Visto desde fuera
Los pasos perdidos
¿Existe una trama que se queda con la pasta de la pintura, que compra la más mala a cambio de entradas para los toros?
Mirar hacia arriba (18/7/2024)
Igual ustedes, que son personas de orden, me lo pueden explicar. Porque es que no vivo. A lo mejor no es un asunto de importancia como, un poner, las cosas que le archivan en los juzgados a Antonio Hurtado ora sí ora también. ... Pero es que me tiene a mal traer. Resumiendo, que no duermo. Y, cuando lo hago, es por el medio orfidal. Mano de santo.
La pregunta es la siguiente. Si el Ayuntamiento de Córdoba tiene en plantilla a 1.568 personas de las que mil trescientas y pico son funcionarias y, el resto, laborales. Si tiene 29 concejales que, en su mayor parte, tienen ya unos salarios buenos, de los de comprarse coche eléctrico. Si tiene directores generales, generales directores, coordinadores que se coordinan a sí mismos, asesores en general y un número no definido de futuros ministrables.
Si el Ayuntamiento de Córdoba, y sigo, tiene un presupuesto anual de 468 millones de euros sumando el ayuntamiento-ayuntamiento y todas las empresas municipales. Si tiene un completo y bien remunerado sector público que va desde las aguas bautismales a la sepultura. Si tiene hasta una orquesta, coña. Que de dónde si no hubiera, a ver. Que se supone que tienes orquesta propia cuando, en fin, vas sobrado y te pones a Mahler.
Si emprende obras carísimas como el tanque de tormentas de Miraflores, ejemplo de prevención ante tormentas probablemente inexistentes. Si construye esos parques nuevos que, sí, que dicen que son jardines aunque usted lo que vea sea un erial donde coger una insolación.
Con una guitarra gigante, en fin, para qué más. Si es que le sobran los millones todos los años a pesar de las bajadas de impuestos por las que usted se ha ahorrado, un poner, diez euros o así. Si gañán que llega, gañán que subvenciona porque para eso están dinero y gañanes.
Si todo eso es como se ha relatado aquí, pregunto: ¿por qué no hay forma de ver un paso de cebra -también llamado de peatones- en las calles? Que yo no sé si se acordarán ustedes de los pasos susodichos. Líneas de cierto grosor, paralelas, pintadas en suelo para decirle al que camina que esa es zona segura y al turista mesetario, que por ahí no te atropellan, paisa.
Porque usted lo que se encuentra son manchillas blancas, dispersas, por el alquitrán, cuando hay alquitrán que esa es otra. Pero las líneas paralelas con su blanco, no, amigos. ¿Existe una trama que se queda con la pasta de la pintura, que compra la más mala a cambio de entradas para los toros? Esto lo investiga Antonio Hurtado fijo.
¿Por qué los pasos de peatones que se ven parecen pintados cuando la UCD? ¿Es que la UE ha aprobado algo como lo de los tapones de los botellines y no nos hemos enterado? ¿O es que es tan difícil, tan extraordinario, mandar a un operario de los mil quinientos (que alguno habrá, digo yo) a dar un repasillo con la brocha y el titanlux?
Otro día se plantearán aquí los dilemas sobre las baldosas sueltas, algunas de carácter histórico, dignas de protección urbanística. El Ayuntamiento dice que lo quiere solucionar y para eso ha puesto otra 'app' de las que no usa nadie. Aleluya. Qué buena idea, cómo no habíamos caído antes.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete