El Dominican Don't Play acusado de intentar asesinar a un rival lo niega y dice que la banda lo «despreciaba» por su tez clara
La víctima, que se desvincula de los Trinitarios, señala al único encausado como autor del machetazo: «¡Me vi casi muerto!»
Un juicio por intento de asesinato confirma la presencia de una 'sucursal' de los Dominican Don't Play en Valladolid
El Dominican Don't Play (DDP) Amador P.K, al que se acusa del intento de asesinato de un Trinitario al que, supuestamente, asestó un machetazo en pleno rostro el 7 de enero de 2024, ha negado la autoría de la agresión y se ha presentado este jueves ante el tribunal como un mero testigo de lo ocurrido aquella noche en la que acudió al locutorio de la calle Nicolás Salmerón de Valladolid junto a otras cinco personas.
El testimonio de Amador P.K, un joven de origen español, de madre también española y padre jordano, ha puesto el cierre al juicio que se inició el pasado martes en la Audiencia de Valladolid, pero que se tuvo que suspender por la ausencia de varios testigos y también la víctima, Cristhian Manuel E.M. Visto para sentencia, el fiscal del caso -única acusación-, pese a la versión exculpatoria del encausado, ha mantenido inamovible su petición de veintiún años y seis meses de cárcel -diecisiete de ellos por delito de tentativa de asesinato, con la agravante de disfraz, y otros cuatro años y medio más por robo con violencia en el interior de un local abierto al público- así como el pago de una multa de 1.080 euros por un delito de daños.
A ello se suma la obligación de indemnizar al lesionado con un total de 25.494 euros por lesiones y secuelas y con otras cantidades a los propietarios de los cuatro patinetes robados. Postura que contrasta con la petición absolutoria de la defensa, que en caso de condena y como solicitud alternativa ha planteado una pena dos años por delito de lesiones y otros seis meses por hurto.
En su declaración, el acusado ha reconocido que la noche del 7 de enero de 2024 acudió al locutorio de Nicolás Salmerón en compañía de otras cinco personas tras haber quedado en una hamburguesería del centro de Valladolid, pero sin saber que poco después, tras consumir una gran cantidad de alcohol, el grupo se trasladaría hasta ese establecimiento en busca de venganza por un enfrentamiento previo con la banda de los Trinitarios.
Según ha esgrimido, ni siquiera sabía que sus acompañantes ocultaban machetes, uno de los cuales, según ha dicho, sí se lo entregaron para que lo guardara cuando el grupo se detuvo ante la puerta del locutorio. Ha mantenido que en ese momento tanto él como un menor -el mismo que el primer día del juicio le identificó como el autor de un machetazo a la víctima, fueron invitados por el resto a permanecer apartados del lugar.
A partir de ahí, Amador, en declaraciones recogidas por Europa Press durante la vista, se ha limitado a indicar que oyó gritos y al poco vio cómo parte del grupo salía corriendo del local y se llevaba los cuatro patinetes eléctricos que había aparcados en el exterior. Él, ha reiterado en numerosas ocasiones, no tomó parte activa en aquella acción de represalia entre bandas rivales.
Sí ha reconocido su vinculación con los Dominican Don't Play, aunque, según su versión, empezó empezó con el objetivo de sacar de la banda a un hermano suyo. Además, ha sostenido que debido a su origen español y tez clara, el resto de componentes de la misma no le tomaban en serio. «Me despreciaban, me insultaban, se reían de mí y me llamaban españolito y pijo», ha incidido Amador, quien incluso ha explicado que fue excluido de un viaje posterior de rendición de cuentas a la localidad madrileña de Alcobendas, donde se encontraba la 'dirección' de la banda, debido a que no se le consideraba digno de entrevistarse con los jefes al carecer de 'galones' y de bagaje delictivo a su espalda.
MÁS INFORMACIÓN
La propia víctima, Cristhian, que este jueves sí ha acudido a la citación en la Audiencia, pero ha negado su vinculación con los Trinitarios, también le ha identificado, sin ninguna duda, como el autor del machetazo -recibió dos, uno en el hombro y otro en la cara-. Según ha aseverado, el día de los hechos, cuando salía del locutorio se encontró con cuatro jóvenes, dos de ellos con la cara tapada, armados con machetes y con malas intenciones.
Cristhian ha asegurado que el primer machetazo lo recibió en el hombro en el exterior del local y al entrar para resguardarse fue cuando llegó el segundo. «Tras recibir ambas heridas traté de defenderme con un botellín de cerveza y entonces otro de los participantes, menor de edad, entró tras de mí para lucirse y darme otro machetazo. ¡Me vi casi muerto!, pero resbaló con mi sangre que había en el suelo y perdió el machete», ha indicado la víctima.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete