El sacerdote detenido por varias agresiones sexuales denunció a su 'novia' por robarle material informático

El sacerdote detenido en Vélez-Málaga por varias presuntas agresiones sexuales denunció el pasado 6 de septiembre a su 'novia' de Melilla por robarle dinero, unos 3.000 euros, y material informático. Eso fue días antes de su detención el pasado 11 de septiembre. La mujer sobre la que interpuso esta denuncia es la persona que reportó los videos que, al final, sirvieron de prueba para mandarlo a prisión provisional.

Esta mujer, que decía ser su pareja sentimental, denunció en agosto en la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de Melilla que había localizado en el domicilio que ambos compartían un disco duro con fotografías (capturas) y vídeos de contenido sexual. Hizo copia del mismo para poder denunciar. Primero lo puso en conocimiento del Obispado, para luego hacerlo en Comisaría.

En estas grabaciones con un teléfono móvil aparecían varias mujeres semidesnudas, dormidas o bajo los efectos de algún sedante. A ellas les realizaba todo tipo de prácticas sexuales. Los hechos se remontan a su estancia como cura de Ardales y Carratraca, donde llegó en 2017 recién salido del seminario.

Las mujeres que sufrieron los abusos eran todas pertenecientes al círculo de amistades del supuesto agresor. Las cinco víctimas identificadas fueron sometidas en diferentes años, así como nunca en la misma localidad. La Policía Nacional confirmó que ellas no eran conscientes de haber sufrido ningún delito sexual.

Según las fuentes consultadas, se investiga si el párroco aprovechó varios viajes de las parroquias en las que ejercía para poder cometer las supuestas agresiones. Al detenido, que ha ingresado en prisión, se le atribuye la comisión de cuatro agresiones sexuales y cinco delitos contra la intimidad.

Las primeras pesquisas fueron encaminadas a localizar a las mujeres, para saber si realmente habían sido forzadas. Los agentes lograron identificar a cinco víctimas que manifestaron desconocer la existencia de las grabaciones. Además, dijeron que no eran conscientes de haber sido víctimas de ningún delito de naturaleza sexual.

No se descarta que haya más mujeres víctimas. Los agentes averiguaron que las agresiones sexuales se habían llevado a cabo de forma continuada en diferentes años y localidades, con ocasión de viajes de grupos de amigos, entre los que se encontraba el arrestado. Este habría suministrado a las víctimas algún tipo de sustancia que anulaba su estado de consciencia. Así era como supuestamente hacía para poder llevar a cabo las agresiones sexuales.