La Eurocámara retrata a España en la senda de Hungría y Polonia
El comisario de Justicia, Didier Reynders, se compromete a seguir vigilando la situación en nuestro país como un asunto europeo
Los socialistas españoles se quedan solos, con pocos apoyos de otros Estados y sin ayuda de los verdes
«La amnistía a cambio de la investidura es una desviación de poder como el ascenso de Delgado o el cese de Pérez de los Cobos»
La portavoz socialista oculta que la ley de amnistía solo excluye los delitos de terrorismo con «sentencia firme»
![El comisario de Justicia, Didier Reynders.](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/11/22/reynders-foto-kehG-U60725527411yTE-1200x840@abc.jpg)
La Comisión Europea se ha comprometido a seguir vigilando el desarrollo parlamentario de la proposición de ley de amnistía en España, incluyendo sus posibles enmiendas y «los textos que pudieran traducir el contenido del pacto para la investidura» en referencia a la aplicación del ... concepto del 'lawfare' en la fiscalización de la acción de los tribunales. Después de más de una hora de debate en el Pleno del Parlamento en Estrasburgo, la situación en España se ha convertido ya en un asunto europeo de primer orden, del que el Gobierno de Pedro Sánchez saldrá difícilmente indemne. Bastaba ver el rostro cariacontecido y adusto de la portavoz socialista, Iratxe García, cuando el comisario de Justicia, Didier Reynders, terminó el debate diciendo que juzgará la situación en España dentro del marco del artículo 2 del Tratado de la UE, que se refiere a los valores democráticos y que convierte este asunto en un tema comunitario. «Es el Estado de derecho lo que nos une y de manera independiente y objetiva la Comisión llevará a cabo este análisis sobre este proyecto de ley, pero también lo hará con respecto a las enmiendas que puedan surgir en la tramitación parlamentaria y todos los textos que se han llevado a cabo en el marco de la formación del Gobierno en España».
El debate extraordinario de este miércoles terminó sin votación, ya que no estaba prevista, pero si la hubiera habido el Grupo Socialista habría tenido seguramente problemas para eludir una condena a la actitud del Ejecutivo de Pedro Sánchez con sus ataques a la independencia judicial y la igualdad entre los españoles. A las tesis del PSOE le apoyaron muy pocos no españoles y entre ellos algunos tan desenfocados como el alemán Rene Repasi, que pidió a la Comisión Europea que no intervenga porque no ve ningún derecho fundamental en juego; o el finlandés Eero Heinaluoma, cuyo conocimiento sobre la situación le llevó a mencionar nada menos que a Nelson Mandela para justificar la amnistía de los delitos cometidos por los dirigentes independentistas.
Más evidente aún fue el caso de los verdes, que si bien es cierto que se opusieron a la celebración de este debate, a la hora de la verdad no enviaron a ningún orador de peso para defender a los socialistas y dejaron el asunto en manos de los españoles que están en su grupo, todos personalmente implicados en el caso, porque son Diana Riba —esposa de Raül Romeva, uno de los condenados por el Tribunal Supremo y luego indultados por Sánchez— y Jordi Solé (ERC). Sin el apoyo de los verdes, los socialistas tienen pocas posibilidades de ganar una votación en Estrasburgo al Grupo Popular.
De modo que, después de este debate, como dijo el popular rumano Siegifred Muresan, «toda Europa sabe ya que en España hay un Gobierno que ataca al Estado de derecho». Adrián Vázquez, de Ciudadanos (CS), dijo que habría preferido que el caso no hubiera entrado en el Parlamento Europeo ni tener que constatar que «donde antes se decía Polonia y Hungría, ahora se menciona a España», pero reconoció que «los valores hay que defenderlos cuando son atacados» y esto «no lo digo yo, sino que lo dicen millones de españoles que han salido a las calles». Vázquez envió un mensaje a los eurodiputados socialistas: «Juntos hemos luchado por las mismas ideas en Hungría y en Polonia y, si ahora vuestros compañeros os dicen que os calléis sobre España, es porque tal vez no sean vuestros compañeros».
La mayor muestra de que la discusión rebasa ya las fronteras nacionales fue el encontronazo entre el popular portugués Paulo Rangel y su compatriota, el socialista Pedro Marques, que casi llegan a las manos. Y, desde luego, no apareció ni un socialista húngaro o polaco para defender a Pedro Sánchez ni en la lista de oradores. Al popular francés François-Xavier Bellamy le bastó con dirigirse a la bancada del grupo socialdemócrata para preguntar si «alguno de ustedes defendía la amnistía antes de las elecciones» del 23J.
Entre los españoles destacaron por ruidosas las intervenciones de Hermann Tertsch (Vox), a quien el presidente de la sesión llamó al orden, y la de Manu Pineda (IU), que a pesar de haber escuchado esas amonestaciones aún fue bastante más estruendoso y arrabalero. El portavoz del Grupo Popular, Manfred Weber, hizo una buena intervención en la que citó a Felipe González y predijo que Sánchez «pasará a la historia por infringir el Estado de derecho». La jefa de la delegación española del PP, Dolors Montserrat, habló con emoción, remarcando su condición de catalana, aunque su compañero Javier Zarzalejos fue más incisivo cuando recordó que esta amnistía «supondrá que en España se abandone la investigación sobre las injerencias rusas en el 'procés', que este Parlamento ha declarado como probadas». Y, finalmente, fuera del turno de oradores, Maite Pagazaurtundua (CS) cerró la cuestión con una descripción inapelable: «Primero fueron los indultos que se concedieron sin arrepentimiento. Luego la modificación del Código Penal para debilitar la malversación o eliminar la sedición. Y ahora la impunidad a gran escala y lo que viene por detrás, una mutación constitucional fraudulenta».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete