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El oro de Belorado: la exabadesa acumulaba lingotes mientras pedía para «subsistir»

Vendieron oro por un valor de 300.000 euros, que se ingresaron en su cuenta personal y no en las de los monasterios

Investigan a la exabadesa del monasterio de Belorado (Burgos) por vender 1,7 kilos de oro por 130.000 euros

Las exmonjas de Belorado, cocinando unos dulces ABC
José Ramón Navarro-Pareja

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Más de cuatro kilos en oro, con un valor de mercado actual por encima de los 320.000 euros. Como si fuera una sucursal de la cámara acorazada del Banco de España, ese es el patrimonio que escondían los muros del monasterio de Belorado mientras las exreligiosas -en un fallido crowdfunding- pedían dinero para «subsistir» y la exabadesa, Laura García de Viedma, acusaba en un vídeo de Instagram al arzobispo de Burgos de estar «hundiendo los dos monasterios, literalmente» y de «llevarlos a la ruina».

Pronosticaba entonces también que los monasterios, «para septiembre, estarán arruinados, si no embargados o vendidos a los bancos». Nunca fue así. Porque mientras la Federación de Clarisas asumía todos los gastos corrientes de los monasterios, las nóminas de los trabajadores y hasta los seguros de autónomos de las exreligiosas (hasta el momento ha asumido el gasto de 225.000 euros), Laura García de Viedma iba vendiendo aquel patrimonio monacal en forma de reserva de oro para ingresarlo en su cuenta personal. Quizá ahí se encuentre la respuesta a la pregunta que tanta gente se ha hecho en los ocho meses que dura el cisma: «¿Si dicen que no tienen dinero, de dónde sacan para pagar a los abogados, obispos sedevacantistas varios, jefes de prensa…?».

Según ha podido conocer ABC, entre el 30 de julio y el 12 de agosto de 2020, las entonces clarisas compraron oro hasta en siete ocasiones a una conocida empresa ubicada en la calle Velázquez de Madrid. Siete facturas, cargadas a las cuentas de los monasterios, con un importe total de 252.166,64 en oro, repartido en diferentes formatos (lingotes de distintos pesos, monedas de edición especial y barras combinadas en forma de tableta que permite la fácil fragmentación). Al precio medio del momento (unos 60 euros el gramo), las hoy exreligiosas acumularon unos 4,2 kilos de oro.

En una nota emitida en la noche de este martes, el arzobispado de Burgos, en nombre del comisario pontificio explica que obran en su poder «siete facturas de compraventa de oro en julio y agosto de 2020 por un valor que supera los 250.000 €: 195.686 € del Monasterio de Belorado y 56.480 € del Monasterio de Derio. Estas piezas de oro fueron adquiridas legalmente y pertenecen a las entidades jurídicas canónicas Monasterio de Belorado y Monasterio de Derio».

Un extremo que las exreligiosas han reconocido a través de un comunicado, firmado por uno de sus abogados, Florentino Aláez. Así, el texto señala que el «Monasterio de Santa Clara de Belorado realizó hace años como inversión una operación de compraventa de oro, una inversión más, un acto de gestión de sus bienes propios acordado por el capítulo conventual y reflejado en los libros de contabilidad, supervisados por el visitador de religiosas de la archidiócesis de Burgos. Es una operación formalizada observando todos los requisitos legales».

El comunicado trata de justificar la operación afirmando que la entidad religiosa ha sido «transformada en asociación», pero no explica que esas dos asociaciones, creadas por las exreligiosas en los primeros días del cisma, no han sido reconocidas por el Ministerio del Interior, por no haber sido creadas acordes a derecho. Una idea en la que también insiste el arzobispado de Burgos, en su una nota. «No es cierto que las entidades jurídicas canónicas Monasterio de Belorado y Monasterio de Derio hayan sido transformadas válidamente en asociaciones. El Ministerio del Interior ha denegado su inscripción, y por eso carecen de capacidad legal para realizar ninguna operación económica», explican.

Las entonces clarisas compraron oro en Madrid en siete ocasiones hasta acumular más de cuatro kilos

Así, esa inversión de más de cuatro kilos de oro se ha ido vendiendo en los últimos meses hasta ser liquidada «en fechas recientes», según reconoce el mismo comunicado. La última venta, la que liquidaba la operación, se produjo hace unas semanas en un establecimiento especializado de Burgos y en ella, Laura García de Viedma vendió 1,7 kilos de oro en lingotes de diverso tamaño y una moneda de edición especial de EE.UU., por los que recibió 130.000 euros.

La inusual venta llamó la atención del establecimiento y también de la Policía Nacional, a la que estas entidades tienen la obligación de comunicar estas transacciones para luchar contra el fraude y los robos de objetos de joyería. Además, también sorprendió que el ingreso fuera a una cuenta personal de la exabadesa y no a la de la entidad que dice representar. «La operación de compraventa no pudo hacerse en nombre de la entidad y, por ello, se formalizó por la abadesa en su propio nombre, actuando como fiduciaria por cuenta de la entidad, algo lícito en el derecho civil español», explican ahora las exclarisas. También añaden que «toda la comunidad es consciente de que la única titular real es la entidad. Y no ha dado lugar a ningún traspaso de fondos de la persona física a la persona jurídica ni de ésta a aquella».

Desde el arzobispado de Burgos también reconocen haber recibido «un oficio del Cuerpo Nacional de Policía que investiga la venta de 1,73 kilos de oro por un valor de unos 130.000€ por Laura García de Viedma donde se afirma que 'ha actuado, de hecho, como administradora de los bienes del Monasterio' y se cuestiona su capacidad de administración, pidiendo a la empresa compradora que 'se abstenga de realizar cualquier actuación con los bienes adquiridos hasta que se acredite el legítimo dominio de esta persona sobre los objetos señalados'. El oficio policial también señala que «se traslada esta información al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción N.º 1 de Briviesca y se pide información al Comisario Pontificio».

El texto del arzobispado también rebate la justificación legal del abogado de las exreligiosas: «El comunicado del Sr. Aláez afirma que «la operación de compraventa no pudo hacerse en nombre de la entidad». Efectivamente así es. Pero no explica por qué. Utiliza el término «entidad» para no llamarla asociación. Y no lo hace porque sabe que la «asociación» carece de capacidad legal para realizar la compraventa».

En ese sentido, explican que «el único que puede hacerlo es quien ostenta la administración y representación legal de los Monasterios que es el Comisario Pontificio, reconocido a todos los efectos por todas las administraciones públicas y las entidades económicas y financieras». Por esa razón, «la exabadesa carece de capacidad legal de ningún tipo para administrar o representar a las entidades jurídicas canónicas Monasterio de Belorado y Monasterio de Derio, que son las propietarias de las piezas de oro, y no las asociaciones». «Aquí se juega al equívoco de ser «fiduciaria por cuenta de la entidad» que se supone se refiere a las asociaciones que ni son propietarias de estos bienes ni tienen capacidad legal para actuar sobre ellos», añaden.

Alrededor de 320.000 euros

De acuerdo al valor actual del oro, y teniendo como referencia la última venta de finales de enero (en la que la exabadesa recibió 130.000 euros por 1,7 kg lo que supone 76,5 euros el gramo), Laura García de Viedma habría recibido en sus cuentas más de 320.000 euros por los 4,2 kg de oro que compraron los monasterios en 2020.

Lo cierto es que -desde antes incluso de la intervención del comisario pontificio a principios de junio pasado-, las exreligiosas han estado usando cuentas personales a nombre de Laura García de Viedma (algunas abiertas en Madrid antes de anunciar el cisma) para disponer libremente de esos ingresos y evitar que fueran a las cuentas intervenidas, en las que, por contra tienen domiciliados todos los gastos. A esas cuentas iba dirigido el 'crowdfunding' a través de Paypal (en el que recaudaron 2.723 de los 20.000 previstos), los donativos que piden a través de las redes sociales y las ventas de la empresa que han creado, Obraetlabora S.L., para comercializar su nueva marca de chocolates, RqueR.

Fuentes de la comisión gestora creada por el comisario pontificio han confirmado a ABC que en las cuentas que fueron intervenidas en junio, no se ha producido ningún ingreso por estos conceptos ni por la venta del oro. «Queda por aclarar quién es el titular de la cuenta corriente en la que ha sido ingresado el importe de la venta: si una persona física o jurídica; ciertamente en ninguna cuenta de las entidades jurídicas monásticas legalmente reconocidas», explica el arzobispado en su nota de prensa.

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