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SUCESOS

Investigan la muerte repentina de dos senderistas en plena ola de calor en Canarias

La mujer fue localizada sin vida en una zona de montaña de Morro Jable, en municipio de Pájara (Fuerteventura)

Canarias se mantiene al límite con mínimas de más de 30 grados

Un hombre descansa sobre la mesa de una terraza en La Laguna (Tenerife) EFE/ Alberto Valdés

Laura Bautista

Las Palmas de Gran Canaria

El cuerpo sin vida de una mujer de 40 años fue localizado ayer en una zona de montaña de Morro Jable, en municipio de Pájara (Fuerteventura), cuando una llamada alertó de la localización en un camino de tierra de una persona que no respondía a estímulos, por lo que acudió al lugar el Servicio de Urgencias Canario (SUC), que tan sólo pudo confirmar el fallecimiento.

No ha sido la única, también una mujer de 50 años de edad y nacionalidad neerlandesa ha fallecido este domingo tras sufrir un desvanecimiento en el municipio tinerfeño de Guía de Isora, en concreto en un sendero situado en un barranco de la zona de Vera de Erques.

El 1-1-2 del Gobierno de Canarias recibió la alerta, en la que se solicitaba asistencia sanitaria para la excursionista, que se encontraba inconsciente. Se rescató a la afectada y la ha trasladado hasta una ambulancia del Servicio de Urgencias Canario (SUC) en parada cardiorrespiratoria, y a pesar de las maniobras de reanimación al final se ha confirmado su muerte.

Estas muertes repentinas se produce en una ola de calor, donde ya el Servicio de Urgencias Canario (SUC), en el marco de la campaña #TuAyudaSuma, ha publicado una serie de recomendaciones para evitar las insolaciones y golpe de calor ante las altas temperaturas que está registrando en estos días el archipiélago.

Evitar la exposición al sol en horas de mayor intensidad y tomar líquidos ante las altas temperaturas, son algunas de la recomendaciones, más importantes si cabe en niños y personas mayores, ya que son los más susceptibles de sufrir una insolación o un golpe de calor. Además puede influir la toma de diferentes medicamentos o padecer ciertas enfermedades como la diabetes junto a otros factores de riesgo.

Por ello pide extremar las precauciones con estas personas más propensas a sufrir dicha patología.

En los casos de menor gravedad, la persona que sufre una insolación puede presentar dolor de cabeza, cara congestionada, sensación de fatiga, náuseas o vómitos, sed intensa y sudoración abundante, mientras que en los casos graves no existe sudoración pero la piel está seca, caliente y enrojecida. A ello añade que hay riesgo de convulsionar, sobre todo, en los niños menores de 3 años, así como de provocar alteraciones de conciencia.

Para prevenir estas situaciones, indica que «es fundamental» estar atentos a las declaraciones de alerta por altas temperaturas y poner en práctica las recomendaciones de autoprotección.

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