el oasis catalán
Alacrán
No se equivoca mucho Emiliano García –Page cuando afirma que «el independentismo es como un alacrán, que puedes pensar que te vas a llevar bien, pero siempre termina picando»
Artículos de Miquel Porta Perales en ABC
![Puigdemont, en el Parlamento europeo](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/03/11/DAMBin_20240311112208-R4b3Ejh5ororkUQLkhg28hI-1200x840@diario_abc.jpg)
No se equivoca mucho Emiliano García –Page cuando afirma que «el independentismo es como un alacrán, que puedes pensar que te vas a llevar bien, pero siempre termina picando». Unas declaraciones que se producen en el marco de las concesiones que Pedro Sánchez –impunidad por ... poder: corrupción política- otorga al independentismo catalán con la ley de amnistía –perdón del delito y extinción de responsabilidades- que debería librar y liberar de sus presuntos delitos a Carles Puigdemont y sus conmilitones. Vale decir que el alacrán, al que alude el presidente de Castilla- La Mancha, posee un aguijón que siempre está en guardia en ámbitos como las manifestaciones, la lengua, la educación, la publicidad, las subvenciones y, en suma, el discurso o relato independentista en sí. Se da el caso –pregúntenselo a los republicanos- que estamos ante un artrópodo que puede, incluso, aguijonear a los suyos.
Pedro Sánchez –para sobrevivir- no debería bajar la guardia. De lo contrario -si se me permite el paralelismo-, podría padecer dolores, inflamación, somnolencia, entumecimiento, sudoración, palidez, hipertensión, fiebre, movimientos torpes, trastornos. Es decir: pasarlo muy mal. Justo lo contrario que necesita un político para mantenerse en el poder. Por su propio bien, el PSOE y sus palmeros deberían saber con quienes se juegan la supervivencia política. No fuera que la impunidad por poder se transformase en impunidad sin poder.
Los consejeros y asesores del ala oeste de la Moncloa, así como Félix Bolaños –un hombre discreto y modesto capaz de felicitarse a sí mismo por los éxitos obtenidos-, deberían diseñar ya un plan para proteger a Pedro Sánchez de la arremetida -previsible y prevenible- del alacrán: vestir ropa gruesa para que el aguijón no penetre en la piel y, si finalmente penetra, hacer un torniquete para frenar y aislar el veneno. En sentido figurado, claro. El problema: el torniquete puede impedir la circulación sanguínea y linfática. La solución: una incisión y la consiguiente extracción del veneno. Nacionalista, evidentemente.
Mucho cuidado con las picaduras, especialmente si se trata de personas que conviven o simpatizan con el alacrán. El desenlace puede ser fatal. Una última recomendación: no hagan caso de la receta del doctor Josep Lluís Cleries i Gonzàlez que tiene consultorio en el Senado, «al que no le guste, que se aguante».
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