Los bomberos del incendio de Valencia reivindican su actuación: «A pesar del esfuerzo, a veces no es suficiente»

Los efectivos del Consorcio provincial señalan que tuvieron que «relegar a un segundo plano su propia integridad física frente a los requisitos de auxilio y defensa»

Mazón aprueba medidas extraordinarias de urgencia para los damnificados por el incendio de Valencia

Bomberos y el conserje Julián junto al edificio incendiado en Campanar, Valencia EFE

Los bomberos que lograron extinguir el virulento incendio del edificio de Campanar, en Valencia, se jugaron la vida, tomaron decisiones críticas y cumplieron los protocolos durante las labores de rescate de los vecinos afectados. «Relegamos a un segundo plano nuestra integridad física frente a los requisitos de auxilio y defensa», defiende el Consorcio provincial, después de que el último efectivo herido recibiera el alta tras permanecer ingresado desde el jueves en el Hospital La Fe.

El sargento José Varea, responsable de la Unidad Canina de Rescate y que ha trabajado en misiones internacionales como los devastadores terremotos del año pasado en Turquía, fue de los primeros agentes en entrar al edificio envuelto en llamas, donde sufrió graves quemaduras en sus manos. «Volvería a entrar porque es mi vocación», le manifestó al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, durante su encuentro en el centro hospitalario.

El Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia argumenta que la tragedia acontecida el pasado jueves es «el mayor incendio estructural» registrado en toda la Comunidad Valenciana, «sin duda alguna y con diferencia». Así, recalca que las decisiones adoptadas por las primeras dotaciones del Cuerpo Municipal de Bomberos de la ciudad que llegaron al lugar fueron «críticas y urgentes, condicionadas tanto por la cantidad de ocupantes como por el virulento desarrollo del incendio».

En estas situaciones, «la aplicación estricta de los procedimientos de actuación aprobados y entrenados es la forma de minimizar las consecuencias trágicas que pueden suceder en este tipo de actuaciones. Desgraciadamente, a veces, no es suficiente, y a pesar del esfuerzo y del riesgo asumido por el personal de intervención, los resultados no son los esperados», apunta el Consorcio.

Desde el cuerpo provincial se ha hecho hincapié en la «diligencia» en el desarrollo de la intervención por los efectivos del cuerpo de bomberos municipal de Valencia y defiende que las decisiones adoptadas «en todo momento fueron evaluadas y consensuadas bajo criterios técnicos desde el Puesto de Mando Avanzado, ajustando los patrones de procedimiento a la situación de la emergencia y aplicando los estándares de seguridad, tanto para los habitantes del edificio como para los efectivos de intervención».

«Dureza física y emocional»

Los bomberos provinciales han enfatizado que, en «momentos puntuales», los efectivos de extinción «debieron relegar a un segundo plano su propia integridad física frente a los requisitos de auxilio y defensa». «Queremos reconocer y hacer constar la profesionalidad demostrada por el colectivo de bomberos de la ciudad de Valencia, así como la de sus mandos responsables, con los que en todo momento compartimos la dureza física y emocional de la gestión de este incendio», ha apuntado en un comunicado el Consorcio, que ofrece toda su solidaridad con las familias de las víctimas, los heridos y afectados «por este terrible incendio sin precedentes».

Según ha detallado en un comunicado, los efectivos del Consorcio se integraron tanto en el operativo de las unidades de intervención directa como en el Puesto de Mando Avanzado donde, en el transcurso del incendio, se fueron incorporando el resto de agencias.

Como consecuencia del fuego se llegó a establecer la situación 2 del Plan Territorial de Emergencia de la Comunidad Valenciana (PTECV). El Consorcio Provincial se incorporó con sus efectivos al operativo de extinción, con un total de cien bomberos para colaborar con los de la ciudad de Valencia, responsables de la dirección de la emergencia, durante los dos días en los que se mantuvo el operativo.

De este modo, ya no queda hospitalizada ninguna persona después de que el pasado sábado también se diera de alta del hospital Peset el otro bombero que seguía ingresado por este incendio, en el que han fallecido diez personas. Los servicios sanitarios atendieron a un total de 15 personas heridas, siete de ellas bomberos. De ellas, seis personas fueron ingresadas en diferentes hospitales, mientras que las otras nueve fueron dadas de alta directamente.

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