'Ariodante' en el Palau de la Música: el reino de los pequeños detalles
Fue un concierto para el recuerdo, no solo por el grupo instrumental, bien conocido por el público de Barcelona, sino también por el nivel de las voces y por su encaje perfecto
![El protagonista de la noche, el contratenor Franco Fagioli, se llevó las mayores aclamaciones](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2022/11/05/ariadne-RuyJjq67niRUqv6oJEEq2BI-1240x768@abc.jpg)
La ópera barroca es el reino de los pequeños detalles. Detalles como las cuidadas ornamentaciones que los cantantes incorporan a la partitura al repetir la primera parte de las arias 'da capo' (esto es, «desde el principio»). Como la realización del bajo continuo, que en la partitura es poco más que una serie de notas con unos números que indican a determinados miembros de la orquesta cómo deben «rellenar» la armonía de cada compás. La interpretación de 'Ariodante' de Händel en el Palau de la Música, con Il Pomo d'Oro dirigido por George Petrou y con el contratenor Franco Fagioli fue una ocasión inmejorable para disfrutar de esos detalles.
Ópera
'Ariodante'
- Música: Händel.
- Intérpretes: F. Fagioli, M. Petit, S. Gilford, L. Mancini, N. Phan, A. Rosen. Il Pomo d'Oro G. Petrou, director.
- Fecha: 3 de noviembre.
- Lugar: Palau de la Música, Barcelona.
Disfrutar, por ejemplo, del delicado equilibrio entre los grupos instrumentales y las voces, que Petrou trató con mimo y un trabajo minucioso, a pesar de que su puesta en escena es más que ampulosa y a ratos desmedida, con movimientos tan excesivos como algunos pasajes de la música de Händel. Y de minucias como el hecho de que no emplease dos violas en la sección de cuerdas, sino una sola (qué sonido, el de Giulio D'Alessio) y un violín doblándola, en busca de un matiz de sonido diferente. Enamorarse, por qué no, de la perfección con que Händel describe el sentimiento de cada verso, como ese fagot triste que subraya la intervención de Ariodante en 'Scherza infida' y que Katrin Lazar supo interpretar con toda su hermosura.
Fue un concierto para el recuerdo, no solo por el grupo instrumental, bien conocido por el público de Barcelona, sino también por el nivel de las voces y por su encaje perfecto. Es difícil hallar un reparto de tanto nivel, y con voces equilibradas que convivan sobre el escenario en buena armonía. Además, puestos a entrar en detalles, el uso de técnicas canoras propias del Renacimiento y el primer Barroco, vigentes todavía en época de Händel, permitió disfrutar del abanico de recursos que en aquel tiempo eran mucho más diversos e interesantes que el omnipresente 'vibrato' romántico.
Así, las interpretaciones del tenor Nicolas Phan y la mezzo Luciana Mancini pueden resultar chocantes, pero lo que debe sorprendernos, en realidad, no es la técnica que usan, sino la interpretación impecable que hacen de la partitura händeliana, dándole todo el esplendor propio de su época. El bajo Alex Rosen lució su potente y bonita voz en un papel pequeño, pero que dejó claro que su carrera es más que prometedora. Las sopranos Melissa Petit y Sarah Gilford abordaron con excelente solvencia las agilidades que requieren sus partes.
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Y claro, el protagonista de la noche, el contratenor Franco Fagioli, se llevó las mayores aclamaciones. No es de extrañar. Sus arias 'Scherza infida' y 'Doppo la notte' fueron una lección de canto, buen gusto, lucimiento vocal, expresividad y todos los atributos positivos que quieran ustedes añadir.
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