Carlos Carrizosa: «En la Generalitat hay que entrar con la sierra mecánica de Milei»

–¿Responde a una estrategia electoral?

–Estoy seguro de que responde, por un lado, a una estrategia electoral y, también, a una de más largo alcance. Porque cuando él anuncia, además, medidas contra la libertad de expresión y contra la independencia judicial es evidente que pretende volver con renovados bríos y metiendo en vereda a todo aquello que le pueda incomodar en el ejercicio del poder.

–¿Qué puede hacer Ciudadanos para sosegar el debate y que el insulto no sea arma arrojadiza habitual?

–Nada. Nosotros no insultamos y, por tanto, nada tenemos que rebajar en nuestro discurso. Creo que tenemos que ser claros y además me preocupa muchísimo la deriva autoritaria de Sánchez. Yo creo que esto que él pretende hacer, tanto con respecto a la libertad de prensa como a la independencia judicial, es además una trampa populista porque una democracia y el Estado de derecho ya disponen de los mecanismos para que si él considera que su mujer es maltratada de forma ilegal, pueda acudir a los juzgados, a los tribunales, a las rectificaciones periodísticas...

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–¿No es un poco exagerado el cartel de CS con el mensaje «detenlos»?

–No, no, en absoluto es exagerado. Hay que detener a Sánchez con los votos. Detener a Sánchez, aquí en Cataluña, es no votar a Illa, porque los votos a Illa pueden acabar haciendo presidente de la Generalitat a Puigdemont, porque Sánchez necesita a Puigdemont para mantenerse en La Moncloa. Y si Sánchez tiene que elegir entre que Illa sea presidente o lo sea él, todo el mundo sabe a quién va a elegir. Se va a elegir a su mismidad como presidente en La Moncloa y no a Salvador Illa. Y corremos un grave riesgo de que un político que estaba desahuciado, políticamente, y perseguido, judicialmente, lo volvamos a tener otra vez de presidente de la Generalitat. Y todo es por obra y gracia de Sánchez.

–¿Qué posición tiene respecto a la financiación autonómica y, en concreto, a la de la Generalitat?

–Mire, lo primero querría decir es que la Generalitat no sería tan deficitaria y no estarían nuestros servicios esenciales tan faltos de recursos si el dinero ingente del que dispone se invirtiera bien. Y se cerraran embajadas y se cerraran chiringuitos y no se pusieran tantos sueldazos y no se gastaran tanto en propaganda en la televisión más cara y en subvencionar a los medios afines. Si todo eso se ahorrase, ahorraríamos casi 2.000 millones de euros anuales. Dicho esto, la financiación en todas las comunidades autónomas debe seguir criterios técnicos y económicos. Y si yo fuera presidente de la Generalitat, lo que sí que querría garantizar, hablando con el Gobierno de España y con las otras 16 comunidades autónomas, es que el precio de mis camas de hospital, de mis policías, de mis alumnos en las aulas…, es tener el dinero suficiente como para prestar ese servicio que es competencia mía. Entonces, eso se aborda con un sistema de financiación conjunto y con la aceptación de que somos un Estado descentralizado y no bajo el prisma del agravio comparativo o de historias 'fake' inventadas desde el nacionalismo.

–Las encuestas apuntan que Ciudadanos no conseguirá representación. ¿Cómo afectaría esto al partido?

–Estoy convencido de que vamos a obtener representación parlamentaria. No solo nos las dan algunas encuestas, las más numerosas, la del CIS por ejemplo, que era a 9.000 personas, y estábamos para entrar por la provincia de Barcelona, por lo menos. Estoy convencido de que entraremos. En 2006 decían que no entraríamos y entramos. En 2010 también y volvimos a entrar. Y estoy convencido de que batiremos las encuestas y, por tanto, no ha lugar.

–¿Cree que hay alguna directriz política respecto a las encuestas para que ustedes no aparezcan o cree que su partido tiene voto oculto?

–Efectivamente, hay encuestas que tienen voto oculto, sobre todo que afecta a algunos partidos y también creo que están teledirigidas para conformar las mayorías. Hace tiempo que las encuestas se han convertido en un arma de guerra. A nosotros, desde el año 2019, en el que tuvimos un bajón en nuestra representación en el Congreso, pasamos de 57 diputados a la repetición electoral que nos dejó en diez, ahí, con la dimisión de Albert Rivera, se empezó a decir que Ciudadanos estaba muerto, y eso ha sido un sonsonete que se ha repetido continuamente. Pero Cataluña es nuestro feudo. En 2021 también nos daban por muertos y sacamos el doble de escaños que el PP. Y ya hacía dos años que nos estaban dando por muertos. Estamos convencidos de que batiremos estas encuestas y sí que se utilizan, sin duda, como arma de guerra por parte de los medios más afines, a lo mejor al PP, al PSOE y al independentismo. Nosotros no tenemos amigos porque hemos molestado a muchos.

–¿Qué plantea para afrontar el tema del asunto migratorio?

–Las personas que no están válidamente en un territorio se les tiene que aplicar las leyes de extranjería que tenemos en todo el territorio Schengen. En cuanto a los extranjeros que delinquen también está solucionado desde hace mucho en el Código Penal y en la ley de extranjería y nosotros abogamos sin ningún tipo de complejo por la expulsión del país. Y eso no debería ser una reivindicación de la extrema derecha. Esto es transversal.

–Si depende de Ciudadanos, ¿a quién hará presidente de la Generalitat, a Illa o a Puigdemont?

–Hemos firmado un compromiso de lealtad con nuestros votantes en el que nos comprometemos a no gobernar, ni aquí en Cataluña ni en La Moncloa, gracias a los votos del separatismo. Y si usted me pregunta: ¿apoyaría al señor Illa? Me cuesta mucho afirmar eso, porque claro, el señor Illa se ha alineado con el separatismo en todas las cuestiones relevantes: ha acabado con el resquicio de esperanza que puso el Tribunal Superior de Justicia en la sentencia para aplicar el castellano en las aulas catalanas, se confabuló con el separatismo para hacer una ley que neutralizarse al tribunal. Y ellos están perpetuamente colaborando con el separatismo y les están suplicando prácticamente poder gobernar con ellos. Entonces, Illa, hoy por hoy, y el señor Sánchez son unos colaboradores con quienes quieren romper España. Veo muy difícil que nos pueda a nosotros hacer una oferta y tener unas garantías suficientes como para darles el Gobierno de la Generalitat de Cataluña, hoy por hoy.

–Si de ustedes depende, entonces, nos iríamos a una repetición electoral.

–Habiendo demostrado que era incierto que estábamos muertos, que las encuestas eran absolutamente inexactas, afrontaríamos con mucha mayor garantía una repetición electoral. Yo estoy convencido de ello. Tendríamos espacios exactamente igual y habríamos demostrado a los catalanes que el voto a Ciudadanos les mantiene la voz en el Parlament.

–Si usted es presidente, ¿cuál es la primera medida política que adoptaría?

–Hay un ejemplo que es un poco equívoco, pero tengo muchas tentaciones de ponerlo. ¿Usted se acuerda de esa foto de Milei con la sierra mecánica, de lo que voy a hacer ahora en Argentina, que así no podemos seguir? Pues más o menos la sierra mecánica con la administración catalana. Aquí hay que meterle también la sierra mecánica. No somos Milei, pero ese ejemplo vale, porque aquí tenemos que desmantelar todo lo que han hecho los separatistas y a partir de ahí la economía florecería, la administración se rebajaría, los impuestos podríamos rebajarlos, podríamos atender a la educación en vez del adoctrinamiento y todo sería diferente.