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CÓRDOBA ENTRE LÍNEAS

Antonio Díaz: «La Base Logística nos ha cambiado el chip»

Iba para abogado pero entró en CECO por una casualidad hace 40 años como asesor jurídico: es presidente desde 2016

Manuel Pimentel: «Estamos jugando con las cosas de comer»

Díaz, delante de una avioneta antigua en el aeropuerto, donde su padre fue instructor de vuelo VALERIO MERINO
Rafael Aguilar

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Las casualidades que cambian la vida de una persona, su destino. En el caso de Antonio Díaz (Córdoba, 1958) fue un cartel colocado en la sede del Colegio de Abogados, que a comienzos de los años ochenta del siglo pasado, cuando él llevaba unos meses como pasante del despacho de Antonio de la Riva, estaba en el edificio de la Audiencia Provincial de Conde de Vallellano. «Se necesita abogado joven para organización empresarial», decía el aviso.

«Yo no sabía entonces qué era una organización empresarial, pero llamé: era para incorporarse a la asesoría jurídica de la Confederación de Empresarios (CECO), que tenía su domicilio en Doce de Octubre», señala quien desde ese momento ha pasado por los principales puestos de responsabilidad de la entidad, de la que es presidente desde 2016.

Además, Díaz acaba de ser reelegido máximo responsable de la Cámara de Comercio. Casado y con dos hijos -una chica que trabaja en Repsol y un chico experto en el desarrollo de videojuegos que está a punto de marcharse al Reino Unido-, guarda un recuerdo imborrable de su padre, que se hizo cargo al principio de su vida profesional de la empresa familiar de materiales de construcción y que acabó de piloto de vuelos comerciales.

-Parece que el aeropuerto despega por fin. A usted eso le toca el corazoncito, ¿no?

-Mi padre fue instructor de vuelos en el Aeroclub. Creo que fue el primero de Córdoba. Él tenía muchas avionetas, porque volaba con muchas personas que necesitaban un complemento en los mandos. Él formó altruistamente, por deporte, a muchas personas. He volado mucho con mi padre, que falleció hace siete años, sobre todo en su etapa deportiva: nos íbamos en avioneta a Málaga y volvíamos por la tarde a Córdoba. También hacíamos algunos vuelos internacionales. Por eso me ha alegrado hacerme fotografías para esta entrevista en el aeropuerto de Córdoba, que vemos que tiene un futuro esperanzador, estoy convencido de ello.

-Ese componente sentimental habrá pesado para que le duela especialmente la parálisis del aeropuerto durante tantos años.

-Sí, claro. La parálisis, la inactividad, la falta de toma de decisiones continua. De todas formas, yo creo que ahora se están dando una serie de circunstancias, que llevan ya tiempo, que va a cambiar definitivamente el devenir de la aviación en Córdoba y también el mundo de la empresa en general de la ciudad. Estoy convencido de ello.

-¿Maneja información sobre compañías aéreas que están interesadas en operar en Córdoba?

-Sí. Tengo información acerca de compañías que quieren trabajar desde el aeropuerto de Córdoba. Más pronto que tarde lo vamos a ver.

-¿Qué compañías?

-Pues compañías de tipo medio. No quiero dar ningún nombre en especial porque no estoy autorizado. De tipo medio: de vuelos regionales, de vuelos dentro de España y a Europa, de los que están funcionando dentro de nuestra querida España, y que aquí tienen que hacerlo también.

-¿Cómo se explica que esta ciudad haya tenido tantas décadas el aeropuerto sin vuelos comerciales?

-Posiblemente porque Córdoba no interesaba.

-¿No le interesaba a los cordobeses?

-No, no a los cordobeses siempre le ha interesado. Me refiero a las compañías que podían darle al aeropuerto una oportunidad. Y posiblemente tampoco le interesaba en algún momento a alguna clase política con capacidad de decisión y de llegar a cuerdos importantes. Es verdad que en el mundo aeronáutico se han desarrollado algunas provincias hermanas a más velocidad que Córdoba. Pero Córdoba va a sorprender en breve. Estoy convencido.

«El alcalde con el que mejor he trabajado es José María Bellido: hemos hablado el mismo idioma»

-Ha sugerido que la puesta en carga del aeropuerto va a ser determinante para la empresa cordobesa.

-Sin lugar a dudas. Partiendo del turismo y la cultura, que son unos diamantes que tenemos y a las pruebas me remito: se ha puesto un vuelo 'charter' hace unos días y se ha quedado gente sin poderse montar, pues por algo será. ¿Por qué hay previstos en Córdoba quince hoteles en los próximos años, dos o tres de cinco estrellas? Las cadenas hoteleras no invierten aquí por gusto, sino porque ven que hay negocio. Córdoba es negocio: Córdoba siempre será negocio turístico y cultural, pero además está cambiando y promocionando, yo creo que muy bien, otros proyectos, como el proyecto tractor de la Base Logística del Ejército de Tierra. Córdoba está mejorando en cambio de mentalidad y en cambio de oportunidad para las decisiones empresariales. Eso va beneficiar al corredor ferroviario de mercancías, que no dejamos de reivindicar: tenemos que empezar a ver los camiones encima de los trenes. Todo ese ecosistema logístico, industrial, tecnológico robotizado de futuro va a ser clave en los próximos años.

-La Base Logística, el aeropuerto… ¿Estamos ante el momento más ilusionante de la economía cordobesa de todo el tiempo en el que usted lleva en CECO?

-Yo llevo en CECO toda mi vida profesional: he desarrollado en ella toda mi carrera. Le voy a contar una anécdota que es muy ilustrativa. Al poco tiempo de llegar a la Confederación de Empresarios recuerdo que me llamó un importante empresario y agricultor de la provincia para ver si podía recibirlo en la asesoría jurídica, porque un amigo suyo, también empresario agrícola, tenía un problema. Este señor me dijo que su problema era que quería prescindir de los servicios del encargado de la finca y que no sabía cómo hacerlo. Le expliqué que lo que había que hacer era redactar una carta de despido, motivarla y entregársela, porque, le precisé, ese hombre era su empleado y, él, el empresario. Al hombre se le cambió la cara y me dijo: 'Usted está equivocado conmigo, yo no soy empresario, yo soy labrador'. Ésa era la Córdoba de mediados de los años ochenta del siglo pasado. Y eso ha cambiado.

El empresario, en la terminal del aeropuerto valerio merino

-¿Cuál es el perfil del empresario cordobés actual, entonces?

-Después de lo las situaciones drásticas y de las crisis que hemos pasado en estos últimos veinte años, los empresarios que han quedado son de una segunda o tercera generación, de una generación preparada, formada, y como la copa de un pino, porque tienen iniciativa y capacidad de tomar decisiones, y además miran al mercado exterior y han incorporado la tecnología, la digitalización. Un grave problema que yo he vivido en el mundo empresarial de Córdoba es que nadie tomaba decisiones, y en una empresa hay que estar tomándolas continuamente.

-¿El empresario cordobés es ya valiente?

-Los empresarios siempre son valientes. Ser empresario es una profesión de riesgo, de mucho riesgo. Tomar decisiones siempre es de valientes, y más en esta época de incertidumbre, con la globalización del mercado y con la influencia externa de decisiones políticas que afectan al mundo de la empresa. Por eso, los empresarios que hay son muy buenos, lo que hace falta son más.

-El general de la Brigada 'Guzmán El Bueno', Ignacio Olazábal Elorz, les pedía en estas mismas páginas hace unos días a las empresas cordobesas que fueran competitivas para que no se les adelantaran otras del exterior en el proyecto de la Base Logística.

-Eso se está produciendo. Me consta que hay muchísimas empresas en Córdoba que se están preparando y jugando con inteligencia y con previsión de futuro de cara a los proyectos de trabajo que van a surgir con motivo de la logística y de la tecnología. Nosotros las estamos ayudando desde CECO y la Cámara de Comercio. Las animamos, además, a que colaboren entre ellas, porque eso es más importante que ver en la empresa un adversario. Y no es baladí que entre las adjudicatarias de los tres concursos que ha sacado el Ministerio de Defensa para la Base haya representación cordobesa, aunque no sean mayoritarias en la UTE.

-¿La Base es lo más importante que le ha pasado a la economía cordobesa en décadas?

-Es la decisión que cambia el chip al empresario. Nos hacía falta un proyecto estratégico.

-¿Y qué papel juegan en esta coyuntura los sectores tradicionales, como la joyería o la agricultura? ¿No corren el riesgo de quedarse atrás?

-Se están quedando atrás. La agricultura se está quedando atrás: la PAC no le está beneficiando. Hoy en día, ser agricultor es muy difícil. Y la sequía tampoco ayuda.

-Que el turismo y los servicio sean tan esenciales en la economía local tiene mala prensa.

-Ya, pero no nos podemos pegar un tiro en el pie. La industria está creciendo, sobre todo la que está ligada a la logística, pero hay aún mucha distancia con el turismo y los servicios.

-La política. ¿Cuántas veces ha pensado que es una traba para la empresa?

-Lo he pensado varias veces, que más una ayuda era una rémora. Los políticos tienen que tener una cosa muy clara: que están ahí porque los han puesto los ciudadanos, y tienen que intentar ser útiles. Eso lo entienden unos mejor que otros.

-¿Con qué alcalde o alcaldesa ha trabajado mejor?

-Con José María Bellido, porque hemos hablado el mismo lenguaje muchas veces.

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