Hazte premium Hazte premium

INCENDIOS FORESTALES

Canarias es «un polvorín» para megaincendios forestales: «Lo peor está por llegar»

El archipiélago es «un polvorín expuesto a megaincendios forestales» con «un poder destructivo sin precedentes», advierten

El incendio de Tenerife generó «un tsunami de fuego imparable» con llamas de 50 metros

Agentes de la UME trabajan contra el fuego en Tenerife, UME AFP

Laura Bautista

Las Palmas de Gran Canaria

Más de 5.000 profesionales de Canarias de las ramas de la ingeniería forestal, la ingeniería agrícola, veterinaria, la agricultura y la ganadería, advierten que el archipiélago es «un polvorín« expuesto a megaincendios forestales que pueden desencadenarse simultáneamente en varias islas.

En un manifiesto, adelantan que es «una amenaza que se aproxima cada año» y que reclama «un nuevo modelo territorial que cuide nuestra biodiversidad».

Para los profesionales firmantes, «no es cuestión de más aviones y helicópteros, sino de un cambio más profundo», porque Canarias es «el escenario perfecto para que se desarrollen cada vez más incendios forestales«. Esos grandes incendios forestales pueden transformarse en megaincendios con »un poder destructivo sin precedentes para personas e infraestructuras que incluso podrían declararse simultáneamente en varias islas«.

Esta amenaza afecta a la mayoría de nuestras islas, señalan, algunas de ellas muy densamente pobladas como son Gran Canaria, Tenerife y La Palma. Según estimaciones de estos expertos, «solo en Gran Canaria hay más de 40.000 personas en riesgo potencial dentro de las Zonas de Alto Riesgo de Incendio declaradas oficialmente». En agosto del 2019 en Gran Canaria, la vida y los hogares de más de 9.000 personas se vieron «directamente amenazados« por un incendio de 9.500 hectáreas, recuerdan, y en el incendio todavía vigente de Tenerife, han sido más de 12.000 las personas cuyos hogares se han visto directamente amenazados por un incendio que ha calcinado casi 15.000 hectáreas.

«Lo peor está por llegar»

El manifiesto advierte que «lo peor está por llegar si no se actúa con rigor y rapidez, porque todavía no nos hemos enfrentado al peor escenario posible«. Señala que, en el actual incendio de Tenerife, la meteorología, sin ser favorable, podría haber sido aún más compleja, con vientos más fuertes y propagaciones más rápidas.

Por otro lado, también podría haberse dado la situación de sufrir múltiples incendios simultáneos, dentro de Tenerife, en otras islas o incluso a nivel estatal, que habrían impedido contar con el ingente número de recursos, medios aéreos y efectivos con los que se ha podido contar, aportados por otros Cabildos, el Gobierno de Canarias o el Estado desde otras provincias.

Este «escenario apocalíptico« no puede descartarse en absoluto, tal como muestran las experiencias de otros países como Estados Unidos, Canadá o Grecia, porque nuestro modelo territorial está provocando »un incremento constante del combustible vegetal en el paisaje y que ello, unido a las condiciones climáticas propicias de Canarias, incrementadas por el cambio climático, generan el «cóctel perfecto» para el «desarrollo de grandes incendios forestales», señala el texto conjunto.

Los expertos plantean que para alejar la posibilidad de que estos terribles escenarios se multipliquen e intensifiquen en el futuro hay que ir al fondo del problema, que es cambiar el modelo territorial, porque «la amenaza no se va a disipar porque se añadan más medios, más helicópteros o más aviones«, sino que »lo que de verdad se necesita es contar con paisajes en los que se puedan apagar los incendios«.

Se trata de construir un paisaje en el que se intercalan diferentes usos del suelo y que, fundamentalmente, supone un nuevo modelo territorial en el que las acumulaciones de combustible disponible para arder están limitadas con «un paisaje mosaico regenerativo«.

Entre las medidas clave para impulsar esta recuperación, el manifiesto cita los Pagos por Servicios Ambientales, esto es, establecer contratos con las explotaciones agrícolas, ganaderas o forestales en los que se les paga una renta anual a cambio de que mantengan sus terrenos en producción y adopten prácticas de producción sostenibles y que beneficien a la biodiversidad. Esta medida se está aplicando actualmente en Gran Canaria mediante el Programa Gran Canaria Pastorea y se considera «imprescindible» que se impulse y amplíe a la agricultura y a la actividad forestal de forma generalizada en el archipiélago.

Otra parte sustancial del modelo es la creación de discontinuidades estratégicas en áreas protegidas que, seleccionadas de forma adecuada, contribuyan a preservar la biodiversidad en las mismas mediante tratamientos selvícolas, quemas prescritas o incluso pastoreo extensivo. De esta forma, actuando en áreas reducidas, se puede «disminuir significativamente el impacto del fuego» y sus consecuencias para nuestra frágil biodiversidad.

Advierte el manifiesto sobre la necesidad de «impulsar modelos productivos regenerativos que contribuyan a la capacidad de la biodiversidad de regenerarse» y a que los ecosistemas naturales y seminaturales se adapten a los futuros escenarios climáticos. «Contar con la naturaleza y su sabiduría natural a nuestro favor es clave«, sentencia.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación