Con permiso
Que no, que la economía no va como una moto
Un repaso objetivo y al margen del populismo económico muestra cómo la acción del Gobierno entre 2019 y el cierre de 2022 sitúa a España lejos de ese relato entusiasta de la ministra Calviño. No es que no haya habido milagro económico, sino que el milagro es llegar a final de mes. Eso sí, en deuda pública el sanchismo sí que sabe. Unos fenómenos en vender motos
Calviño aprovecha la reunión con la banca y el gobernador para hablar sobre la remuneración de depósitos
![La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/economia/2023/07/01/1468386633-RqgztBxyEz7te9KG9eavspL-1200x840@abc.jpg)
El Gobierno se ha echado al monte y de un tiempo a esta parte es imposible no toparse con la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, repitiendo la cantinela de que España va bien y que la economía va como una moto. Convencidos por los conocidos ... como los 'Migueles' -Barroso y Contreras- de que una trola repetida mil veces se convierte en una medio verdad, unos y otros van soltando alegremente la fábula hasta el punto, ya ven, de que la propia presidenta del Congreso se la ha tragado. Para Meritxell Batet las familias van sobradas y aquí nadie pasa dificultades. Y lo dice con un sueldo que supera los 200.000 euros y una cara dura a prueba de Leopards de su compañera Margarita Robles.
Una lectura pausada de los principales indicadores entre 2019 y los que están disponibles al cierre de 2022 revelan cómo no es que la economía española no vaya como una moto, que no va, sino que nos están vendiendo una moto. Veamos.
El crecimiento medio en precios corrientes experimentado por el PIB de España sitúa a nuestro país como el segundo peor de los 27 de la UE: la economía creció un 6,6%, 4,6 puntos por debajo del anotado por la eurozona y solo por encima del 6,3% de Italia. Ya me dirán ustedes si esto es ir como una moto.
De ahí pasamos al PIB per cápita, indicador que mide el nivel de riqueza y bienestar de los habitantes de cualquier pais. Entre 2019 y el cierre de 2022 no solo no creció en términos nominales, sino que se contrajo un 2,6%. La economía española solo se comportó mejor que la de Islandia. En Alemania y Francia el PIB per cápita solo cayó un 0,2%, respectivamente. ¿Ven ustedes alguna moto por aquí? Sigamos.
España es el cuarto país de la UE con mayor porcentaje de personas en riesgo de pobreza y exclusión social, con el 26% de los españoles. Únicamente nos supera en esta tabla Rumanía, con el 34%, y Bulgaria, con el 32%.
Y de moto a moto llegamos a la tasa de paro: España no solo no había reducido sino aumentado su diferencial negativo respecto a 2029: 6,3 puntos cuando Pedro Sánchez cumplía su primer año al frente del Ejecutivo en 2019 frente a 7,4 al final de 2022. España también cayó con respecto a la eurozona: 6,5 puntos de brecha entre el desempleo español frente al de la media de ese área en 2022 frente a 6,4% en 2019. Vamos, que la convergencia con Europa no parece muy encaminada. ¿Escuchan ustedes la moto ya?
La tasa de paro juvenil se mantiene en niveles récord y el diferencial negativo también ha crecido: 16,2 en 2019 y 17,2 en 2022 con relación a la UE. España es líder en niveles de desempleo de los menores de 25 años, arrebatando el liderazgo a Grecia. En este punto, el rugido de la moto se hace ya insoportable.
En lo que sí hay que reconocerle el esfuerzo al Gobierno es en el apartado de la presión fiscal, que ha crecido por encima del resto de países europeos. Entre aumento de los impuestos vigentes y nuevas figuras tributarias, España ha subido los impuestos diez veces más que en la media de la UE. Quizás es aquí donde Calviño ve que vamos como una moto, ¡y de carreras!
Para completar el trazado no hay que olvidarse del gasto público: entre 2019 y 2022, España ha experimentado el mayor aumento del gasto público en Europa, cinco puntos por encima de la media europea de los 27; 4,4 puntos más que los países de la eurozona-20, y 4,3 puntos más que los de la eurozona-19. La moto ya coge más soltura.
Y para rematar, la ratio deuda pública/PIB de España cierra el periodo de análisis como la de mayor aumento en toda Europa: 5,2 puntos sobre el incremento medio en la UE-27 y 4 puntos en relación a la zona euro. Vamos, una moto como un piano.
Vale que hayamos aceptado sanchismo como acto de desparpajo, y mentira como cambio repentino de posición política, pero lo de tragar con eso de que España va como una moto son ya palabras mayores. Quizás se refiera Calviño a sus compadres de la PSOE S.A., sus colegas de la izquierda caviar que se debe de encontrar a diario en ese supermercado de luz y de color donde hace la compra con precios cada día más baratos, y donde creen que todos los españolitos van en coche oficial, con salarios de seis dígitos y, sobre todo, que comulgamos con las ruedas de molino que fabrican en la factoría de ficción informativa de unos millonarios comunistas para los que Cuba, Venezuela, Colombia o Brasil son solo destinos donde ir a pasar el invierno electoral que se les avecina.
Tampoco parece que el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, tenga muy difícil montar un argumentario para bajar de la moto al sanchismo, porque no es que no haya habido milagro económico, sino que el milagro es llegar a final de mes. Eso sí, en deuda pública el sanchismo sí que sabe. Unos fenómenos en vender motos.
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