Saura cierra 'in extremis' el pacto con los sindicatos que le exigía Hacienda para desatascar el rescate de Correos

Según estas mismas fuentes, la dirección de Correos convocó ayer a los secretarios generales de CC.OO., UGT, CSIF, Sindicato Libre y CGT a una reunión este martes en la sede corporativa del operador postal, en la madrileña calle de Conde de Peñalver, con la intención de cerrar un pacto laboral -esencial para asegurar el futuro de la empresa postal-, que se ha complicado sobremanera y que ha requerido la implicación directa del presidente Pedro Saura para convertirse en una realidad.

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Bruno Pérez

No hace ni diez días que la mayoría sindical en Correos, representada por UGT, CSIF y Sindicato Libre, se desentendió de la negociación por entender que la Dirección de Recursos Humanos de la empresa había mantenido una negociación paralela a sus espaldas con el sindicato más representado, CC.OO. En una nota interna distribuida a sus afiliados, UGT transmitió que el marco de negociación constituido «no tenía las garantías mínimas, no era confiable o no respetaba a gran parte de la representación sindical».

La crisis obligó al presidente de Correos a implicarse en primera persona en la negociación hasta el extremo de negociar punto por punto el texto definitivo que se prevé que se firme esta misma mañana. Según fuentes conocedoras de la última propuesta de acuerdo distribuida por Correos a los sindicatos, el nuevo texto incide de forma singular en la necesidad de que todo lo que se acuerde se dialogue de manera transparente y con todas las entidades implicadas en el acuerdo.

El documento firmado esta mañana recoge las principales líneas de acuerdo básicas y no precisa las condiciones concretas de los aspectos que han despertado mayor interés entre los trabajadores de Correos, como el plan de salidas incentivadas (prejubilaciones) o la reorganización interna del trabajo, con la mirada puesta en intensificar el trabajo por las tardes y los fines de semana en las oficinas de Correos para poder plantar cara a la competencia del sector privado a la que se enfrenta la empresa pública.

No obstante, el personal de Correos no tendrá que esperar mucho para conocer en qué condiciones se desarrollará esta reestructuración interna. El acuerdo prevé que ambos aspectos, así como el nuevo plan de carrera para la plantilla o la reforma de los incentivos y los premios por productividad, se tendrán que acordar entre la empresa y los sindicatos firmantes antes del 15 de marzo, y como paso previo ineludible antes de abrir la negociación del nuevo convenio colectivo, para cuyo acuerdo el plazo será algo más amplio, hasta el mes de octubre.

Tanto las fuentes sindicales como las de la empresa consultadas por ABC coinciden en que la articulación de un marco laboral más flexible y adaptable a las necesidades que plantea la competencia fue una exigencia ineludible impuesta por Hacienda y la SEPI para respaldar financieramente al plan de rescate de Correos, que según reconoce el propio acuerdo se encuentra en una situación crítica que amenaza su sostenibilidad a futuro.

Correos recibirá a partir de 2025 y al menos hasta 2030 entre 400 y 500 millones de euros al año tanto por la prestación del Servicio Postal Universal (SPU), que viene prestando hasta la fecha con una asignación anual que apenas supone 110 millones de euros; y por los nuevos servicios de interés generales que prestará en lo que ha dado en denominarse SIEG y que el Gobierno acaba de regular legalmente.

Solo a través de la financiación presupuestaria Correos más que cuadruplicará los ingresos que recibe en la actualidad y está previsto que reciben inyecciones adicionales en concepto de inversiones y tal vez también para sufragar su plan de prejubilaciones. El Gobierno, SEPI, la compañía y los sindicatos confían en que estas nuevas inyecciones financieras permitan a la empresa salir de su situación actual y estabilizar sus finanzas.