Tudanca decidió renunciar tras una reunión el sábado en la que se quedó solo

En la cita también estaba el alcalde de Soria, Carlos Martínez, que hoy mismo presentará su precandidatura para liderar el partido después que su nombre haya sonado como recambio durante mucho tiempo debido a sus repetidas mayorías absolutas en la capital soriana. El resultado del encuentro no fue el esperado por Tudanca. Aunque en tono cordial y desde el respeto, ninguno de los asistentes le pidió expresamente que se presentara a la reelección, algo que pudo descolocar al burgalés, que contaba de antemano con el apoyo de varias provincias para intentar mantenerse en el cargo. Las razones por las que ninguno se 'mojó' a su favor quedan en la conciencia de cada uno de los presentes, pero seguro que no se lo reprochan desde la dirección nacional del partido.

Una vez finalizado el cónclave, Tudanca meditó y concluyó que era el momento de marcharse. Cogió el teléfono y llamó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez —el mismo con el que desde hace meses que no mantenía una conversación— para comunicarle su renuncia, como confesó ayer en su comparecencia para explicar esa decisión.

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Aunque se negaba a admitirlo, su final estaba escrito mucho antes. Quizás desde que mostró su malestar con Ferraz por el cambio en las listas al Congreso en Ávila o del Senado en Valladolid en las últimas elecciones generales de julio de 2023. Puede que cuando criticó que se modificara el delito de malversación en favor de los presos del 'procés' o cuando insistió en la necesidad de una negociación del modelo de financiación multilateral.

En todo caso, él mismo pensó que llegó su hora tras la derrota electoral autonómica de 2022 y amagó con dimitir esa misma noche. Pero le convencieron de que se quedara, puede que incluso los mismos que en los últimos tiempos ansiaban su marcha.

Desde entonces, no ha sido un camino de rosas para el también portavoz socialista en las Cortes de Castilla y León. Vio cómo le 'colocaban' sin su conocimiento a un delegado del Gobierno por la influencia en el 'aparato' del leonés Cendón y también a un subdelegado en Valladolid, por obra y gracia de Puente. Se revolvió apartando a una procuradora del lado 'oscuro', pero su situación no mejoró y la convocatoria adelantada del Congreso Federal aceleró los movimientos en su contra de los críticos. Él también hizo el suyo. El Comité Ejecutivo Autonómico que controlaba —en buena parte— aprobó celebrar de inmediato y antes de la cita de Sevilla unas primarias exprés que evitaran la posibilidad de conformar una alternativa. La jugada no coló y a las 24 horas el partido suspendía los plazos y Tudanca acabó de cavar su tumba al lanzar unos cuantos improperios que tuvieron como destinatario al secretario de Organización, Santos Cerdán. Luego se calmó, pero ya era tarde.

El sábado renunció y ayer resumió perfectamente el por qué de su marcha pese a admitir tener «dudas» estos últimos días: «He dado un volantazo para evitar un choque en el partido». Manteniendo el tipo de la mejor manera posible, Tudanca evitó cualquier reproche a los suyos y defendió que «nadie» le ha obligado a irse y consideró que el partido «saldrá más fuerte» con la llegada de otro que si es —como será— Carlos Martínez, contará con «todo» su apoyo.