Emanuela Del Re (UE): «La situación del Sahel es diferente a la de Afganistán»

Previamente visitó los Ministerios del Interior y Exteriores y la Comisión de Exteriores del Congreso de los Diputados.

España, con 600 militares y tres helicópteros de transporte, es el principal contribuidor a la misión militar de la UE en Malí, país clave en la región saheliana. Pero también aporta otra misión de seguridad que implica a la Guardia Civil en los países de la zona (Mauritania, Malí, Burkina Faso, Chad y Níger): «Algo muy importante cuando hablamos de entrenamiento de las fuerzas policiales; aunque tampoco debemos olvidar la ayuda de cooperación que realiza España y sus intercambios políticos», subraya Emanuela Del Re.

Sin embargo, no es el Sahel el primer asunto que aborda con ABC. Las consecuencias del fiasco de Occidente en Afganistán amenazan con espolear a los grupos yihadistas que actúan en el Sahel : Al Qaida del Magreb Islámico, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM) y Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS).

«Estamos preocupados por Afganistán y cómo pueda afectar a la situación de África, donde hay grupos terroristas con fuerza. Y, claro está, buscarán inspiración en el modo en cómo los talibanes organicen su Estado, con sus propios principios y valores, diferentes a los que hemos estado promoviendo. Para los grupos terroristas es una oportunidad para reforzar su credibilidad en la zona», explica esta política italiana del Movimiento 5 Estrellas especialista en zonas de conflicto como Balcanes, Cáucaso u Oriente Próximo.

Aunque sobre la amenaza yihadista en el Sahel tras el triunfo de los talibanes en Afganistán matiza que «el escenario y la situación son diferentes: existe una fragmentación entre los grupos terroristas en el Sahel. Hay que vigilar la situación de modo constante sin perder el foco en el Sahel, donde debemos probar nuestra habilidad para crear desarrollo, estabilidad y paz hacer frente a la situación de seguridad. Es cierto que los grupos terroristas pueden inspirarse en lo sucedido en Afganistán pero tienen diferentes tradiciones y enfoques entre ellos».

Una de las lecciones aprendidas de la guerra de Afganistán fue precisamente «la necesidad de conseguir objetivos concretos y medibles en el tiempo». Esta es la demanda que muchos países, entre ellos España, ponen ahora encima de la mesa para la misión de adiestramiento de tropas malienses de la UE, que ya ha cumplido ocho años sin que los esfuerzos hayan dado frutos aún: las fuerzas malienses están todavía lejos de poder garantizar la seguridad en la zona, por ejemplo.

Como ya informó ABC, desde el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas se analizarán las causas del fiasco afgano tras 20 años de misión para intentar que no se repita en misiones parecidas –con sus obvias diferencias– como la de adiestramiento en Malí con la UE.

En este sentido, la nueva representante europea para el Sahel visitará la región a finales de mes con el objetivo de analizar cómo poder realizar inversiones que permanezcan en el tiempo en esa zona «Tenemos que asegurarnos de que las inversiones europeas son sostenibles en el tiempo. Tenemos que dar respuestas estructurales a los desafíos. Si intervenimos debemos asegurarnos de que será un esfuerzo continuado en el tiempo, que traiga una revolución real en la sociedad». Reforzar la gobernanza y la legitimidad de las instituciones políticas es el otro gran pilar para sostener la seguridad y el desarrollo en el Sahel, en opinión de Emanuela Del Re.

Otra de las exigencias españolas tiene que ver con que la UE y la OTAN se tomen también como prioritaria la problemática del Sahel –seguridad, inmigración y tráficos ilícitos–. Es lo que se conoce como «visión 360º de las amenazas». Sobre este punto, Del Re admite que, «por supuesto, hay diferentes intereses en los países europeos por sus lazos históricos y geográficos».

Pero, en su opinión, la pandemia vino para cambiarlo: «Nos han enseñado que las amenazas pueden provenir de cualquier punto, aunque no sea de la zona de interés específica». También se aplica a los «socios» africanos de la UE, término que se recoje en la nueva estrategia de la UE.

¿Y la OTAN? ¿Debería involucrarse más en el Sahel? «Es algo que está en discusión. Pero ahora, tenemos a la UE y la ONU, en colaboración con las autoridades locales, una fórmula que está funcionando bien. Debemos ver cómo evoluciona», asegura.