El exalcalde de Lebrija defiende su 'enchufe' en la Faffe: «No voy a echarme flores, pero le conseguí dos millones de euros»
Antonio Torres ha negado que cobrara estando en su casa sin trabajar: «Eso no se corresponde con la realidad, por Dios santo»
El exdirector de la Faffe justifica el contrato a 'dedo' del ex alcalde socialista de Lebrija: «Busqué el camino más rápido»
![El exalcalde socialista de Lebrija Antonio Torres García (a la derecha), junto a su abogado Pablo Ollero, llegando a la Audiencia de Sevilla](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/10/14/lebrijaa-ROv36VFNAEhXP32fDXtuuwK-1200x840@diario_abc.jpeg)
El exalcalde socialista del municipio sevillano Lebrija Antonio Torres García ha defendido este lunes en el juicio que celebra contra él la Audiencia de Sevilla su contratación a dedo como director de Recursos Externos por la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) porque, a su juicio, resultó sumamente rentable a la extinta entidad de la Junta de Andalucía en los ocho años que estuvo en nómina, desde 2003 hasta 2011. Torres y el ex director general de la Faffe, Fernando Villén, están acusados de supuestos delitos de prevaricación y malversación en la contratación «arbitraria» del primero.
El que fuera regidor de la localidad sevillana durante 24 años ha relatado que tras mantener dos entrevistas con Villén y entregarle su currículum fue contratado por éste con la función de captar fondos externos a la Junta de Andalucía para financiar actividades de la extinta entidad dedicada a dar cursos de formación a desempleados. A preguntas de su abogado, Pablo Ollero, ha presumido de su trabajo: «Yo no voy a echarme flores a mí mismo pero conseguí dos millones de euros a la Faffe y le costé unos 490.000 euros en ocho años. La Faffe debería haber estado...». No terminó la frase pero la impresión que dejó traslucir es que la entidad de la Junta debería haber estado agradecida a él y no al revés.
El exalcalde de Lebrija ha recalcado que ofreció sus servicios a Villén, que lo contrató como directivo en julio de 2003 tras enterarse «por el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía» de que se iba a constituir la Faffe pero que no perdió las elecciones municipales porque, después de 24 años obteniendo mayorías absolutas, decidió no presentarse. De este modo, ha negado que fuera a «pedir trabajo al PSOE».
Se presentó como «profesional de la gestión pública»
Tras conocer «por el BOJA» que la Junta de Andalucía iba a crear la Faffe para políticas públicas de formación y empleo, decidió entrar en contacto con su director general para ofrecer sus «servicios como profesional de la gestión pública», al haber sido alcalde 24 años, presidente de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir, presidente de la antigua sociedad provincial Sevilla Siglo XXI y «diez años profesor de la Universidad de Sevilla».
«Yo podía ayudar a la Faffe en la captación de recursos», ha comentado al fiscal Anticorrupción. Aseguró que él accedió al contacto de Fernando Villén porque era «público» que era él quien había sido designado director general de la entidad, en la que su hermano Manuel Villén ostentaba una dirección inferior.
Visiblemente nervioso durante el interrogatorio, Torres ha negado tajante que cobrara un sueldo de directivo sin realizar labor alguna aunque ha reconocido que no tenía despacho físico en la entidad autonómica porque no era necesario. «La Fiscalía decía que me limitaba a poner en contacto a una persona con otra desde mi casa, que estaba en mi casa sin trabajar; eso no se corresponde con la realidad, por Dios santo», ha contestado a preguntas del letrado que ejerce la acusación popular por el PP, Alfonso Martínez Escribano.
Con posterioridad, el acusado, para el que la Fiscalía reclama dos años y medio de prisión por malversación y cuatro años de inhabilitación por supuesta prevaricación, ha explicado que su labor consistía en impulsar los convenios de colaboración que suscribía con distintas entidades, como los ministerios de Defensa y de Interior para dar formación a militares y lograr la reinserción laboral de reclusos, pero no se encargaba de ejecutarlos.
«Yo no tenía más que un cuerpo»
«Lo único a lo que me dedicaba era a impulsar. Lo único que me hacía falta era dar las clases a los soldados. Yo no puedo ejecutar. Yo no tenía más que un cuerpo, pero si me lo hubieran pedido, lo habría hecho», ha comentado. Ha indicado que ayudó a captar «dos millones de euros de recursos directos» para políticas de la entidad y la firma de decenas de convenios. Habló indistintamente de 50 o de 30 convenios, aunque sólo en uno de ellos aparece su firma, porque por su cargo no le correspondía rubricarlos.
Durante su declaración, Torres también ha justificado que no usase una dirección corporativa de correo electrónico, sino la suya propia personal, porque era más conocido por antigua labor como regidor de Lebrija. «¿Hay que maldecir el correo que yo siempre he usado?», ha ironizado.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete