Deportista y madre, una suma un poco menos difícil
La jugadora de balonmano y la técnica que han recibido las nuevas ayudas de la Junta ven en ellas un «alivio» y un respaldo a su carrera y piden darlas «más visibilidad»
Dos madres deportistas de élite recibirán la nueva ayuda de la Junta
![Lorena, jugando con su hija en una de las porterías de la cancha del polideportivo Huerta del Rey](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/12/09/Imagen(186415716)-RESAn1NR20QcCJcB9iqljcK-1200x840@abc.jpg)
Cuando la jugadora de balonmano Lorena Aide Tellez se enteró de que estaba embarazada le dio «muchas vueltas». Recuerda que estaba ya «casi de cuatro meses» y fue al término del partido clasificatorio de la Copa de la Reina en Porriño (Galicia), a donde había acudido a jugar con su equipo, el Caja Rural Aula Valladolid. «Había muchos factores en los que debíamos de pensar mi pareja y yo, pero decidimos tirar para adelante. Pensé: 'Soy joven. Ya me recuperaré y podré disfrutar de mi hija viéndome en la grada'».
Pero tras el obligado parón, «fue duro volver a empezar». «Me había cambiado mucho el cuerpo y me pasó factura», recuerda la también internacional cubana: «Tenía muchas ganas de demostrarme a mí misma que podía con eso y más, pero me conllevó muchas noches llorando...». Aún así, apostó por la maternidad sabiendo que «siempre iba a contar con el apoyo de mis amigos y mi esposo, un padrazo». En los ya catorce meses que tiene Cloe le ha tocado hacer encaje de bolillos para conciliar. ¿Lo más complicado? «¡Los viajes!». Su marido también es jugador de balonmano, así que cuando coinciden fuera «me vuelvo loca pensando a quién dejo a mi hija». Generalmente acude a amigas. «En el tiempo que estoy fuera no paro de pensar si estará bien. Luego llega el partido y me centro en ese momento, pero estoy loca por que acabe y coger el teléfono».
Luca, que ahora tiene seis meses, ha acompañado a su madre, Paula Álvarez, técnico en el Club Patín Renedo de Esgueva, desde que nació. «A los 15 días de dar a luz tuve que viajar al Campeonato de España en la modalidad de danza y a los 25 días, a Fuengirola. Recuerdo que fueron momentos estresantes. Durillos de asumir. Cada cierto tiempo tenía que salir de donde estaba para atender al bebé, a cargo de mis padres. Puse un entrenador para que me cubriera en todos los momentos que me tenía que ausentar». Además de que se estaban jugando la temporada, «desde el punto de vista psicológico era muy importante que mi situación personal no afectara a mis deportistas. Quería que vieran que la controlaba, que estaba relajada y todo en orden», sostiene la entrenadora, también psicóloga.
![Paula con Luca, en la pista de Renedo](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/12/09/Imagen(186415710)-U57777224774WYW-660x371@abc.jpg)
Al igual que Cloe, Luca «vino un poco de sorpresa. Muy grata, eso sí, pero no planificada». Supuso una verdadera revolución para esta vallisoletana y su familia, sin la que cree que hubiera sido imposible continuar con un trabajo que dista mucho del de una oficina, que al llegar de la baja maternal «vuelves y lo coges donde lo dejaste». «Yo, el año que viene tengo que volver a campeonatos de España y conseguir los mismos resultados o superiores. Mi nivel de esfuerzo y ambición no pueden bajar».
Hasta 20.000 euros
Y es que desde que Paula y su socia Henar tomaran las riendas de este club vallisoletano, allá por 2016, éste no ha parado de crecer. «Hicimos una inversión muy grande de dinero y de tiempo. Trajimos entrenadores internacionales, coreógrafos... Y tuvimos la suerte de encontrarnos con un grupo de quince patinadores en ese momento muy motivados». Los resultados fueron llegando en forma de medallas en campeonatos de España, europeos y mundiales, lo que ha permitido a este club codearse con otros que superan el medio siglo de historia.
Lorena y Paula, además de estar vinculadas al deporte de alto nivel, tienen algo en común desde hace poco más de una semana. Son las dos únicas beneficiarias de la convocatoria de las ayudas puestas en marcha este año por la Consejería de Cultura, Deporte y Turismo para mujeres deportistas, árbitros, jueces y entrenadoras de alto nivel y alto rendimiento que hubieran sido madres en los últimos tres años. En total, fueron diez las solicitudes que llegaron a la Dirección General, a cuyo frente está Enrique Sánchez-Guijo, quien aventuró en ABC que para las siguientes convocatorias el número podría ser «mucho más alto» porque este tipo de iniciativas tienen «un efecto llamada». La cuantía tope subvencionable, 20.000 euros con la máxima puntuación. Tanto Lorena como Paula, de 26 años, recibirán 15.000, según la resolución del 27 de noviembre en el Bocyl. Un apoyo por el que se muestran muy agradecidas. «Supone un alivio y una tranquilidad», sostiene la técnico, que se enteró de la nueva línea «de casualidad» mientras buscaba la convocatoria de unos premios para sus deportistas. Por ello, no solo cree que se deberían «implementar» este tipo de apoyos, sino «darles más visibilidad».
Soporte para viajes
Cuando el dinero le llegue, Paula, de 30 años, podrá ayudar a costear los viajes de los miembros de su familia que le siguen acompañando a las citas del calendario deportivo para hacerse cargo de Luca. Desde que nació, ha acudido a tres campeonatos de España, un europeo y una Copa de Europa. «El club corre con mis gastos, pero con los de mi familia lo hago yo. Esto nos ha supuesto un desembolso extra muy grande a mi pareja y a mí a mayores de lo que supone un hijo». Lorena dice que el apoyo le servirá «para que a mi hija no le falte nada en este mundo». También para ayudar a su familia de Cuba: «Saber que tengo un fondo para cualquier urgencia y necesidad es un alivio». Mientras, ella sigue disfrutando de cada momento que tiene con Cloe. Aprovecha para ir al gimnasio cuando está en la guardería, por la mañana, aunque a veces no le queda más remedio que llevar a la pequeña a los entrenamientos por la tarde. «Aquí me ayudan mucho. Los delegados del equipo se quedan con ella mientras entreno. Tienen mucha paciencia». Luca también va al 80 por ciento de los entrenamientos de su madre -que incluyen tardes de 15.30 a 22.30 horas y como mínimo dos fines de semana al mes en temporada baja-. «Mi trabajo es mi pasión», reconoce la entrenadora. No saben si Luca y Cloe seguirán sus pasos. «A ver lo que deciden», sostiene Laura. Desde luego, han mamado la entrega de sus madres al deporte desde que nacieron.
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