El PIB mantiene el pulso y avanza un 0,7% en el arranque del año
La economía española acelera su ritmo de crecimiento hasta el 2,4% con las primeras señales positivas en meses del lado de la inversión
El excedente de las empresas se estanca en un contexto de subidas salariales y baja productividad
El Gobierno presume de subir las pensiones casi un 30% en cinco años pese al aviso de Bruselas por el alza del gasto y el déficit
Las autonomías salen de la pandemia con un lastre de 15.000 millones en gastos extra
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo
La economía española mantiene el pulso y continúa esquivando la depresión general que atenaza a la mayor parte de las economías europeas. A horcajadas del potentísimo caudal de fondos que llegan de Europa y del cada vez más competitivo sector exterior, el Producto Interior Bruto (PIB) avanzó un 0,7% en los tres primeros meses del año y apuntaló un ritmo de crecimiento del 2,4%, que vaticina que la economía española podría volver a superar las previsiones en el año en curso, para el que la predicción oficial vaticina un crecimiento del 2%.
Para cumplir el objetivo de crecimiento anual del 2% la economía española apenas tendría que crecer otro 1,3% en los tres trimestres que quedan de año. De hecho, aunque la economía entrara en un repentino estancamiento de aquí a final de ejercicio el dato de crecimiento ya sería del 1,4% a la luz de la cifra proporcionada este martes por el INE, que además está sujeta a revisión. Estadística ha revisado de hecho al alza el crecimiento de los tres trimestres anteriores, si bien ha revisado ligeramente a la baja el dato del primer trimestre de 2023.
La información difundida este martes por el INE atestigua además una composición más sana del crecimiento, con una menor contribución del consumo público, que actuó como acelerador de la economía a lo largo del año pasado con el consiguiente riesgo para la estabilidad de las arcas públicas y que retrocedió un 1% entre enero y marzo; y una cierta aportación positiva de la inversión, el gran foco de incertidumbre al que todos los analistas señalan a la hora de valorar la capacidad de la economía española para crecer a medio y largo plazo.
Primeros síntomas de reactivación de la inversión
La formación bruta de capital fijo, el componente que refleja el comportamiento de la inversión, avanzó en el primer trimestre del año un 1,3%, su mejor dato en 15 meses, y ofreció buenas sensaciones tanto por el lado del esfuerzo inversor en bienes de equipo como en construcción. Un buen síntoma para un indicador clave para la sostenibilidad del crecimiento económico a medio plazo y que todavía no ha recuperado los niveles en los que se movía antes de la pandemia pese al supuesto efecto tractor sobre la inversión privada que el Gobierno calculaba que tendrían los fondos europeos.
Consciente de que es el flanco débil del crecimiento español, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha dado este martes la bienvenida a los datos difundidos por el INE destacando el crecimiento de la inversión, especialmente en bienes de equipo (3,7%) -el componente de la inversión que se ha comportado de peor forma tras la pandemia- y en vivienda (3%) -una de las nuevas prioridades de la política económica del Gobierno- y subrayando que los datos del primer trimestre muestran un patrón de crecimiento «más equilibrado».
Hasta la fecha lo que se ha visto es, sí, un incremento del consumo público pero no un impulso a la inversión, que según los analistas es la clave para que ese caudal de recursos tenga un impacto duradero sobre la economía española.
El consumo de los hogares mantuvo en el primer trimestre del año un ritmo de crecimiento razonable, del 2,3%, aunque tal vez contenido a la luz de que el empleo está creciendo un 3,4% y la remuneración de los asalariados un 8,4%, según los datos difundidos este martes por el Instituto Nacional de Estadística.
El crecimiento del primer trimestre volvió a apoyarse de forma fundamental, sin embargo, en el sector exterior, que aportó cinco de las siete décimas de crecimiento registrado en el periodo, gracias a un incremento de las exportaciones del 2,4% y un avance mucho más contenido de las importaciones, del 1,1%.
Cae el excedente empresarial, suben los salarios
Pese al ruido generado en torno a los beneficios empresariales en los meses inmediatamente posteriores a la pandemia, lo cierto es que la evolución del excedente bruto de explotación, que aproxima el comportamiento de las ganancias de las empresas, se está comportando de forma moderada. Según los datos del INE, el indicador cayó un 2,8% en el primer trimestre del año y presenta una evolución interanual del 2,6% frente a las cifras cercanas al 18% que presentó en los meses más duros de la espiral inflacionista.
El dato contrasta poderosamente con la evolución de las rentas de los asalariados, que empezaron 2024 creciendo a un ritmo del 2,9% y presentan un avance interanual del 8,4%.
El empleo en términos de equivalencia a una jornada de tiempo completo cayó levemente en el primer trimestre, pero presenta un avance interanual del 3,4%, algo más suave del 3,9% en que acabó el año; si bien las horas efectivamente trabajadas continúan mostrando un perfil bastante más moderado alimentando la línea de pensamiento que apunta a un cierto sobreempleo en la economía. Retrocedieron un 0,3% en el arranque del año y en comparación con hace doce meses presentan un avance de apenas el 1,3%.
La productividad por puesto de trabajo ha caído un 0,9% en los últimos doce meses, si bien por hora trabajada ha tenido un avance del 1,1%.
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