El balneario de la división: el realojo de 250 inmigrantes desata la tensión en Valladolid
Su reubicación en un palacete de la localidad vallisoletana de Medina del Campo ha generado suspicacias y una polémica política con petición de dimisiones cruzadas
Editorial | Caótica gestión migratoria
![Una cámara graba desde el exterior el Balenario de las Salinas en Medina del Campo, donde han sido realojados 250 migrantes llegados a Canarias](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/10/26/balneario-medina-abc-RHM4zWQd9RxUJa5dn7GetbO-1200x840@abc.jpg)
Tres kilómetros separan el Balneario de las Salinas de la localidad de Medina del Campo (Valladolid). Un camino habitual de paseo donde no es raro ver bicicletas, corredores y caminatas de unos vecinos que el este miércoles se enteraron por la prensa que ... estas instalaciones –cerradas desde hace medio año por obras y con previsión de abrir próximamente– tenían como huéspedes a 183 inmigrantes africanos procedentes de Canarias que el Gobierno ha realojado allí. Este jueves han llegado otros 67 para un total de 250.
Tras la verja de la entrada, los jóvenes –tienen entre 18 y 30 años– conversan en el hall y hay quien pasea solitario por el jardín de un recinto que hoy les sirve de refugio tras unos «días muy duros» después de una travesía en «la que se han jugado la vida». Todos proceden de África subshariana, la mayor parte de Senegal y Mali, «dos lugares en conflicto» de los que huyen en muchos casos buscando su «derecho a protección internacional».
«Estos primeros días son intensos», indica el presidente de Accem Castilla y León, Daniel Duque, quien ha estado con estas personas desde su llegada. Entre quince y veinte integrantes de esta asociación se encargan de la «atención básica de emergencia». Es decir, procurarles el alimento, ropa, un descanso y un control médico, «aunque el chequeo ya lo traen desde Canarias», explica. El perfil es siempre el mismo desde que comenzaron estas crisis migratorias iniciada por la denominada de 'los cayucos' en 2006: chicos jóvenes en busca de un futuro mejor. «Están muy agradecidos y son muy tranquilos, tanto para la atención como para la convivencia», detalla el presidente de Accem, que explica que no todos los que llegan permanecerán allí el mes y medio de estancia que está prevista.
«Hay algunos que tienen familia o amigos aquí e intentamos ponerles en contacto y otros que solicitan la protección internacional», indica. En este último caso, si se concede, pasan a otro tipo de recursos para una atención «más larga».
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Mientras, la localidad está dividida entre quienes están a favor de la acogida y a quienes les preocupa cómo será la convivencia en esta localidad de más de 20.000 habitantes. «Todo lo que sea acoger a quien lo necesita, bien está», señala una vecina. «Cuando han venido ucranianos nadie decía nada, pero con estos chicos de color, sí. El racismo existe», asegura un ciclista que detiene su paseo a las puertas del balneario, donde otro vecino, también en bicicleta, reprocha que «ahora nadie se acuerde» de cuando los españoles salían fuera. Sin embargo, hay quien dice que la llegada de los inmigrantes «no ha caído bien» en el pueblo. «¿Qué va a pasar después?», se preguntan unos, mientras otros critican a un Gobierno que les «toma por tontos» y ni siquiera avisa al municipio de la llegada.
El alcalde, Guzmán Gómez (PP), es consciente del debate, pero pide, ante todo, «calma y tranquilidad». «Tenemos que ponernos en la piel de las personas que peor lo están pasando. Tienen un futuro incierto y tenemos que ser humanos», afirma no sin criticar que «hay que hacer las cosas bien» y en este caso el Gobierno «no lo ha hecho». Y es que, asegura que el ayuntamiento «no conocía ningún detalle oficial» al respecto. Tampoco lo tenía la Junta de Castilla y León. «Lo normal es que hubiera informado», indicó el pasado miércoles sobre un asunto que no tardó en llegar a la esfera política. Por esa «deslealtad» institucional, PP y Vox en las Cortes Autonómicas, pidieron la dimisión de la delegada del Gobierno en la Comunidad, Virginia Barcones.
Además, el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo (Vox), grabó la noche del miércoles un vídeo para sus redes sociales a las puertas del balneario donde clamaba contra la «invasión migratoria», unas declaraciones de las que se desmarcó la Junta, donde gobiernan en coalición PP y el partido de Santiago Abascal, por boca de su portavoz, Carlos Fernández Carriedo, y por las que el PSOE espera que la Fiscalía actúe de oficio al considerar que es un «delito de odio».
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