PP-Vox, una pareja que no cuaja

Y es que si la de Burgos es –por ahora– la última, ya en la anterior legislatura municipal hubo acuerdos en los que Vox no llegó a completar los cuatro años de cohabitación pactados. Tanto en localidades de menor tamaño como en capitales. Caso particular fue el de Palencia, donde Mario Simón consiguió el sillón de la Alcaldía para Ciudadanos en coalición con el PP y el apoyo de la única edil de los de Abascal, que pasado el tiempo renunció a la Agencia de Desarrollo Local que había recibido a cambio de su voto. Tordesillas (Valladolid) y Aranda de Duero (Burgos) son otros de los ayuntamientos que ya experimentaron entonces el prematuro adiós de Vox.

Le siguió la ruptura general impuesta por la dirección de Abascal en los gobiernos autonómicos que en julio dejó al PP de Alfonso Fernández Mañueco también en minoría en Castilla y León. La inmigración –en este caso la acogida de menores no acompañados llegados a las costas españoles– el argumento bajo el brazo con el que el bloque encabezado por Juan García-Gallardo pasaba del gobierno a la oposición parlamentaria, con 13 de los 81 procuradores en la Cámara autonómica.

Pasar de los 64 concejales que logró en las elecciones municipales de 20219 como cuarta fuerza con más apoyos en Castilla y León a amarrar 309 granjeó a Vox pedir 'voz' en media docena de ayuntamientos en los que se tornó decisivo para entregar el bastón de mando. Incluidos los de dos capitales: Burgos –donde el viernes se rompió el pacto– y Valladolid, donde la coalición sobrevive pasado casi año y medio, con el popular Jesús Julio Carnero como alcalde.

También sigue en pie la que decantó del lado del PP la Alcaldía de Aguilar de Campoo (Palencia), Cantalejo y Sepúlveda (Segovia) y La Cistérniga (Valladolid). Incluso en localidades más pequeñas, la 'tentación' de arrebatar el sillón a la formación de la gaviota fue suficientemente golosa como para alumbrar pactos de Vox con el PSOE, con la consecuente expulsión del partido del puño y la rosa de sus ediles en localidades como Sotoserrano (Salamanca) y Moreruela de Tábara (Zamora).

Y un especial 'trío' formaba Vox con Partido Popular y Coalición por el Bierzo en Ponferrada hasta el pasado febrero, también el marco de la aprobación de los presupuestos municipales, dio por «roto» el acuerdo de investidura a tres después de dar por hecho que iban a entrar en el equipo de gobierno que encabeza el popular Marco Morala.

En Segovia, José Mazarías (PP) gobierna en minoría y su voto de calidad como alcalde le es suficiente para sacar adelante las votaciones. En primavera, con las elecciones europeas en el horizonte, hubo un principio de acercamiento, pero que explotó antes incluso de sellarse y mantiene a los dos ediles de Vox en la oposición.