La patronal juguetera pone el foco en Temu o Shein: «El 80% de los juguetes de los marketplaces no son seguros»

Hay que recordar que actualmente la Unión Europea está trabajando en una nueva normativa que reforzará los mecanismos de seguridad en el sector, pero para la patronal española, la autoridades europeas se han olvidado de lo más importante, el control sobre los 'marketplaces'.

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Salmón se refiere a Temu o Shein, empresas del comercio 'online' que, a diferencia de Amazon, distribuyen productos sobre los que no se hacen responsables. En muchos casos, explica la presidenta de la patronal -y ahí están las constantes noticias sobre incautaciones policiales para demostrarlo-, estas plataformas distribuyen productos que proceden de instalaciones que no están auditadas ni cumplen las normas de salubridad.

Dado el alcance del fraude, es «imposible», explica Salmerón, dar la cifra de cuántos juguetes potencialmente peligrosos para los niños están a la venta en España, pero la patronal juguetera ha encargado estudios que cifran en un 11% la facturación que pierde el sector a causa de este problema; en términos de pérdida de empleo, es un 5%.

En el último estudio realizado en octubre por la asociación europea del juguete, TIE, el 86% de los más de 100 juguetes comprados en 10 mercados en línea no cumplían las normas de seguridad de juguetes de la UE, y el 80% suponían, además, riesgos graves para la seguridad de los niños. En marzo había realizado uno similar sólo con Temu, y el porcentaje de inseguros subía al 95%.

Añádase a esto el problema de la competencia desleal: «Los paquetes que se envían por medios legales pagan despachos y aduanas y cuadriplican el coste logístico respecto a los que no cumplen las normas», zanja Salmón.

Todo esto sucede a pesar de que la legislación de la UE obliga a que todos los productos especifiquen los datos del distribuidor y el fabricante para asegurarse que alguien va a responder por el producto. Además, deben llevar el marcaje de la CE. Sin embargo, insiste la Asociación de Fabricantes, dicho control será imposible mientras existan plataformas que no se hagan responsables de lo que venden.

El del fraude juguetero es un problema especialmente acuciante porque afecta a un sector que año a año pierde facturación por culpa de la caída de la natalidad. A pesar de todo la patronal es optimista con respecto a la campaña de 2024, que en este sector podría decirse que empieza ahora, a pocas fechas de la Navidad. De hecho, desde la Asociación estiman que en 2024 la estacionalidad será mucho mayor y el 60% de la facturación se concentrará en las últimas semanas del año (un 30%); solamente la semana de Reyes superará el 11% de la facturación anual de la campaña.

Según los datos que manejan los industriales, hay dos motores que harán posible que 2024 mantenga la facturación de 2023 (ese año la industria cerró con un ligero aumento del 0,35%). Uno de los principales 'drivers' del mercado, ha explicado Salmón, serán los kidults, que cubren los destinatarios de +13 años, adolescentes y adultos. El mercado de kidults representa actualmente el 29% del total, creciendo en su conjunto +3%, impulsado, sobre todo, por el segmento +18 años. Otro motor del mercado es el segmento licenciado, ligado a personajes de series de televisión, películas, videojuegos o manga/cómics que representa el 33,6% del total mercado, con un crecimiento de +3,4% en valor.

En un comunicado esta tarde, la compañía Shein ha querido salir al paso de las acusaciones sobre la supuesta venta de productos que no cumplen las normas de seguridad de la UE, asegurando que los proveedores y vendedores con los que trabajan deben cumplir con el código de conducta establecido en los acuerdos y políticas de la empresa y adherirse a las leyes y regulaciones aplicables en los países donde opera la plataforma.

Además, añaden, en toda Europa los vendedores de juguetes de Shein Marketplace están obligados a presentar certificados e informes de pruebas de contenido de ftalatos (un químico tóxico en ciertas cantidades) según el reglamento comunitario.

Sin perjuicio de que sea cierto que la empresa cumple con la legislación europea, el caso es que las quejas de la patronal apuntan a una laguna legal en la propia legislación, que aseguran que permite que las plataformas no tengan que hacerse responsables de la seguridad de los productos que ofrecen. Es decir, que si el vendedor está fuera de la UE no se le puede obligar a responder por el producto o por los daños que pueda causar.