Hazte premium Hazte premium

CRIMEN EN LA PUEBLANUEVA

La defensa de Íker acusa a la fiscal de «contaminar» al jurado con la sentencia condenatoria a Asier: «Es una aberración»

Las partes permanecen inamovibles en sus conclusiones definitivas. El tribunal debe dirimir si la muerte de Abraham fue homicidio o asesinato

Una venta de marihuana truncada, móvil del homicidio de Abraham: «¡Esos 30.000 euros están manchados de la sangre de mi hijo!» 

Íker llega a la Audiencia de Toledo este jueves manuel moreno
Manuel Moreno

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Íker Martín Martín cuentas las horas para saber la decisión del jurado popular, que ya se ha encerrado en la Audiencia Provincial de Toledo para dictaminar si cometió un homicidio o un asesinato con alevosía cuando, con 18 años recién cumplidos, cortó el cuello a Abraham con el trozo de cristal de una botella de cerveza.

Sucedió durante una discusión en un merendero de La Pueblanueva, en el ocaso del 16 de junio de 2021, en compañía de Asier. Su hermano pequeño tenía 16 años y un juez de menores lo condenó hace una semana, precisamente el día de su cumpleaños, a siete años y seis meses de internamiento en régimen cerrado. ¿Delito según el magistrado? Por el «asesinato» de Abraham, quien se había enemistado con Íker y Asier por un problema con el negocio que tenían en común desde hacía meses: una venta de marihuana truncada estimada en unos 80.000 euros.

La sentencia salió a relucir al comienzo de la última sesión. «Asier ha sido condenado como coautor por asesinato», resumió la fiscal, quien pide para Íker 14 años de prisión y la aplicación de dos atenuantes: confesión y reparación parcial del daño con los 30.000 euros depositados.

Que se llamase la atención del jurado acerca del veredicto sobre Asier, conocido casi tres meses después del juicio en el Juzgado de Menores de Toledo, dio pie al abogado de la defensa a lanzar una durísima recriminación a la fiscal y a uno de los abogados de la acusación particular. Después de loar su intervención y su valía profesional en las conclusiones definitivas, los acusó de «contaminar» al tribunal. «Es una aberración», afirmó el letrado, quien también sentía así dañada la tutela judicial efectiva de su cliente.

En su discurso, la representante del Ministerio Público había dicho también que la alevosía en este caso era clara, pues Abraham «estaba indefenso» y en minoría. Y para ello aludió a la intervención del médico forense, que se «explicó muy bien», aunque el facultativo utilizó una terminología muy técnica y difícil de comprender para un lego. «No se pudo llevar las manos al cuello después de los dos cortes porque estaba inconsciente», aseguró la fiscal.

En ese punto, apeló a la «lógica y al sentido común» para que el jurado apreciase el delito de asesinato. Y añadió: «Íker fue a por él porque le tenía ganas por un problema de drogas».

Luego la fiscal fue al corazón, lo que provocó que el llanto aflorara entre los familiares de Asier sentados en la sala: «Cuando la víctima fallece, es casi un niño, de 29 años, que tenía toda la vida por delante y una niña de 2».

Uno de los dos abogados de la acusación particular, que leyó su exposición final, también tocó la fibra sensible. «Hay una familia que solo podrá llevar flores a Abraham», concluyó su discurso, en la línea de la Fiscalía pidiendo el delito de asesinato, aunque con objeciones: «Hay alevosía, pero no concurren circunstancias para bajarle la pena» de 23 años que el letrado solicita.

Tomás Ferrero, el otro abogado de la acusación particular, reclamó el sentido común, además de «aplicar la lógica y la razón», para que el tribunal popular actuase en consecuencia. También mencionó la condena a Asier, que había sido desvelada por la fiscal, y calificó de «valiente» al juez de menores y de «ejemplar» su sentencia.

Además, criticó la «memoria selectiva» de Íker y de su hermano pequeño en un caso en el que, para Ferrero, «está acreditado el asesinato con alevosía y apreciamos el ensañamiento» por las 17 lesiones que presentaba el cuerpo, sólo dos de ellas «especialmente graves». Se refería a los «dos o tres golpes» que Abraham recibió en la cabeza con una botella de cerveza, lo que provocó que «le sacaran un ojo», y a los dos cortes con un fragmento de ese cristal roto.

Ferrero, que pide 25 años de cárcel, rechazó las atenuantes de confesión, dilaciones indebidas (retrasos) y reparación parcial del daño. «El dinero que han ingresado [30.000 euros] -sentenció- es por la venta de esa droga», la de la venta de marihuana truncada y con la que supuestamente se quedaron los hermanos.

Rollán, el letrado de Íker, recordó que sólo las pruebas que se practican en el juicio son las válidas, con lo que trató de desviar la atención de la condena a Asier que habían comentado la fiscal y la acusación particular.

Y cogió como bandera la necropsia a Abraham para mantener su defensa de un delito de homicidio con tres atenuantes. Citando el informe del médico forense, no hubo alevosía porque la agresión mortal «sólo» pudo suceder estando los tres de pie; tampoco ensañamiento porque «todo ocurrió en un «único acto»; ni Íker realizó dos cortes en el cuello de Abraham, únicamente uno. «Es objetivo, no hay vuelta de hoja», dijo. Luego el jurado se retiró a deliberar.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación