Medio ambiente
El Ayuntamiento de Córdoba encargará a una empresa la futura limpieza del río Guadalquivir
Deberá pactar con la Confederación los límites y el proyecto técnico de la intervención que sufragará
El Área de Infraestructuras podría hacerse cargo del mantenimiento del Guadalquivir y sacar un contrato
Córdoba espera desde 2013 una obra millonaria para evitar inundaciones
El Ayuntamiento de Córdoba y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) alcanzaron e miércoles un acuerdo para trazar la hoja de ruta que dé estabilidad a la limpieza y mantenimiento del río a su paso por el tramo urbano de la ciudad. ... El gobierno de Bellido quiere pagar su coste, el órgano de cuenca se remite a la múltiple jurisprudencia del Tribunal Supremo y al Plan Hidrológico Nacional en una pelea administrativa que lleva décadas sin cerrarse. Pero esta vez puede ser la definitiva. El encuentro del regidor cordobés, José María Bellido, con el presidente de la CHG, Joaquín Páez, sirvió para sentar las bases de cómo se hará.
Para el Consistorio acabará siendo como un contrato más de limpieza y mantenimiento en otra parte o bien de la ciudad. Las zonas verdes sin ir más lejos. Un contrato a cuatro o más años del que se hace cargo una empresa bajo unos criterios técnicos fijados en el pliego del mismo.
Pues el caso del río Guadalquivir apunta a que será igual. Según las fuentes de ambas partes consultadas por este periódico, lo primero que tendrá que pactarse entre Consistorio y Confederación es el límite y los bordes exactos del cauce donde tendrán que operar máquinas o empleados. Esto es, desde Alcolea hasta Casillas o una franja más amplia y, luego, cuántos metros de servidumbre hasta la misma lámina del agua.
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Una vez se acuerde ese marco de actuación que ya quedará, se supone, que para siempre, vendrá la elaboración de un proyecto técnico de intervención con el asesoramiento de los ingenieros del órgano de cuenca que también será el manual de estilo para limpiar el Guadalquivir.
Fijados los límites y la manera de intervenir llegara la hora de estudiar los costes económicos que conlleva y de ahí se pasará a montar un contrato para licitar los servicios durante un periodo más regular. Según las fuentes municipales consultadas, será una actuación que deberá ir apareciendo en los diferentes presupuestos municipales. De momento, todo apunta a que será el Área de Infraestructuras quien se haga cargo de estas tareas y su supervisión. No obstante hay que recordar que en épocas anteriores cuando las retroexcavadoras y los operarios bajaron a las márgenes del río fueron de Sadeco o bajo su tutela.
La acumulación de vegetación en ambas orillas ahora mismo está en un punto álgido. Tanto en la parte derecha por todo el Balcón del Guadalquivir, Molino de Martos y tramo hasta el puente de Miraflores, como por la otra margen que discurre en torno a Miraflores. A la reducción de flora seguirá la limpieza de la basura que pueda acumularse y aquellas actuaciones más técnicas que determine la Confederación respecto a su influencia sobre el discurrir de las aguas del viejo río.
En un primer momento el alcalde habló de drenaje de lodos y fangos para contrarrestar los riesgos de inundación, pero no hay confirmación oficial de que ese aspecto se haya tratado o vaya a estar incluido en este proyecto técnico.
Antecedentes limpieza del río
La disposición que ha puesto sobre la mesa Bellido sobre un tema polémica ha servido para que en cuestión de días se desbloquee un asunto que ha estado en un constante tira y afloja durante décadas.
En casi treinta años la actuación más ambiciosa fue el encauzamiento del Guadalquivir en su tramo más urbano que se desarrolló entre 1999 y 2003 con 38 millones de euros de inversión sobre 8,6 kilómetros y la apariencia actual con muros y terrazas defensivas, embarcaderos y actuaciones entre puentes (como la de La Torrecilla hasta Casillas).
Esta obra del Gobierno Aznar se dejó en el cajón una segunda fase de 10,5 kilómetros entre los puentes de la autovía A-4 de la que nunca más se supo, pese a disponer de proyecto. A partir de ahí, inversiones salpicadas en el tiempo más por respuesta a problemas que como previsión de los mismos o simple regulación.
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Fue en febrero de 2010 cuando llegaría un punto álgido en toda esta controvertida trayectoria. El desbordamiento del río Guadalquivir a su paso por Córdoba tras una mezcla de lluvias torrenciales y desembalses errados -como la Justicia dijo años después- dejaron en el recuerdo el espanto de las inundaciones, los desalojos y los daños materiales en centenares de viviendas apostadas en dominio público. Y la preocupación.
Desde entonces el ritmo de intervenciones pareció incrementarse, pero ha faltado la regularidad en el tiempo. José Antonio Nieto logró en 2013 un paquete de medidas, entre ellas, la limpieza del río por la CHG (bajo el mando del PP) por 1,8 millones.
Los Sotos de la Albolafia , un espacio protegido, pasaron también por la poda y la limpieza. En 2016 llegó otro saneamiento fluvial en el tramo urbano (más por la zona del Cordel de Écija) con 600.000 euros de presupuesto. Ya en 2020, el gobierno socialista de Isabel Ambrosio sí emprendió una intervención con Sadeco de 1,3 millones que se ejecutó, pero que terminó sin continuidad en el papel oficial, pese a que Sánchez ya había llegado a Moncloa. Desde entonces, la reciente revisión de los sotos entre el Puente Romano y el de San Rafael y que acabó este año (416.000 euros).
Paseo fluvial río en Córdoba
Hay un elemento añadido al foco que el Ayuntamiento de Córdoba pone ahora sobre este asunto. Las líneas maestras del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM), que ya han sido presentadas a nivel público, ponen el énfasis en convertir al río en el broche del cinturón verde de la ciudad que está cerrándose desde Poniente a Levante.
Los propios técnicos de la Gerencia de Urbanismo hablan del 'parque fluvial' como cierre del anillo. Y hay que recordar que en la lista de intervenciones del Plan Hidrológico del Guadalquivir a 2027 se incluye una intervención en un espacio de una longitud de unos 4,5 kilómetros.
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Es una zona entre los molinos de Carbonell [en el entorno de la Ciudad Deportiva del Córdoba] y de Martos, no descartable su extensión hasta el mismo Puente Romano. El coste cifrado ronda el millón de euros y fue otro de los temas que se tocaron algo más de forma tangencial en esta reunión de esta semana.
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