VOLCÁN LA PALMA
Cadena de "traiciones" en el volcán de La Palma: se sabían los detalles de una erupción inminente y no se avisó a los afectados
«Sabían que estaban a menos de 24 horas de la erupción», que pocas horas después «no hubiera muertos, fue solo una cuestión de azar»
![La lava se 'come' una vivienda en Los Campitos](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/02/22/reuters-RQOYSjeWvuVOSYopgR1OmgJ-1200x840@abc.png)
La Iniciativa de Apoyo Ciudadano para los Afectados por el Volcán de La Palma ha recabado información de lo que valoran como «el ninguneo del pueblo palmero» ante la erupción de Cumbre Vieja.
El portavoz de la iniciativa y afectado, vecino del Callejón de la Gata, Óscar Martín, ha tildado de «escándalo» que se ocultase «incontables eventos geológicos, cada vez a menos profundidad, y con un aumento de los parámetros, precursores de la erupción, que avisaban a los científicos de la proximidad de la misma, sin que las administraciones nacionales, regionales e isleñas alertaran a la población en riesgo, para que pudieran asegurar y proteger sus vidas y su patrimonio».
De acuerdo a los datos que ha facilitado la Iniciativa, «se podría haber evitado, tan solo con cumplir nuestro ordenamiento jurídico por parte de las administraciones encargadas de velar por nuestra integridad física, jurídica y económica» parte de las consecuencias de una erupción que «ha destrozado la vida de miles de personas».
A partir del 2017, ha explicado citando a la directora del Observatorio Geofísico Nacional, Carmen López, se empezaron a detectar los primeros síntomas pre-eruptivos «sin que ninguna oficina técnica de ayuntamientos o Cabildo advirtiera a la población, concediendo licencias de obra y cédulas de habitabilidad, hasta en el mismo año 2021, haciendo una clara dejación de funciones». Para la Iniciativa »no informar de un riesgo, más que evidente, en un territorio que tenía los meses contados», es una prueba más de que «no había protocolos de información ciudadana». Esta fue la punta del iceberg, línea de partida de una investigación en la que los afectados representados por la iniciativa han descubierto todo un entramado de avisos que no llegaron a la población.
«Lo sabían, lo sabían y no nos lo dijeron» con «leyes de protección civil que fueron violadas sistemáticamente por nuestros administradores», y que «ya está en manos de distintos despachos de abogados». Según el equipo URGE (Unidad de Respuesta Geológica de Emergencia), del Instituto Geológico y Minero de España, IGME-CSIC, en el número 15, de otoño de 2021, de la revista digital Consorseguros, el día 11 de septiembre (fecha del inicio del enjambre sísmico y 8 días antes de la erupción en superficie), fueron alertados por la dirección del IGME-CSIC, ante el aumento descontrolado de la sismicidad y descenso de la profundidad de la misma, para «llevar a cabo un seguimiento del proceso y poder anticiparse a una, más que segura, erupción volcánica en Cumbre Vieja». Ese mismo día, ya sabían que se enfrentaban a «un fenómeno de tipo estromboliano, con emisión del campo de lavas que podría sobrepasar las 700 ha, y con una duración máxima de 84 días» (finalmente la erupción duró 85 días y 8 horas).
«¡Cómo hubiera cambiado la situación para los afectados, si hubieran dispuesto de esta información!», lamenta Óscar Martín. El día 15 de septiembre de 2021, después de realizar las tareas de reconocimiento en las zonas afectadas y de estudiar los parámetros geofísicos, el coordinador de la URGE se puso en contacto con la Unidad Militar de Emergencias, en concreto con la división de inteligencia, para «trasladar toda la información sobre una inminente erupción en la zona concreta, donde días después se produjo». Ese mismo día, denuncia la Iniciativa, se alerta a las autoridades para que activen todos los planes de Protección Civil, en los que se incluye «proporcionar información veraz y actualizada» a la población, con el fin de proteger vidas y propiedades. «Esto fue desoído por el Gobierno de Canarias y por nuestro Cabildo».
Erupción en las siguientes 24 horas
El día 17 de septiembre, el equipo URGE, emplaza el magma ente 11 y 13 kilómetros de profundidad, constatando el comienzo de la fractura en la corteza terrestre desde abajo, debido al alto contenido en gases, responsable del ascenso magmático hacia la superficie y causante final de la erupción. Para la Iniciativa «la inminencia de la erupción era más que evidente», más aún cuando el día 18 de septiembre, día antes de la erupción, se registró el mayor terremoto hasta el momento, de magnitud 3,8 y a una profundidad inferior a 2 kilómetros.
«En ese momento la URGE avisa a las autoridades, al Comité Científico y de Dirección del PEVOLCA y a la UME, indicando que la erupción se produciría en las siguientes 24 horas», una predicción en la que «no se equivocaron» pero que no llegó a la población que seguía «confiando, una vez más, en los mensajes de tranquilidad que nos trasladaban las autoridades y en las reuniones vecinales que se celebraron en esas fechas, negando la mayor». Para la Iniciativa es aún más grave que «mientras, alertaba a su familia y amigos de lo que estaba a punto de suceder». En esos momentos «cruciales», los afectados «podríamos haber asegurado nuestras vidas y nuestro patrimonio», por lo que a juicio de la Iniciativa demuestra una distinción «entre ciudadanos de primera, con información real, y de segunda, con una venda que intentaban ponernos en los ojos».
En la reunión que convocó el Cabildo de La Palma el mismo día 18 de septiembre para los vecinos de Las Manchas de Abajo, San Nicolás y Jedey, y para los vecinos de La Bombilla, El Remo y Puerto Naos, en el Terrero de Lucha Canaria Federico Simón, «se nos tranquilizaba, diciéndonos que habían decidido mantener el semáforo en amarillo, en donde no cabe la evacuación de la población en riesgo». Algunas personas preguntaron que tenía que pasar , ha recordado Óscar Martín, a lo que los expertos alegaron que «para pasar a semáforo naranja se necesitaba llegar al momento en el que se confirmaba una probabilidad muy alta de erupción».
Con los datos que «los afectados tenemos ahora y nos ocultaron», se confirma que la Dirección del PEVOLCA, con el Gobierno de Canarias y el Cabildo de La Palma al frente «tenía que haber pasado a semáforo rojo», explica la Iniciativa, porque «sabían que estaban a menos de 24 horas de la erupción y el hecho de que pocas horas después no hubiera muertos, fue solo una cuestión de azar».
El presidente insular avisó a sus cercanos sobre el volcán
También ese mismo día 18 de septiembre, el presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata, dijo a los medios que «no había evidencias de que se fuera a producir una erupción volcánica en la isla de forma inminente, a pesar del pedazo de terremoto que todos habíamos sentido a escasos 2 kilómetros de nuestros pies».
Ese día el comité decidió seguir manteniendo el semáforo amarillo «mientras por otro lado llamaba a sus amigos avisando que estaba a punto de estallar el volcán» afirma la Iniciativa.
Tenían incluso las coordenadas
Tal y como denuncia la Iniciativa Ciudadana «los demás no tuvimos ese privilegio de ser avisados, que es más que un privilegio un derecho» y a raíz de ello perdieron sus proyectos de vida bajo la lava. El día 19 de septiembre a las 11.42 horas, ha asegurado la Iniciativa, «tenían hasta las coordenadas de dónde se iba a producir la erupción y una simulación del recorrido de las lavas»
Como ha relatado la Iniciativa, «tres horas y media después, nos estallaba el volcán en nuestra cara, sin que nadie hubiera hecho nada por salvaguardar nuestras vidas y nuestro patrimonio».
Miles de habitantes «tuvieron que salir corriendo de sus casas, con una erupción en marcha, a pocos cientos de metros, para salvar sus vidas, dejando atrás todo lo que poseían y sobre todo, sus recuerdos, en muchos casos, de varias generaciones».
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