Sánchez no regala peones
Nadie puede exigir a un gobierno que nombre a enemigos para los cargos institucionales que es necesario proveer. Pero tampoco es necesario utilizar con constancia franciscana siempre a personas carentes de la mínima 'apariencia' de independencia
El Gobierno nombrará al ministro Escrivá nuevo gobernador del Banco de España

¿Por qué razón no se ha hecho público todavía el nombre de la persona que ocupará el cargo de gobernador del Banco de España? Ni idea. Son muchos los que creen que se ha tratado de agotar los plazos para ver si fructificaban ... las conversaciones con el PP para nombrar al dúo (gobernador y sub-gobernador) que mandará en el regulador. Puede ser, por más Sánchez ha dado sobradas pruebas de lo poco que le gustan los frutos de dichos acuerdos. La costumbre indica que al primero/a lo elige el gobierno en ejercicio y al segundo/a el principal partido de la oposición. Es bien sabido que el candidato socialista es el actual ministro de transformación digital José Luis Escrivá, que no es aceptado por el PP. ¿Por qué se opone éste a una persona que cuenta, en opinión general, con el bagaje profesional suficiente para el cargo. Pues porque en este caso no se trata de un problema de capacidad personal sino que la decisión supone un escalón más en la larguísima escalera de acopio de cargos que deberían ser independientes y que el gobierno de Sánchez ha convertido en un apeadero de próximos.
Nadie puede exigir a un gobierno en ejercicio que nombre a enemigos para los cargos institucionales que es necesario proveer. Pero tampoco es necesario utilizar con constancia franciscana siempre a personas carentes de la mínima 'apariencia' de independencia. La lista es ya interminable y va desde el Tribunal Constitucional a la Agencia EFE, pasando por el Fiscalía, RTVE, el CIS, el CNI…
Escrivá pasa por ser un buen técnico, como atestigua su currículum y su capacidad goza de merecida fama, por más que sus últimas decisiones en materia de pensiones la hayan debilitado al resultar un sonoro fracaso pues no han conseguido reforzar su maltrecha solidez pero sí enervar a sus aliados más sólidos. ¿Tiene alguien otra explicación su salida del Ministerio de la Seguridad Social y su adscripción a esa cosa de nombre tan importante y definición tan opaca como es la transformación digital. Esa salida sonó en su día como el principio de su caída en desgracia y su alejamiento del centro del poder. No creo que a Sánchez le quite el sueño el Banco de España, una vez desaparecido, al vencer el plazo, Hernández de Cos y sus prestigiosos informes que le zaherían constantemente. Le manda ahora allí a Escrivá para que no moleste y se entretenga fuera de la Moncloa.
Pues es una pena. No solo es un desencuentro más, es la mancha de parcialidad que caerá sobre un organismo fundamental, que actúa como observatorio de la actualidad económica y faro de nuestro futuro. Sanchez no regala peones. Los necesita a todos para mantenerse en el alambre.
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