Ya se sabe que Alfredo Pérez Rubalcaba fue hasta su retirada por una lesión un cualificado velocista. Corría en su adolescencia los 100 metros y ha presumido de llegar a pulverizar el tope de los 11 segundos. El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno las próximas elecciones generales encara la recta final de su campaña con hasta cinco mítines diarios, incluso «recolecta» el voto en diminutas aldeas y poblaciones, consciente de que cada décima que arañe al cronómetro hasta el 20N cuenta. Así que el último vídeo electoral del PSOE está inspirado en su clara afición al deporte y en su vocación de imprimir velocidad: en él, aparece un atleta, corredor de fondo amén de velocista, que mientras atraviesa un paisaje desértico se pregunta si debe continuar, si merece la pena los 35.000 kilómetros recorridos y los 400 encuentros con ciudadanos y emprendedores que han jalonado sus aspiraciones a La Moncloa.
La «voz en off» lanza la interrogación clave: «¿Tanto nos jugamos?». Y a continuación el corredor se responde: «¿La educación, la sanidad, el futuro?» y emprende esa recta final de su periplo (como la campaña que le resta al político cántabro hasta el cierre del viernes) persuadiendo en su carrera a ciudadanos anónimos que le acaban rodeando y escoltando hasta la meta.
Es obvia la analogía que retrata entre el corredor en sus tramos finales y el candidato
El Rubalcaba «sprinter» ha sido una imagen promocionada por los socialistas en diversas ocasiones desde el mismo nombramiento a cargo de José Luis Rodríguez Zapatero como su sucesor, cuando pronunció aquella frase memorable del «alguien que corre los 100 metros en algo más de diez segundos, puede ganar las elecciones en algo más de diez meses».