La iniciativa de la Real Fundación de Toledo y La Sagra para recuperar el pasado de un Tajo limpio como «fuente de riqueza»
La campaña, bajo el título de 'Más Tajo', busca reivindicar el papel del río en la cultura toledana, concienciar sobre su estado y contribuir a su preservación. Consta de dos acciones principales: un mini documental y la recogida de basura
¿Por qué el río Tajo se encuentra en tan mal estado?
![Estado del río Tajo a su paso por el Puente de San Martín, desde la Real Fundación de Toledo](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/04/18/tajo-R4rptB7aSdoRl110vFPr8mI-1200x840@diario_abc.jpg)
Adoración Díaz Guerra -Dora, como conocen a esta veterana vecina del Casco histórico de Toledo- todavía rememora los tiempos en los que ella y su familia fueron felices en un Tajo limpio y vivo, uno de los símbolos de la ciudad a la que ella llegó en los años 60 del siglo XX. Desde entonces vive en la plaza de la Retama del barrio de La Cornisa, junto a los embarcaderos del río, donde aún pasea con su perrito junto a las riberas, cuya imagen dista mucho de esa época dorada en la que su marido, experimentado nadador, y sus hijas bajaban a bañarse con su hermana, que vivía en París, mientras ella se quedaba en casa realizando las tareas domésticas.
Esos recuerdos nostálgicos coinciden con muchas toledanos y toledanas como Carmen Maroto, que también guarda en su memoria las mañanas y tardes que ella y su familia disfrutaban en los famosos gangos o merenderos, como los de la playa de Safont o del Barco Pasaje, donde acudían a tomar un refrigerio o algo de comer, como pescadito frito, una tortilla u otras raciones.
Sin embargo, en 1972 todo eso cambió. Hace 52 años se prohibieron los baños por la excesiva contaminación del río y, cinco décadas después, la situación no ha mejorado: los episodios de espumas son constantes y, por supuesto, los baños siguen prohibidos. Tanto Dora como Carmen se lamentan ahora de que todos esos momentos sólo se encuentren su ya débil memoria, puesto que la realidad es otra bien distinta y lo que era un río con vida se ha convertido en una rémora del pasado, nunca mejor dicho.
Para intentar rescatar esa memoria de un Tajo limpio y lleno de vida, así como para concienciar sobre esta situación y, sobre todo, reivindicar el río como patrimonio natural y cultural de Toledo, la Real Fundación de Toledo y Cervezas La Sagra se han unido para poner en marcha 'Más Tajo', un proyecto que se vertebra a través de dos acciones: un mini-documental divulgativo y una campaña de recaudación de fondos para una batida de limpieza del río.
La cervecera toledana, según ha explicado el CEO y Fundador de Cerveza La Sagra, Carlos García, pondrá a la venta, a través de la tienda online de su página web, lotes de uno, dos y cinco kilos de 'Basuraleza' — una simbología virtual de basura en la naturaleza—. Por un precio correspondiente de dos, tres o cinco euros, los consumidores podrán contribuir a la preservación del río Tajo, ya que los fondos recaudados se destinarán a organizar una batida de limpieza con la que se espera recoger alrededor de 3.000 kilogramos de basura. La venta estará activa durante un mes, desde este jueves 18 de abril hasta el 18 de mayo.
![Cartel del proyecto 'Más Tajo', de Cerveza La Sagra y la Real Fundación de Toledo](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/04/18/cartel-U37257282615YqG-760x427@diario_abc.jpg)
La Sagra ha dirigido y producido junto a la Real Fundación de Toledo un mini-documental de cinco capítulos en el que Eduardo Sánchez Butragueño, director de la misma, conversa con especialistas que exploran la importancia del río, de lo que supone para la vida de la ciudad cuando está en buen estado. El primero de ellos es Raúl Urquiaga, miembro de investigadores de la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss, que habla sobre las especies perdidas por la contaminación en el capítulo 'Más Tajo, más biodiversidad', en el que reconoce que ha habido «imporantes cambios» en el hábitat a lo largo de estos años, sobre todo en la vegetación de los bosques de ribera y en los animales que en ella habitaban.
'Más Tajo, más sabor' es el segundo de esos capítulos, que versa sobre el potencial gastronómico del río en el que dos conocedores de ese mundo traen a colación dos productos tradicionales de su entorno. El primero de ellos es la anguila, uno de los pescados que antiguamente se pescaba allí y que servía para depurar los aljibes romanos y árabes, además de ser un regalo envenenado para los judíos y conversos, ya que no tenía escamas y, por tanto, no era un alimento kosher.
De ello ha hablado Juan Ignacio de Mesa en la presentación del mini-documental y de esta iniciativa. El primer alcalde de la democracia en Toledo, además de responsable de la famosa empresa repostera Santo Tomé, recuerda cómo aprendió a nadar al «estilo Tajo» y los tiempos en los que él, junto con sus hermanos, escamaban de pequeños las anguilas, de las que ya no queda ni una en el río Tajo y que sólo sobreviven gracias a las figuras que elaboran en su obrador con mazapán, otro de los productos estrella de la ciudad y símbolo de las tres culturas y religiones que convivieron en la ciudad durante siglos.
Pero, aparte de ello, Enrique García, doctor en Medio Ambiente, también trae a la memoria otro de los productos que tradicionalmente ha estado ligado al río Tajo, como es el paloduz o palo de regaliz, que se recogía de unos arbustos que crecían en sus vegas y vaguadas. Así, recuerda cómo uno de los placeres que había en otros tiempos era ir en invierno a zonas próximas al río con un azadón, con una navaja o con unas tijeras para recolectar ese pequeño palo con sabor dulce que ha deleitado los paladares de muchos vecinos de Toledo, donde incluso llegó a existir una fábrica de este producto.
![Presentación del mini-documental y de la campaña 'Más Tajo' en la sede de la Real Fundación de Toledo](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/04/18/acto-U72247244348VXh-760x427@diario_abc.jpg)
Por su parte, Jesús Carrobles, vicepresidente de la Real Fundación y director de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, conversa sobre los oficios tradicionales asociados al río en el capítulo 'Más Tajo, más riqueza'. Este toledano, perteneciente a una de las últimas generaciones que aprendió a nadar allí, junto a la barca de Safont, habla de los numerosos trabajos que había relacionados con los molinos hidráulicos, batanes y tintes que existían en las riberas, como molineros, azacanes, pescadores, gancheros y otros muchos.
«Las obras en Toledo eran posibles gracias a la arena del río y a la madera que llegaba de aguas arriba», cuenta Carrobles, que tiene claro que el pasado no volverá, pero llama a aprovechar la «cultura del ocio» actual para dar al Tajo una segunda vida, como hacen en otras ciudades con sus ríos, donde los aprovechan como una fuente de riqueza más.
Adoración Díaz Guerra y Carmen Maroto, vecinas de Toledo de las que ya conocemos su pasado, recuerdan anécdotas de sus baños en el Tajo en el capítulo 'Más Tajo, más diversión', mientras que Juan Carlos Ballesteros, doctor ingeniero y académico correspondiente de la Real Academia toledana, conversa sobre los molinos de agua y la capacidad del Tajo como fuente de energía en el capítulo 'Más Tajo, más sostenibilidad'.
Un mini-documental que ha sido presentado este jueves en la sede de la Real Fundación de Toledo, donde el CEO y fundador de Cerveza La Sagra, Carlos García, ha recordado cómo «los más mayores de Toledo y de pueblos de alrededor hablaban de los días de verano en que disfrutaban del Tajo, compartiendo con amigos y familia jornadas de baño, todos juntos, en las orillas situadas a su paso por la ciudad. Sabemos que instituciones y empresas remamos juntos en la misma dirección, y queremos agradecer su esfuerzo y demostrar nuestro compromiso con nuestro grano de arena para continuar concienciando sobre la situación del río, y reivindicando un patrimonio del que esperamos poder volver a disfrutar como antes».
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