Felipe VI, sobre la DANA: «No hay que olvidar las lecciones de esta tragedia»

«Ha sido un golpe profundo», reveló y agradeció las muestras de solidaridad y afecto que ha recibido España desde tantos países, especialmente iberoamericanos. Subrayó que «lo sucedido nos muestra, de la forma más dura y clara, la importancia o incluso la urgencia de trabajar juntos por el bien común», y tener «la humildad de aprender y no olvidar las lecciones de esta tragedia».

Más adelante en su discurso, el Rey señaló que hay que actuar «con mayor celeridad y eficacia», para lo cual se debe «reforzar nuestra capacidad de resistencia y de superación, ante la gran diversidad de riesgos naturales, no solo climáticos».

Felipe VI acudió a la clausura de la cita empresarial en el marco de la XXIX Cumbre Iberoamericana 2024, luego de una larga jornada que comenzó temprano en la mañana con la visita, junto al presidente Daniel Noboa, a las instalaciones de la escuela de fútbol del Complejo Deportivo La Gloria, donde se desarrolla una iniciativa de la ONG ecuatoriana Junta de Beneficencia de Guayaquil, en la que participan 600 niños y que es impulsada por el Club Atlético de Madrid, cuyo presidente, Enrique Cerezo, estuvo presente en el acto. Alejar a los niños de la violencia a través del deporte es el objetivo.

Hacia el mediodía estuvo en la presentación de la Tarjeta Iberoamericana de Discapacidades, instrumento que ofrecerá un marco regional de reconocimiento de derechos a las personas con discapacidad en la región. Se trata de una iniciativa de la Secretaría General Iberoamericana (Segib) y la ONCE.

En su discurso en el cierre del Foro, Felipe VI animó a los empresarios iberoamericanos a «puentear» distancias y buscar alianzas que fortalezcan los sectores económicos, así como ir más allá en la integración económica entre la Unión Europea y América Latina.

Dijo que la historia de Iberoamérica está construida sobre la base de los principios de colaboración y solidaridad y que el tejido empresarial forjado durante estos años refleja la diversidad y el dinamismo de las economías. Por ello, considera la necesidad de una mayor implicación para continuar con nuevos proyectos e inversiones.

Felipe VI también recordó los inicios de la Cumbre Iberoamericana, que se celebró en 1991, en México, y que aseguró «fue un verdadero hito histórico» que contó con el impulso decidido de España para convertirla en un espacio duradero de diálogo e interacción. «En ello seguimos», afirmó, y pidió que las cumbres sigan siendo un espacio de «diálogo e interacción, de cooperación y avance compartido, para construir un futuro más favorable y equitativo».

También agradeció al presidente Noboa y a todo el pueblo ecuatoriano por acogerlos en la ciudad andina de Cuenca, cuyo valioso legado histórico e inigualable entorno la hacen merecedora del reconocimiento por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad, tal y como recordó.

Al cierre del encuentro empresarial, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, presentó un documento firmado por 35 organizaciones de empresarios iberoamericanos para apoyar el empleo juvenil en la región. España será la próxima sede del encuentro empresarial, por lo que Garamendi recibió la invitación para presidir la cita en 2026.

Al finalizar la tarde de este jueves, junto al presidente Noboa, al presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y al jefe de Gobierno de Andorra, Xavier Espot, Felipe VI asistió a la inauguración de la XXIX Cumbre Iberoamericana, en la que participan delegaciones de 19 de los 22 países miembros, pero ningún presidente de la región.