traspaso, de una enorme complejidad técnica, se hará por fases, aunque lo más relevante es que la Generalitat se hará cargo, además de la gestión del servicio -como ya sucede ahora- de la titularidad de la infraestructura, ahora responsabilidad de Adif, así como de los trenes, ha adelantado Rac1 en base a fuentes de ERC, y han confirmado a ABC desde el partido. De manera relevante, y en un importe que aún no se ha hecho público, el acuerdo incluye una dotación económica para el funcionamiento del servicio, que se traspasará a la administración catalana.
Las constantes averías del servicio, producidas en buena parte por una infraestructura que tras años de falta de inversión funciona al límite de su capacidad, se ha convertido en caballo de batalla político, y junto a la ley de amnistía, uno de las principales demandas de ERC en el marco de la negociación con el PSOE.
La sucesión de incidencias ha llevado a ERC ha solicitar el traspaso como una de sus «carpetas» prioritarias, ahora asumiendo de manera completa un servicio rebautizado como Rodalies desde que en 2009 asumiese su gestión, pero no su titularidad. Desde ese año, la Generalitat siempre ha defendido que ese traspaso fue incompleto, exigiendo disponer también de la infraestructura así como de trenes y personal.
Fuentes conocedoras de la negociación asumen la complejidad de la misma, así como el riesgo que asume la Generalitat al hacerse cargo de un servicio cuya mejora, pese a las proclama, no va a ser cuestión de meses ni de años, más bien de lustros, y que requerirá grandes inversiones en precisamente poner al día la infraestructura.
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