ACOTACIONES DE UN OYENTE
Amnesia selectiva y síntomas de agotamiento
Sánchez es más de hablar del clima en el Cáucaso que en Paiporta, aunque tampoco Feijóo ha estado en la sesión del Congreso sobre la DANA
José F. Peláez: Zapatero, a tus zapatos
![El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/11/13/acotaciones-de-un-oyente_720-RlkLwt0w9SXulqroMH3pStM-1200x840@diario_abc.jpg)
La comparecencia de Ángel Víctor Torres —cien minutos en total— tuvo un efecto sedante en el hemiciclo. Algo tuvo que ver, sin duda, la cadencia hipnótica del acento canario y ese tono respetuoso que se gasta, que pone la política a treinta y tres ... revoluciones y a los cronistas en una bradicardia que ni Induráin en la etapa Benavente-Tordesillas. Yo creo que podría declarar la guerra a Marruecos, convocar la Liga Santa o invadir Gibraltar y tampoco lo veríamos tan grave. En cualquier caso, entre el halo senequista y el ambiente pesado y gris del cielo de Madrid, la 'depresión aislada en niveles altos' —eso significa DANA— bajó a ras del suelo, se integró entre nosotros y se apoderó de todo como el tufo del vino en una bodega. Y cuando desperté, el dinosaurio aún estaba allí, como José Vélez pero en afónico, cantando una nana muy bajito, casi en secreto.
Aunque es justo decir que el efecto ansiolítico se debió también a que ninguno de los presentes teníamos demasiado interés en ver cómo el pobre Torres se comía el marrón en nombre de Sánchez y de Ribera. En tiempo de escudos sociales, de escudos climáticos y de escudos feministas, nos faltaba solamente el escudo canario, que, como el de Abraracúrcix, funciona también como peana sobre la que se erige el jefe. Que estaba en Azerbaiyán, capital Bakú, porque Sánchez es más de hablar del clima en el Cáucaso que en Paiporta. Aunque, en honor a la verdad, tampoco estaba Feijóo, y es su segunda ausencia no justificada en las últimas sesiones. Suena a consejo de politóloga: «Si Sánchez no va, tú tampoco, desde luego no vas a discutir con Montero o con Yolanda». O quizá fuera un modo de 'cebar' otra comparecencia sorpresa en la sala del escritorio, que utilizó esta vez para pedir a Sánchez que retirara la candidatura de Ribera, dando a entender que, si proponen a otro —que es Planas—, le votan. Ellos sabrán.
En cualquier caso, tras el puyazo canario, el ambiente de la sesión de control estaba más calmado. Alguien puede pensar que el PP no debería sacar este tema en el Congreso teniendo lo que tiene en Valencia. Pero esto es una sesión de control al Gobierno y por supuesto que toca. Ya llegará, espero, el momento de que la oposición socialista pida responsabilidades a Mazón donde corresponda. Los populares, con su amnesia selectiva, sacaron entonces a palestra a sus diputados valencianos y dieron a entender que todo es culpa del Gobierno y no de Mazón; los socialistas, con una amnesia simétrica, nos intentaron convencer de que todo es culpa de Mazón y no del Gobierno. El argumento popular: las confederaciones hidrográficas dependen de Ribera, solo ellos conocieron el caudal y no solo no avisaron del desbordamiento, sino que no declararon la emergencia nacional, como debieron, para obtener rédito político. El argumento socialista: en un Estado autonómico el liderazgo de una emergencia como esta le corresponde a la Generalitat a cuyo servicio pusimos y seguimos poniendo todos los recursos del Estado, aunque no los hayan pedido y aunque hayan sido unos inútiles, unos incompetentes y posiblemente unos negligentes.
La verdad es que cualquier observador no fanatizado debe entender que todos tienen parte de razón. Bueno, no todos, allí estaban Compromís —Micó e Ibáñez— diciendo que el negacionismo mata, que el capitalismo mata y que Mazón es un criminal que no hizo nada porque quería ayudar a sus amigos. En la misma línea, Belarra, que afirmó que la gestión del PP ha sido homicida y que sacó todas esas exigencias de parvulario, ya saben, que hay que condonar el pago de hipotecas y alquileres, que hay que controlar los precios de los alimentos, que hay que dar una renta básica universal, que hay que sancionar de modo ejemplarizante a los empresarios criminales y que es el momento de duplicar el impuesto a energéticas.
Y como todas las preguntas fueron en la misma línea y todas las respuestas seguían el mismo sendero, al final queda la sensación de que esto ya no da más de sí, que todos tienen responsabilidad en su nivel de competencias y que, puesto que a nadie le interesa seguir dando este espectáculo, quizá sea el momento de ponerse a currar. Que ya va siendo hora.
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