Bruselas se prepara para que Feijóo termine la presidencia europea
A tres semanas de lo que apunta a un cambio de Gobierno, el socialista ignora al líder de la oposición para el semestre en que España liderará la UE
El PP crea un equipo «preparado» para la presidencia española de la UE con nombres como Ana Palacio, Margallo y Méndez de Vigo
![Feijóo, este jueves en Bruselas con la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula Von del Leyen](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/06/29/fe_20230629223259-Rw565HWj6XlzM4XYwRcCEzK-1200x840@abc.jpg)
El presidente del Gobierno llegó este jueves al que puede ser el último Consejo Europeo de su mandato. Aunque en las formas tanto los demás Gobiernos como las instituciones europeas actúan con toda normalidad, aparentemente impasibles ante la situación política en España, en Bruselas se ... preparan para un cambio en el Ejecutivo de Madrid . En la reunión de líderes del Partido Popular Europeo (PPE) se produjeron claros gestos de aproximación hacia Alberto Núñez Feijóo, que se fotografiaba con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, que ha ejercido hasta ahora la presidencia semestral, o con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Las reuniones del Consejo Europeo en el mes de junio son siempre la ocasión para el traspaso de poderes de las presidencias semestrales. En este caso además empieza un calendario más comprimido para el Gobierno entrante, precisamente porque en el horizonte más inmediato están las vacaciones de verano. El mes de julio solo sirve para empezar a coger carrerilla para el semestre, justo para tener que frenar bruscamente en agosto, cuando todo (instituciones europeas incluidas) se paraliza. Kristersson le va a entregar formalmente el relevo a Pedro Sánchez, pero lo hará sabiendo que su sucesor puede que no llegue ni al primero de agosto en el cargo y que además ha preparado la presidencia de espaldas al actual principal partido de oposición que puede ganar las elecciones en julio, como le ha explicado personalmente el propio Feijóo.
No era de extrañar que muchos periodistas llegados de toda Europa a Bruselas estuvieran tratando de cruzarse con colegas o funcionarios españoles para intentar aclarar qué va a suceder en esta inédita combinación de premura electoral con el calendario europeo. Que haya unas elecciones en medio de una presidencia ya ha sucedido varias veces, lo que no había pasado nunca es que el Gobierno que va a llevar las riendas de las reuniones europeas organice la votaciones inesperadamente justo al inicio y, además, con todas las encuestas en contra.
De hecho, el conservador Kristersson se había visto antes con Núñez Feijóo en la reunión de líderes del PPE que con Sánchez en la del Consejo Europeo. Feijóo ya había visitado al jefe del Gobierno sueco en Estocolmo y en la reunión de los populares europeos tuvieron un pequeño encuentro aparte en el que, según fuentes del PPE, el sueco ofreció al español toda su colaboración en caso de que gane las elecciones del próximo 23 de julio y tenga que dirigir el grueso del semestre de presidencia europea.
Sánchez se vio también con su colega sueco al comienzo de la reunión en la sede del Consejo Europeo, porque en la UE se guardan las formas, como siempre, hasta que la decisión de los electores se confirme y a todos los efectos el primer ministro español es tratado como el representante del Reino de España, pero ninguno de sus colegas ignora que su situación política es muy delicada. De hecho, el Gobierno anunció que, en lugar de con Kristersson, Sánchez prefirió mantener una reunión formal con el canciller alemán, Olaf Scholz (también socialdemócrata), oficialmente «para preparar los grandes debates de la presidencia española del Consejo de la UE y trabajar por una Europa más unida y más cercana a los ciudadanos».
Estreno en Kiev
También llamó la atención el anuncio hecho por la delegación española, al margen del Consejo, del viaje de Sánchez este sábado a Kiev como primer acto del semestre español y que había sido negociado entre La Moncloa y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, sin ninguna intervención de Bruselas.
De todo el calendario que se conoce de la presidencia española, en el mes de julio no hay más que reuniones informales de ministros, todas en España y en lugares de los que presumir por su belleza, es decir, más cerca del turismo que de la intensidad del trabajo. La única cita importante es la cumbre con los líderes de América Latina, los días 17 y 18 de julio, aunque la presencia de Sánchez ha estado en el alero porque coincidía con una propuesta de debate electoral.
En todo caso, desde las estructuras del Consejo, que es dónde se desarrolla el grueso de la actividad de las sucesivas presidencias, creen que pueden continuar el calendario en un periodo de interinidad en España. «Podemos seguir trabajando con el resto de los países e incluso en ciertos asuntos pueden ir más rápidos si no interviene la presidencia», confesaba un relevante funcionario del Consejo.
La institución con la que Sánchez ha roto ya todos los puentes es el Parlamento Europeo. En Bruselas no pasó desapercibido que en el vídeo con el que el presidente del Gobierno presentó la presidencia española saludase afectuosamente a los presidentes del Consejo y de la Comisión, pero no mencionó, como era de esperar, al Parlamento, como señal de disgusto por el hecho de que se aplazase el discurso tradicional al inicio del semestre.
De acuerdo con altos funcionarios de la Eurocámara, Sánchez atribuye personalmente a la presidenta del Parlamento, la popular maltesa Roberta Metsola, la decisión de haberle privado de ese acto tan vistoso y quiso que quedase claro y que fuera público que no piensa colaborar con ella. Ayer le preguntaron a Metsola por su opinión sobre la inédita situación en la que se puede encontrar la presidencia española y esta utilizó una forma elíptica para no mencionar tampoco a Sánchez, sin ocultar que de todos modos «espero que sea un éxito para la UE».
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