Con ropa informal, arrastrando 'el petate' y «muy ilusionada, con ganas y nervios»
«Un poco de nervios hay que tener», afirmó Don Felipe junto a la Reina y la Infanta
La Princesa Leonor deja atrás el tratamiento de Alteza Real en su primer día como cadete en la Academia Militar
Más de treinta grados en los termómetros y el cielo azul despejado de Zaragoza esperaban a la Princesa Leonor en su ingreso a la Academia General Militar. Un 17 de agosto que queda marcado en la historia de la Heredera de la Corona, ahora dama cadete, pero también en la de España, pues el inicio de su formación militar supone el primer paso para asumir la tarea de «mando supremo de las Fuerzas Armadas», que le otorga la Constitución en su artículo 62, en defensa de la unidad y la integridad del país.
Tras el primer acceso, cuatro militares esperaban atentos la señal que anunciaba la llegada de la Familia Real. El silencio sólo se rompía cada tanto por el sonido de las transmisiones de los walkie-talkies. Con el repicar de las campanas, que marcaba la hora del mediodía, ha llegado la Princesa Leonor, acompañada del Rey Felipe VI, la Reina Letizia y la Infanta Sofía. Tras bajar del coche, frente al edificio histórico de 'la General' al lado de los jardines de la Reina Cristina, la primogénita de los Reyes ha afirmado estar «muy ilusionada, con ganas y nervios». «Un poco de nervios hay que tener», reafirmó Don Felipe, que vistió el uniforme tipo C de diario.
Después de estas declaraciones, en las que la Reina Letizia ha estado muy atenta de la posición que ocupaban sus hijas, los cuatro entraron en el edificio de dirección de la academia, para salir paseando minutos después por la Avenida del Ejército. Entre risas, Doña Letizia departía con su hija mayor, que inicia este jueves su instrucción junto a otros 612 cadetes —entre ellos, 140 mujeres—, antes de detenerse bajo la sombra de un árbol, cuando Leonor se ha ausentado para ir a buscar el petate, que arrastró hasta el momento de la despedida.
«Paciencia y esfuerzo»
Antes de que Leonor se uniera con sus compañeros, el Rey Felipe, que ha dicho tener «muy buenos recuerdos» de su ingreso en el Ejército hace 38 años, confesó haber recomendado a la Princesa «dejarse aconsejar», ya que la experiencia «va a ser muy emocionante». Y añadió cariñosamente: «Le damos todo nuestro ánimo para que los primeros días, que serán duros, los supere con ganas, paciencia y esfuerzo».
Ha sido entonces cuando Leonor, muy atenta a los gestos y las indicaciones de Don Felipe, se ha despedido de él con un abrazo. Después, con dos besos, de su hermana y, por último, de la Reina Letizia, que la abrazó afectuosa y visiblemente emocionada.
Tras este último intercambio, Leonor se ha dirigido a la mesa dispuesta entre las pistas deportivas de la academia, con su maleta y un bolso blanco colgado al hombro a juego con los vaqueros, para realizar el trámite de filiación y unirse al resto de compañeros con los que compartirá el próximo curso. Uno de ellos ha dicho a la prensa que es un «honor» estudiar junto a la Princesa. Otro, que piensa tratarla como «a un cadete más».
Muy pendientes desde la distancia, el Rey Felipe y la Reina Letizia han seguido el camino que recorría Leonor, mientras comentaban algo que sólo han podido escuchar los militares apostados a su lado. Él, con los brazos recogidos en la espalda. Ella, con las manos en los bolsillos del pantalón de traje color arena que ha lucido para la ocasión.
Tras esta pausa y una vez la Princesa de Asturias ha entrado en las instalaciones de 'la General', el Rey, la Reina y la Infanta Sofía han caminado por la calle Alhucemas, perpendicular a la principal, para saludar entre aplausos al resto de familias que este jueves también decían adiós a los nuevos integrantes de las Fuerzas Armadas. De vuelta, directos al coche, donde tras unos últimos gestos de despedida la Familia Real, ya sin la Princesa Leonor, ha iniciado su camino de regreso a Madrid.
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