Investigan a la exabadesa del monasterio de Belorado (Burgos) por vender 1,7 kilos de oro por 130.000 euros
La Policía Nacional rastrea la operación a título personal de Laura García de Viedma, mientras que las religiosas defienden que la venta respetó «todos los requisitos legales»
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La exabadesa del monasterio de Santa Clara de Belorado (Burgos) está siendo investigada como sospechosa de vender 1,7 kilos de oro por 130.000 euros. La Policía Nacional rastrea la operación a título personal de Laura García de Viedma, según publica en su edición de este martes el Diario de Burgos.
La exabadesa sor Isabel de la Trinidad, de nombre Laura García de Viedma, está siendo así investigada por la Policía Nacional, a título personal, tras haber completado una venta de 1,7 kilos de oro en un establecimiento especializado de Burgos. El importe que se habría embolsado con esta operación ronda los 130.000 euros, según reza en el citado rotativo.
Lingotes
Así, recoge que la investigación se centra en averiguar el origen de esos lingotes, alguno de los cuales son de un tamaño considerable. La Policía trata de esclarecer si el oro procede operaciones especulativas de compraventa o si tiene origen en un posible achatarramiento y posterior fundición de bienes, según recoge Ical.
Así, se ha ordenado detener el procesamiento de ese cargamento, que se encuentra custodiado en la tienda donde se efectuó la venta. La investigación señala que, en 2020, las exmonjas invirtieron una cantidad que podría rondar los 34.000 euros en este metal precioso a modo especulativo. No obstante, esta cantidad apenas representa 300 gramos, por lo que la Policía Nacional quiere resolver de dónde salen los 1.400 restantes.
Por su parte, las exmonjas del monasterio de Belorado (Burgos) afirman que la operación de venta de oro fue aprobada por el Capítulo Conventual, consta en los libros contables supervisados por la Archidiócesis de Burgos, y se realizó hace años como parte de una estrategia de inversión.
La entidad religiosa, actualmente constituida como una asociación tras su transformación, asegura en un comunicado, que la operación se llevó a cabo respetando «todos los requisitos legales», tanto en su formalización inicial como en la liquidación posterior.
En el documento facilitado por la asociación, se aclara que la venta no pudo realizarse a nombre de la entidad directamente, por lo que fue la abadesa quien actuó como fiduciaria en representación de la comunidad, algo que se describen como «lícito según el Derecho civil español».
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