Luis Tudanca: del 'galón' a la «espina»
Unió a un PSCL «roto» en 2014 y logró un triunfo histórico en 2019 sin poder llegar a gobernar y antes de volver a caer
Tudanca decidió renunciar tras una reunión el sábado en la que se quedó solo
![Tudanca, arropado por Ana Sánchez y Virginia Barcones](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2025/01/08/TUDANCA22-Rd4H6mNIKtmXhW3qVfJU0PK-1200x840@diario_abc.jpg)
«Otros vendrán que harán más y que lograrán que el cambio llegue a esta tierra». Son palabras de Luis Tudanca, sí. Y con un claro tono a despedida. Pero no son de ayer, cuando quien todavía es el secretario general del PSOE de Castilla ... y León anunció oficialmente su adiós.No concurrirá a las primarias previas al Congreso fijado para el 22 y 23 de febrero que aupará al nuevo líder de los socialistas. Una retirada casi tres años después de ese amago de adiós que Ferraz cortó y que ahora ha precipitado. «Es una decisión personal, nadie me obliga a nada», argumentó ayer el propio Tudanca, pero lo cierto es que en esa forzada marcha ha pesado, y mucho, el choque con esa dirección nacional, por más que el burgalés fuese en los inicios de los más firmes apoyos de Pedro Sánchez.
Se va, dijo, con la «espina clavada» de no haber hecho realidad su deseo de ser presidente de la Junta de Castilla y León. Fue, recordó, para lo que llegó al cargo en aquel ya lejano octubre de 2014. Y «lo tocamos con la punta de los dedos», pero «no fue posible», penó sin nostalgia, asevero. Es el logro y fracaso de un Luis Tudanca que marcó a la vez la muesca y se prendió el galón al frente del PSOE. En una tierra como Castilla y León, donde el PP parecía inexpugnable y encadenaba mayoría tras mayoría, en 2019 llegó el momento de los socialistas. Y lo hizo con Tudanca como cabeza de cartel. A su segundo intento, venció, pero no gobernó. Con el 34,84 por ciento de los votos y 35 de los 84 escaños, Ciudadanos decantó el poder para el popular Alfonso Fernández Mañueco -31,54 por ciento de los sufragios y 29 parlamentarios- en su estreno como candidato.
De saborear las mieles del triunfo a tragarse las hieles de verse de nuevo en la oposición, el único espacio que ha ocupado en este decenio en la política autonómica. Ese aval de haber roto el «techo de cristal» y conseguido ganar al PP y lo precipitado de la convocatoria adelantada de las elecciones brindó a Tudanca el tercer intento, con el 'debe' también de no haber sacado adelante un año antes la moción de censura contra Mañueco. Falló de nuevo, y a punto estuvo de irse. No lo hizo, pese a esas palabras en la noche electoral, hablando en pasado, y que sonaban a un 'hasta aquí'. Y dos años después ha sido él quien lo ha anunciado oficialmente, sí, pero después de meses de un 'run run' que iba subiendo en decibelios indicando la puerta de salida.
En el último trimestre de 2024 ya de forma indisimulada y con voces fuertes en Madrid en el lado contrario al de Burgos. Y un partido cada vez más dividido. Precisamente coser a un PSOE desgarrado fue lo que llevó a quien era diputado nacional a cambiar la carrera de San Jerónimo por Castilla y León. Corría el año 2014 y un 30 de mayo que no olvidan en el seno socialista, la mitad de la Comisión Ejecutiva Autonómica presentaba su dimisión, defenestrando de facto a quien era su secretario autonómico de solo dos años antes: el palentino Julio Villarrubia. «Hoy a cenar un exquisto plato frío», escribía entonces y después borraba en sus redes Óscar López, quien precisamente había entregado el testigo del partido a Villarrubia tras su debacle en su aterrizaje en la política castellano y leonesa y su regreso a Madrid. «Unimos a 'villarrubistas' y 'lopecistas'», presumió ayer Tudanca, quien en las primarias se impuso al de Palencia por 3.641 votos frente a 2.997. Ser «el único secretario provincial que no participó en aquella división» fue lo que llevó a Tudanca a cambiar Burgos por Castilla y León y ponerse al frente de un partido «roto».
Pero ahora que al 'traje' confeccionado estos años se le empiezan a saltar las costuras y con algún desgarro, se echa a un lado y no presentará batalla contra el 'aparato'. «Considero que no debo ser yo quien abra esa vía», la de la «división», defendió reconociendo las diferencias en el seno socialista. Presumió durante tiempo de su apoyo a Sánchez, pero lo cierto es que desde hace más de un año la relación con el secretario general del PSOE no es buena, por más que en la cúspide del enconamiento Tudanca apuntase al entorno, señalando directamente al secretario de Organización, Santos Cerdán.
Cambios impuestos desde Madrid en las listas a las generales de julio de 2023, la designación del leonés Nicanor Sen como delegado del Gobierno de espaldas al burgalés, el cambio en la Subdelegación de Valladolid por un afín al ministro Óscar Puente (Jacinto Canales)... Un gota a gota impulsado desde Madrid -con aliento del secretario provincial en León, Javier Alfonso Cendón, y Puente- al que Tudanca devolvió a su modo el revés retirando de la dirección del Grupo en las Cortes a la leonesa Nuria Rubio. La caja de los truenos se desató ya sin disimulo. Y en el intento de fijar un calendario de primarias el pasado octubre la explotó. Tudanca dice adiós.
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