Los votantes catalanes se han mantenido fieles al PP como partido alternativo al independentismo predicado por CiU. La formación que lidera Alicia Sánchez-Camacho ha superado la cifra de 18 escaños que ya poseía, lo que lo confirma su consolidación en una comunidad donde ha sido objeto de cordones sanitarios y firmas ante notario que excluían a los populares de cualquier tipo de pacto.
Pese a ello, un amplísimo sector de población, sobre todo del área metropolitana de Barcelona, ha confiado en el PP para neutralizar la aventura rupturista en la que se ha embarcado Artur Mas gracias a un discurso centrado en los problemas reales de los ciudadanos, que según los populares, sólo pueden solucionarse con unidad y no con confrontación.
Bajo la premisa de que se puede ser catalán y español y que la secesión que defiende Mas coloca a Cataluña fuera de la UE, el PP ha aglutinado el voto que aboga por la convivencia.
El PPC ya alcanzó su cifra récord en las anteriores elecciones de 2010 al alcanzar los 18 escaños con Sánchez-Camacho al frente. Pasa de un 12,37% a más del 13,16% de respaldo de los electores catalanes, y gana casi 32.000 votantes más respecto a las anterioree elecciones autonómicas.
