La vivienda no dará tregua en 2025 y traerá más crisis de oferta y mayores precios: «No hay casas suficientes»
El número de compraventas se acercará a cifras de la burbuja inmobiliaria por la bajada de tipos, pero el déficit de casas irá en aumento
Los límites a las rentas expulsarán a más inquilinos del mercado del alquiler
La empresa pública de vivienda podrá vender en el mercado libre
El 2024 se despide como el año en el que la vivienda ha escalado al primer plano de la agenda política por la magnitud que ha cobrado como problema social. Una crisis a la que el Banco de España puso números en abril al situar ... un déficit para 2025 de 600.000 casas en todo el país -más tarde con Escrivá como gobernador se redujo a medio millón- y que será materialmente imposible de resolver en 365 días. El año que entra vendrá con precios aún más altos en compra y alquiler y las mismas dificultades o más para acceder a una vivienda, sobre todo entre los jóvenes y las clases más vulnerables. Los avales públicos a las adquisiciones, y las subvenciones a los arrendamientos, solo sirven de pomada para unos pocos, mientras en el Congreso de los Diputados sigue atascada la modificación de la ley del Suelo, que el sector considera clave para que cientos de promociones puedan empezar a desarrollarse.
Con esta radiografía, los expertos consultados por ABC son optimistas con los números empresariales, pero no tanto con que en 2025 se vaya a empezar a resolver la 'crisis' habitacional que algunas formaciones políticas denuncian. Si hablamos de compraventas, el director de estudios de pisos.com, Ferran Font, pronostica que el año que viene se asumirán 670.000 transacciones, en lo que será el mejor año desde 2007, tras las bajadas de tipos que lleva acometiendo desde verano el Banco Central Europeo, pero el déficit de viviendas seguirá en aumento. «La falta de oferta se va a ir acumulando y subirán los precios tanto de alquiler como de compra».
Por su parte, el presidente de Tecnitasa, José María Basañez, estima que el precio para adquirir vivienda seguirá al alza, pero lo hará en menor medida a lo que lo ha hecho en 2024. En este sentido, estima que en el caso de la obra nueva, los incrementos se reducirán del 10 al 7% y, en las casas de segunda mano, la subida ronde entre el 3 y el 5%. El tasador no ve margen para que puedan existir bajadas en las principales ciudades españolas y mucho menos en las casas a estrenar. «La evolución del precio de la vivienda depende del coste de los materiales de construcción y de la mano de obra, la disponibilidad y el coste del suelo apto para edificar, y la celeridad con la que los ayuntamientos concedan las licencias de obra. Las tendencias de estos condicionantes no indican que se pueda producir una bajada de precios».
Una ralentización del alza del precio de compra también prevé CBRE, que apunta a un crecimiento general para el cierre de 2024 del 8,2%, mientras que para el próximo año calcula que será del 5,3%. La firma inmobiliaria, sin embargo, estima que en el presente ejercicio se acabarán firmando más operaciones que en el próximo, quedando este muy cerca de las 700.000 y descendiendo ligeramente a 680.000 en 2025. También empezará a coger algo de tracción la obra nueva, que ya este año escalará hasta cerca de los 130.000 visados (+18%) y en el ejercicio venidero encarará los 150.000, según CBRE. Aunque es una cifra muy lejana a los 250.000 hogares que se crearán. «La escasez de oferta, que no satisface los niveles de creación de nuevos hogares, seguirá tensionando los precios y la demanda se seguirá orientando hacia el alquiler», predice la responsable de vivienda de CBRE, Patricia García de Ponga.
Porque si para un segmento del mercado inmobiliario hay poca esperanza, es para el alquiler residencial, a pesar de que la reactivación hipotecaria convertirá a un buen número de inquilinos en propietarios, y miles de inmuebles podrán ser liberados y devueltos a los portales inmobiliarios. O no. Porque las intervenciones de la ley de Vivienda, cuyos límites al precio del alquiler han empezado a ejecutarse este año en Cataluña -y ahora apunta a hacerlo en País Vasco y Navarra-, derivará en más fugas de caseros a otras modalidades de alquiler o a la compraventa, tras generar una crisis de oferta, que ha provocado que en provincias como Barcelona se hayan perdido 10.000 pisos en el mercado tan solo en verano, según el Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos. «No hay viviendas suficientes para cubrir las necesidades de la población. Y lo peor es que esperamos que siga cayendo. Solo en este año, el mercado ha perdido unos 80.000 inmuebles», lamenta el presidente de Alquiler Seguro, Antonio Carroza.
Tensiones sin final a la vista
5%
prevén de media los expertos que crezca el precio de la vivienda durante 2025, un porcentaje menor a la subida vista durante 2024, de alrededor del 8%, tras la reactivación del mercado residencial tras las bajadas de tipos del Banco Central Europeo.
8%
subirá el precio de los nuevos contratos de alquiler el próximo año por las intervenciones a los precios, que provocarán más tensiones de oferta en el mercado.
80.000
inmuebles han salido del mercado de alquiler residencial en 2024, como consecuencia de las intervenciones a los alquileres. Tan solo en la provincia de Barcelona se han perdido en el entorno de 10.000 durante el verano. Para el próximo año se espera que el 'stock' siga a la baja en las zonas intervenidas.
La situación casi de colapso obligará a buena parte de los aspirantes a inquilinos a conformarse con compartir piso, en un momento donde el esfuerzo salarial de los aspirantes se eleva ya al 43% de los ingresos, según Fotocasa. «También comenzarán a surgir nuevas fórmulas para compartir vivienda. Mudarse a zonas más periféricas o rurales buscando alquiler más asequible será una de las tendencias que irán aumentando todavía más, ante la imposibilidad de pagar alquileres en centro urbano», explica la directora de estudios de Fotocasa, María Matos, quien asegura que la presión de la demanda de los municipios colindantes a Madrid y Barcelona ya es, de hecho, más elevada que en ambas capitales. La previsión de Fotocasa es que el próximo año los precios de los arrendamientos suban un 8% de media.
Competencia de inquilinos
Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, añade que otra de las consecuencias de la caída de la oferta será la del aumento exponencial de la competencia entre familias para acceder a una vivienda, sobre todo en los mercados donde se aplique el control de precios. «En la ciudad de Barcelona se llega ya a superar las 60 familias de media que compiten por un piso. Esto no solo genera una enorme ansiedad en las familias, sino que convierte el alquiler en coto exclusivo de perfiles con mejores salarios, más ahorros, mayor apoyo familiar o gran seguridad laboral», apostilla.
Nuevo índice del INE
Como desincentivo para que los propietarios pongan el cartel de 'se alquila', el sector también señala el nuevo índice de actualización anual de los contratos que el INE ha fabricado junto a los ministerios de Vivienda y Economía y que se publicará por primera vez el 2 de enero. «Va a generar mayor malestar en los arrendadores e incrementar su percepción de falta de seguridad jurídica. No deja de ser una nueva limitación que no va a favorecer el incremento de la oferta de alquiler», apostilla el secretario general de la Confederación de Cámaras de la Propiedad Urbana, Miguel Ángel Sánchez Fraile.
El portavoz de la asociación que defiende los intereses de los pequeños propietarios también incide en la necesidad de construir dos millones de viviendas sociales y asequibles para descargar las tensiones de oferta, tras más de una década de parón en la producción de VPO. « La vivienda social debe considerarse una infraestructura social básica del Estado, destinada a evitar el riesgo de exclusión social de las familias más vulnerables, mientras que la vivienda asequible es absolutamente necesaria para nuestros jóvenes».
En ese mensaje también incide Font de pisos.com por el escaso parque público de vivienda que tiene España respecto al resto de países europeos (2,5% del total vs el 9,3% de media en la UE), a pesar de la proyección del Gobierno de construir 184.000 viviendas sociales, y del reciente anuncio de la creación de una empresa estatal de vivienda. «Hay que hacer una apuesta no sólo para anunciar estas nuevas viviendas, sino también para desarrollarlas», remarca el experto, aunque reconoce que se trata de una solución que es a medio-largo plazo.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete