Córdoba en sus postales: un siglo de turismo creciente y transformación
La Biblioteca Central ofrece en su web una amplia colección donada por la investigadora Dolores López-Mezquita Permite recorrer la ciudad desde su irrupción como novedad, en el XIX, y durante su época dorada, en el XX
La historia de Córdoba a través de sus mercados
![Postal del interior de la Mezquita de Fototipia Thomas. Entre 1905 y 1920](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/12/23/ImagenMezquitaInterior-RErJMYdcrazIK1o4rgxCfEK-1200x840@abc.jpg)
Una de las curiosas innovaciones del tránsito del siglo XIX al XX fue la aparición de las tarjetas postales, una novedad que se extendió rápido por Europa y que quedó unida para siempre a la eclosión del turismo como práctica fundamental del ocio contemporáneo en Occidente.
En España, las primeras las sacó al mercado la Fábrica del Sello en 1873, aunque no se popularizaron hasta el final del siglo, que fue cuando se liberalizó su venta al permitir la emisión privada y cuando se generalizó también la técnica de la fototipia, que posibilitó tanto la impresión de fotografías de cartulina como el abaratamiento de los costes.
Unido al avance ferroviario y a la mejora de las conexiones viarias, la novedad se convirtió en costumbre ineludible para cualquier persona que salía de viaje y quería mandar un recuerdo a los familiares o simplemente enviar una felicitación a la familia o los amigos que estaban en la distancia.
Tal fue la moda que las postales inundaron rápidamente Europa.Es más, en apenas unas décadas se convirtieron en preciado tesoro para coleccionistas. Con la fortuna de que en Córdoba una historiadora del arte se dedicó a comprar las que existían de la ciudad durante más de tres décadas. Su nombre es María Dolores López-Mezquita, cuya extensa colección se puede ver hoy digitalizada en la web de la Biblioteca Central de Lepanto, de la que ella misma fue bibliotecaria desde 2007 hasta su jubilación y a la que ha decidido ceder su colección.
La galería de postales, accesible en su web con imágenes de alta calidad, permite analizar la evolución de espacios emblemáticos de la ciudad, algo posible no sólo por las imágenes de las tarjetas postales sino también por la detallada información que la investigadora y bibliotecaria ha añadido a cada una de las imágenes.
![Imagen de la avenida Gran Capitán en una posal del año 1917](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/12/23/ImagenGranCapitn1917-U55803354660CVz-624x350@abc.jpg)
Analiza en ellas el contexto urbano y la evolución de las técnicas fotográficas que fueron modificando las postales desde el blanco y negro coloreado de los inicios hasta el color refulgente de los años 80, cuando esta práctica comenzó a decaer lentamente con el avance de las nuevas tecnologías y hasta la actual mensajería instantánea.
López-Mezquita explica que estudió Historia del Arte en Granada en los 70 y luego se estableció en Córdoba, donde comenzó su labor como investigadora independiente y sus colaboraciones con diversos arquitectos de la ciudad y administraciones públicas. «Comencé a coleccionar postales porque me eran útiles para mi trabajo, me servían de apoyo», explica. Para conseguir las tarjetas, la investigadora recuerda que «iba a los rastros y a las tiendas especializadas en coleccionismo tanto en Córdoba como en Madrid».
Cesión de la colección
Lo que a ella le interesaba especialmente era conocer la evolución de la ciudad, «lo que se había mantenido y lo que no pues eso era importante para mi trabajo». Finalmente, en 2007 dio un giro a su vida laboral y se sacó las oposiciones a bibliotecaria, labor que realizó en la Biblioteca Central. «Cuando ya cumplí cierta edad pensé que lo mejor era donarlas para uso y disfrute de todos, y qué mejor sitio que la Biblioteca», explica.
Fue tras la cesión cuando comenzó el proceso de digitalización y de catalogación, que ha permitido poner a disposición de investigadores y curiosos no sólo la colección de postales sino una información muy detallada que permite entender mejor tanto la evolución de la ciudad a lo largo de las décadas como de las técnicas fotográficas de las postales.La colección de la Biblioteca Central permite ver que Córdoba, con su larga leyenda de ciudad histórica y su legado monumental, participó de este fenómeno desde casi su inicio, pues muy pronto comenzaron a circular postales con imágenes de las zonas más conocidas de la ciudad.
Las fotografías más recurrentes al inicio fueron la del Puente Romano con la Mezquita-Catedral al fondo y las del Patio de los Naranjos. Con el tiempo, los escenarios de estas tarjetas postales variaron y aparecieron en ellas otros monumentos y atractivos como el Cristo de los Faroles, los Jardines de la Victoria y el estanque de Los Patos, las murallas del Marrubial y la Malmuerta, el Palacio de Viana y el de los Páez de Castillejo, el Alcázar de los Reyes Cristianos, la Sinagoga, los molinos del Guadalquivir o la plaza del Potro entre otros muchos.
![Vista general del Puente Romano y La Calahorra de 1957.](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/12/23/ImagenPuenteRomano1956-U37572813246cSD-624x350@abc.jpg)
López-Mezquita explica que por Córdoba se interesaron tanto grandes estudios fotográficos internacionales y nacionales especializados en postales como los que existían en la ciudad. En ese sentido, indica que una parte importante de esta galería de postales proceden del estudio del fotógrafo manchego establecido en Córdoba Rafael Señán González, con la curiosidad de que gran parte de ellas las hizo su hija María Señán Aldeondo tras la muerte de su padre.
Otras pertenecen a estudios muy diversos como Photoglob Zürich, el alemán Puger & Co, el de los suizos establecidos en España Hauser y Menet, el italiano Petracchi & Nottermann, el catalán Fototipia Thomas, el zaragozano Miguel Arribas, el granadino Rafael Garzón o la imprenta cordobesa , fundada en 1884 por el empresario catalán Jaime Costa Asbers y que estuvo abierta hasta los años 20.
De las últimas etapas destacan colecciones como la de la Editorial barcelonesa Escudo de Oro, cuyas postales a todo color con el escudo de Córdoba en una esquina eran un clásico en las tiendas del Casco Histórico desde los años 60 hasta prácticamente el final del siglo XX.
La plaza de las Tendillas, el monumento a Manolete en la plaza de los marqueses de Priego, el ensanche de los Jardines de Vallellano o la popular fiesta de los Patios son algunos de los intereses que marcan esta etapa caracterizada por los avances del desarrollismo primero y finalmente por el final del franquismo y la Transición democrática.
![Medina Azahara en 1917. También del estudio Hauser y Manet](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/12/23/ImagenMedinaAzahara2-U43214454365hSW-624x350@abc.jpg)
La colección de la Central permite al cabo a través de ese fondo ingente de imágenes analizar las poderosas transformaciones que Córdoba sufrió a lo largo del siglo XX, cuando creció y se modernizó de forma acelerada tras siglos de letargo y a pesar del freno que supusieron la guerra civil del 36 y la cruda postguerra.
Especialmente, permite apreciar modificaciones fundamentales como la que sufrieron el entorno de Las Tendillas, el de los Jardines de la Victoria y el de la avenida Gran Capitán entre otros. Las postales facilitan por último evocar la vida de esas personas que al trazar unas breves frases en las postales dejaban constancia de la alegría y la sorpresa de su viaje en esos tiempos en los que no existían las facilidades actuales de la mensajería móvil.
Una época pasada pero de la que pervive el amor de la sociedad occidental por los viajes y la fascinación que la vieja Córdoba despierta tanto hoy como ayer en quien la visita.
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