meteorología
Varios meses de más de 300 litros de lluvia harían que se superara la sequía en Córdoba
Serían unas precipitaciones intensas pero en la última década lo que sucede es que no se llega a la media histórica
Los pantanos de Córdoba siguen bajo mínimos pese a la DANA: ni llegan al 15% de su capacidad
![Imagen de un día de intensa lluvia en Córdoba](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/11/05/intensa-lluvia-cordoba-kNDC-U605706100843AC-1200x840@abc.jpg)
La sequía da ahora la cara con virulencia en la provincia pero sus raíces se hunden, además de en políticas públicas desacertadas, en una seria falta de lluvias prolongada. Córdoba encadena casi diez años hidrológicos -arrancan el 1 de octubre y acaban el ... 30 de septiembre- en los que las precipitaciones han estado por debajo de lo que cabría esperar. El resultado es que las reservas de los embalses de la provincia han caído un 83% en la última década, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).
Y la pregunta del millón es: ¿cuánto haría falta que lloviera para acabar con esta situación de sequía? José Antonio Pérez, técnico de Asaja Córdoba, ayuda a responderla, aunque avisa de que es una cuestión «compleja» de contestar.
Para empezar a hacerlo, primero hace una foto fija de la situación actual. Ahora, en el conjunto de la cuenca del Guadalquivir, hay almacenados 1.500 hectómetros cúbicos en sus pantanos, alrededor de un 19% de todo lo que pueden guardar. A fecha de hoy, la media de los recursos embalsados a lo largo de los últimos 30 años es de 3.700 hectómetros cúbicos. Es un déficit de alrededor de 2.200.
A partir de esos indicadores, se retrotrae en el tiempo. A uno de los últimos episodios de «grandes precipitaciones» que hubo en la demarcación del Guadalquivir: el de diciembre de 2009. Entonces, advierte, «la situación era deficitaria en los pantanos, pues arrastrábamos cinco años de precipitaciones inferiores a la media histórica pero no era una situación como la de ahora porque creo que ésta es la sequía más grande desde que tenemos registros». En el último mes de 2009, sigue este técnico de Asaja, cayó una precipitación media en la cuenca de 327 litros, lo que produjo unas aportaciones a los embalses de 2.500 hectómetros cúbicos. Si se repitiera esa cantidad en el presente, ahonda, se alcanzaría la media de agua almacenada de los últimos 30 años. Pero sólo pasaría en la matemática pura; no en la práctica.
![Imagen tomada en el pantano de Puente Nuevo](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/11/05/pantano-puentenuevo-cordoba-kNDC--624x350@abc.jpg)
Porque hay otro factor clave y lo muestra con otros datos: en la segunda quincena de octubre de 2023, que «ha sido muy lluviosa», ha caído de media en toda la cuenca «82 litros por metro cuadrado y eso ha provocado unas aportaciones de sólo 50 hectómetros cúbicos en los embalses frente a aquellos 327 litros de diciembre de 2009 y sus 2.500 hectómetros cúbicos llegados a los pantanos».
Pérez explica el motivo de este menor aprovechamiento de las precipitaciones. Esto se produce, explica, porque «ahora mismo la tierra está tan seca que chupa el agua y no corre». «Hasta que suelo no se sature a un nivel importante del líquido elemento, no se producirá en condiciones la escorrentía, que es el sobrante de agua en el suelo que corre y llega al embalse», añade.
Los embalses de la provincia han perdido en la última década un 83% del agua que tenían almacenada
Por ello, para acabar con la sequía en la demarcación del Guadalquivir, «sería necesario ese nivel de lluvia intensa de diciembre de 2009 durante varios meses». «Ese año hidrológico 2009/2010 alcanzó los 1.000 litros por metro cuadrado, cuando lo normal en la cuenca pueden ser 550-600», añade.
Sigue indicando que estos mismos datos del conjunto de la demarcación del Guadalquivir «se pueden trasladar con bastante fiabilidad a nuestra provincia». Porque, explica, las precipitaciones de diciembre de 2009 fueron «bastante homogéneas» entre las provincias que conforman el ámbito de competencias de esta Confederación.
De los últimos diez años hidrológicos, sólo en uno la lluvia caída superó a las precipitaciones registradas en los 25 años anteriores
Es decir, para acabar con la sequía en Córdoba, serían necesarios varios meses de 327 litros por metro cuadrado. «Un año hidrológico de 1.000 litros por metro cuadrado, como el de 2009/2010, revertiría la situación, pero aquél fue un ejercicio muy anormal, por la gran cantidad de agua que cayó», finaliza este técnico de Asaja.
Y no es fácil que llueva tanto. Baste observar lo sucedido en los últimos años en la provincia, según los indicadores de la CHG. En el último ejercicio hidrológico, el 22/23, la precipitación media en Córdoba fue de 454 litros por metro cuadrado. Esa cifra se queda un 23,6% por debajo del promedio de los 25 años anteriores (594). Es el quinto año seguido en el que lo que cae del cielo se queda por debajo del registro del cuarto de siglo anterior.
Duro castigo de la sequía
Si se retrocede más en el tiempo, la desolación sube. En los últimos diez años, sólo una vez hubo balance positivo. Fue en el periodo 17/18: las lluvias alcanzaron una media de 655 litros por metro cuadrado y la serie histórica era de 619. Superaron en un 5,8% al registro histórico. De esos nueve ejercicios con saldo negativo, el último, con ese 23,6% por debajo de la serie histórica, es el cuarto peor año hidrológico.
Para darse cuenta aún mejor del duro castigo que propina la sequía, basta hacer una comparación. Si se toma un año muy bueno, como el de 2010/2011, se observa que en él en la cuenca cordobesa del Guadalquivir las precipitaciones medias estuvieron en 909 litros por metro cuadrado, un 47,8% más que la serie histórica. Pues bien, redondeando, esos 900 litros por metro cuadrado serían la suma de todo lo que ha llovido en los ejercicios 21/22 y 22/23 (435 más 454). Con este aluvión de malos datos, la consecuencia fluye sola: el líquido elemento que cae del cielo es insuficiente para compensar, aunque se limite, el consumo doméstico y empresarial de agua.
Y esta acumulación de ejercicios sin precipitaciones ha evaporado en la última década las reservas con las que contaba la provincia en sus embalses. El 31 de octubre de 2013, también según los datos de la CHG, había en los embalses de la provincia de esta cuenca 2.856,4 hectómetros cúbicos guardados, lo que suponía que estaban llenos de media al 83,7%. Diez años después, esa cantidad es de 483,7 hectómetros cúbicos. Son 2.372,7 menos. El desplome ha sido del 83%. Nuestros pantanos se encuentran ahora al 14,6% de su posibilidades de atesorar agua. Son 69 puntos menos que en 2013.
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