Las claves de la farsa de los padres de Nadia: gira por los platós de televisión y más de 400.000 euros estafados
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de cinco años de prisión para Fernando Blanco, el progenitor de la niña
Blanco recurrió el fallo que consideró probado que urdió un plan para obtener un lucro patrimonial ilícito

Engañaron a miles de personas mientras saltaban de plató en plató y se lucraron con la enfermedad de su hija, entonces menor. Ahora el Tribunal Supremo ha confirmado la condena de cinco años de prisión para Fernando Blanco, el padre de la niña Nadia, por haber estafado 402.000 euros a través de donativos que reclamaba para costear el tratamiento de la enfermedad rara que sufre su hija, la que ahora ha cumplido 18 años.
De esta forma, la Sala de lo Penal ha rechazado el recurso presentado por Blanco contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que confirmó que la pareja ideó un plan para lucrase de la enfermedad de la menor. La madre de la niña, Margarita Grau, fue condenada a tres años de cárcel por el mismo delito, pero ella no recurrió ante el Tribunal Supremo.
El plan lo llevaron a cabo entre 2012 y 2016, tiempo en el que los padres de Nadia se recorrieron los platós de televisión con su hija para pedir al público dinero con el que sufragar sus «costosos tratamientos e intervenciones quirúrgicas» en Houston, Estados Unidos. Para ello facilitaron el número de cuenta de una asociación que ellos mismos habían creado.
Una falsa fundación
El objetivo de esta fundación era el de recaudar fondos para investigar la tricotiodistrofia, la enfermedad rara que sufre Nadia. Esta provoca alteraciones cutáneas, oftalmológicas y trastorno del desarrollo y del lenguaje.
Nadia sí estaba enferma, pero no con la gravedad que sus padres propagaron en los medios ni su estado era terminal, tal y como ellos aseguraron. Además, no existe por ahora un tratamiento médico conocido para curarla, más allá de poder paliar algunos de sus síntomas.
Además del riesgo de muerte de la pequeña, usaron otros falsos argumentos, como que destinarían una parte de las donaciones para la investigación de esa enfermedad, o que Fernando Blanco padecía un cáncer de páncreas. Por supuesto, nada de esto era cierto, según la versión de la Fiscalía.
Con el análisis de las cuentas de los padres se ha podido identificar un total de 5.574 donaciones mediante transferencias bancarias, pero no se ha dado con las 1.006 personas estafadas que hicieron su donación en metálico, y otros que metieron el dinero en huchas y pujaron en las subastas. A las cuentas corrientes de Fernando Blanco y Margarita Grau llegaron 1,1 millones de euros, y de estos solo 2.707 euros fueron destinados al tratamiento de su hija.
La estafa la llevaron a Lérida
El matrimonio vivió en las Islas Baleares hasta 2013 y, cuando se mudaron a Figols i Alynya, en Lérida, engañaron también a los padres del colegio en el que habían matriculado a su hija. Consiguieron así implicar a varios padres y vecinos de localidades cercanas para llevar a cabo una serie de campañas de recaudación a nivel local.
En diciembre de 2016 fueron detenidos y entonces salió a la luz el nivel de vida 'a todo tren' que llevaban. Cuando registraron su propiedad encontraron una colección de relojes valorada en 600.000 euros, entre otros «artículos de lujo innecesarios», según los investigadores. Lejos de la pobre economía que ellos decían padecer.
También fueron investigados por supuesto exhibicionismo y pornografía infantil, aunque el caso fue archivado.
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