Los sindicatos endurecen las amenazas a la CEOE con huelgas masivas si no firma ya un pacto salarial en el 1 de mayo

Gonzalo D. Velarde

Madrid

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01/05/2023
Actualizado a las 15:52h.

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La reivindicación salarial aparece en escena de nuevo con las celebraciones del 1 de mayo. Con más intensidad este año y a las puertas de las elecciones autonómicas y locales los representantes de los sindicatos mayoritarios elevaron este lunes el tono amenazante contra la patronal con una consigna clara: o hay un pacto inminente de subida salarial en el marco del AENC o los sindicatos empezarán a organizar movilizaciones que se traducirán en un proceso de huelgas masivas a partir de otoño para todos los sectores en los que haya un convenio colectivo pendiente de firmar.

«Es un día muy importante en el año más importante por el ciclo electoral», relataba el secretario general de CC.OO. Unai Sordo, durante la rueda de prensa previa a la marcha del 1 de mayo de Madrid.

«Hay que subir salarios. Queremos que 2023 sea un punto de inflexión. Se puede hacer de dos maneras: impulsando gran acuerdo estatal de negociación colectiva o se puede hacer mediante la negociación convenio a convenio. De forma más desordena y más conflictiva. Y CEOE tiene que decidir si quiere conflicto», aseveraba Sordo asegurando que «o hay acuerdo de salario o organizaremos movilización en otoño hasta ir a una gran jornada de huelgas».

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En la misma línea, el líder de UGT, Pepe Álvarez, apuntó durante la rueda de prensa que «la cuestión fundamental son los salarios y el respeto de riqueza, que cada vez en manos de menos personas» Recordaba también que «los beneficios empresariales están subiendo y tiene que tener repercusión en los trabajadores».

«CEOE tiene que saber que el tiempo se acorta y que si no se llega a un acuerdo habrá conflicto. O llegamos a un acuerdo en un periodo breve o el conflicto será general para todos los convenios con mesa de negociación abierta», reiteraba el secretario general de UGT.

En este punto, Álvarez concluyó señalando a los pequeños empresarios y autónomos aludiendo a su responsabilidad de no hacer seguidismo de las grandes patronales empresariales. «Quiero pedir a autónomos y pymes que no sigma las consignas de sus patronales... el autónomos no está amenazado por el sueldos de sus trabajadores sino por las grandes corporaciones que se quedan los contratos y los beneficios», advertía Álvarez.

Los sindicatos también apelaron al carácter «reivindicativo» de este día recordando que «tiene que servir para consolidar las conquistas tan importantes» de esta legislatura, como la reforma laboral o la reforma de las pensiones. «Hay que reivindicar y exigir hoy a las organizaciones políticas que concurran a esas elecciones que no nos tomen el pelo, que hablen de las cosas que van a tener que decidir», remarcó Álvarez.

Y como colofón al manifiesto inicial, intervinieron en la rueda de prensa del los sindicatos hasta tres miembros del Gobierno de España: la vicepresidenta y ministra de Trabajo Yolanda Díaz, la ministra de Igualdad, Irene Montero, y el ministro de Consumo, Alberto Garzón.

«El Gobierno y los sindicatos han cumplido y le toca a las patronales», apuntaba la vicepresidenta Díaz durante su intervención en espacio habilitado por CC.OO. y UGT en el Círculo de Bellas Artes. «Los sindicatos tenían razón cuando decían subir los salarios. Es imposible que el salario mediano sea de 21.000 ni 1.500 euros en 14 pagas, eso no permite vivir con dignidad en muchas ciudades de nuestro país», argumentaba.

«Hago un llamamiento a la patronal para que cierre un acuerdo del AENC. La patronal que tiene que estar a la altura, sentarse y decirle a los trabajadores que van a subir los salarios. Es lo que toca en el día de hoy», zarandeaba Díaz en su discurso argumentando que «los beneficios de las empresas son insoportables en comparación con las medias salariales» y señalando que espera «que lleguen a un acuerdo en mayo».

Montero, por su parte, avisó de que el Gobierno «no puede permitirse concluir la legislatura con dos temas pendientes tan importantes para las familias y los trabajadores», topar las hipotecas y los precios de los alimentos. Mientras que Garzón celebró el «cambio de paradigma con la reforma laboral» y señaló la necesidad de «considerar que el trabajo de para vivir y no vivir para el trabajo».