Dónde están Antonio Anglés y Miguel Ricart, autores del triple crimen de las niñas de Alcàsser
La Interpol mantiene activa la búsqueda del prófugo mientras que el único condenado rompe su silencio por primera vez en treinta años
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![Imagen de Miguel Ricart en la actualidad y retrato robot de de Antonio Anglés, autores del crimen de Alcàsser](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/01/26/ricart-angles-RZmTDfGQYDyBJDps5DgufAP-1200x840@abc.jpg)
La investigación sobre el caso Alcàsser continúa treinta años después centrada en encontrar pruebas concluyentes de la participación de Antonio Anglés en el rapto, violación, tortura, asesinato e inhumación de Miriam, Toñi y Desirée. Ya sea vivo o muerto, la Justicia no cesa en su empeño de hallar evidencias genéticas de la implicación del prófugo hispano-brasileño, al mismo tiempo que Miguel Ricart, único condenado por el espeluznante crimen, rompe su silencio en su primera entrevista autorizada una década después de su puesta en libertad.
Este viernes se cumplen tres décadas de la efeméride del hallazgo de los cadáveres de las niñas en el paraje natural de la Romana, ubicado en el municipio valenciano de Tous. Allí, tras dos meses y medio de incesante búsqueda por diferentes puntos de España, fueron descubiertos sus restos mortales por dos apicultores que avistaron un brazo humano con un reloj blanco semienterrado en una fosa.
75 días antes, las menores desaparecieron cuando se disponían a acudir a una fiesta en la discoteca Coolor de Picassent, el pueblo que colinda con Alcàsser. Según diferentes testigos, las niñas subieron a un Opel Corsa blanco, propiedad de Miguel Ricart, en la entrada del municipio. A partir de ese momento, se pierde su paradero hasta el fatal desenlace acaecido el 27 de enero de 1993.
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El caso, mediatizado como nunca antes se hizo con cualquier otro caso de true crime en España, dio la vuelta a Europa y se convirtió en el génesis de teorías alternativas y una nueva oleada de criminólogos e investigadores interesados en un crimen de película por todo lo que le rodeó antes, durante y después.
Miguel Ricart, una reinserción imposible
El único enjuiciado, condenado y encarcelado por el crimen de Alcàsser fue Miguel Ricart. Su sentencia, tras un juicio que duró 49 sesiones en 1997, fue de 170 años de cárcel; no obstante, tan solo cumplió 21 de ellos tras aplicarse en su caso la derogación de la doctrina Parot. De este modo, salió en libertad del centro penitenciario de Herrera de la Mancha en 2013.
En esta década, Ricart ha intentado reinsertarse sin éxito ante la losa de ser el autor de uno de los crímenes más atroces de la historia de este país. Recibió la caridad de Sor Lucía Caram, emigró a Marsella y volvió a España donde fue avistado en una casa okupada en Carabanchel hasta que en el pasado mes de diciembre, fue detenido por regentar un narcopiso en el Raval barcelonés a cambio de drogas.
![Miguel Ricart en la actualidad](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/01/26/migue-ricart-U64407341128PoO-624x350@abc.jpg)
En su primera entrevista autorizada en treinta años, 'el Rubio' vuelve a enfatizar sobre su inocencia en el triple crimen y señala a Antonio Anglés como «basura carente de humanidad», aunque no es capaz de recordar dónde se encontraba la tarde-noche del 13 de octubre de 1992, día en el que desaparecieron las niñas, ni siquiera de apuntar los nombres de, a su juicio, los verdaderos torturadores, violadores y asesinos de Miriam, Toñi y Desirée.
«No tengo nada de qué arrepentirme», incide en esta entrevista, donde también señala que está dispuesto a someterse a las pruebas del polígrafo y pentotal sódico para «que se sepa la verdad». A la espera de las próximas diligencias sobre su último delito, Ricart prosigue su vida en Barcelona creyendo en teorías alternativas después de cambiar su relato en diferentes ocasiones durante la investigación. «Se equivocan de persona, si en treinta años no han encontrado pruebas en qué se basan para decir que soy culpable», se pregunta.
Antonio Anglés, en busca y captura
En paralelo, el misterio que envuelve a la figura de Antonio Anglés continúa sin resolverse treinta años después. El relato contado sobre su huida iniciada el día que detuvieron a Ricart y otros miembros de su familia parece calcado del guion de una película de acción de Hollywood. Carreras por tejados, cambio de físico, controles policiales burlados y hasta un viaje en barco por Europa donde se dice que se perdió su pista.
Más allá de la rumorología que rodea a su fuga, la Asociación Laxhsmi para la Lucha contra el Crimen y la Prevención presentaron un informe en 2021 ante la jueza instructora del caso con una cronología de los puntos donde se tiene constancia por pruebas o testimonio de la presencia de Anglés. En el documento, sus autores extraen la conclusión de que el criminal estuvo con vida entre el 30 de enero y el 7 de febrero «sin género de dudas».
Está acreditado que pernoctó en un corral de Alborache y un chalé de Benaguasil. Después, estuvo cerca de ser capturado en Villamarchante y la siguiente pista se encontró en Minglanilla (Cuenca), último lugar español donde se le vio con vida. Tras ello, en marzo de 1993, diferentes testigos relatan haber reconocido en Lisboa, ubicación de donde emanan dos teorías.
La primera, que se embarcó en el City of Plymouth, un barco con destino Dublín, desde donde algunos polizones mantienen que se tiró al agua antes de ser detenido en tierras irlandesas; y la segunda que huyó a su país natal, Brasil, esta última sin ningún tipo de prueba o testimonio que lo acredite. Todo un misterio para el que en pleno 2023 nadie tiene respuesta.
![Ficha policial de Antonio Anglés en la base de datos de la Interpol](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/01/26/antonio-angles-interpol-U25435412442GHw-624x350@abc.png)
Sin embargo, el Juzgado de Instrucción Número 6 de Alzira ha reactivado la búsqueda de Antonio Anglés y pruebas genéticas que le inculpen directamente con el triple crimen antes de que en 2029 se extinga su responsabilidad penal. Por ello, la juez instructora ha ordenado nuevas diligencias para analizar la moqueta con la que se envolvieron los cadáveres, diferentes objetos y el coche de ambos para hallar pruebas de ADN del considerado autor material del crimen.
De hecho, la Interpol y la Europol mantienen activa su orden de busca y captura y cada año actualizan su ficha policial. Incluso este último año incorporaron un retrato robot con el que podría ser su actual rostro. En este expediente -número 1993/9069-, se da cuenta de Anglés como un hombre «desconfiado» de 56 años, que mide 1,75 metros de altura y tiene ojos azules, tatuajes en ambos brazos -un esqueleto con guadañas en el brazo derecho; «Amor de madre», en el izquierdo, así como una mujer china vestida y con sombrilla en el antebrazo- y un quiste sebáceo en la garganta sobre la nuez. También, apunta al consumo recurrente de Rohypnol para combatir su adicción a las drogas.
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