¿Es compatible?

¿Quién calcula el coste de esos regalos? Nadie. ¿Quien se preocupa del futuro del dinero público? Nadie. No solo, la parte del futuro que se encuentra en cualquier lugar más allá de las próximas elecciones, no existe, así que a nadie preocupa. Ni siquiera le preocupa al propio gobierno que acaba de firmar un acuerdo en Bruselas al comprometerse a seguir una senda 'elástica' de moderación del déficit y de reducción de la deuda pública. ¿Es compatible ese compromiso con las promesas de ayudas, es decir de gastos que se van a acordar hoy? Nadie lo sabe y a nadie le importa. ¿Se va a oponer usted a que los precios del gas y de la electricidad sean menores? ¿Va a criticar usted las rebajas del IVA de los productos que llenan la cesta de la compra o quejarse de las audas al transprote? Claro que no.

Esa actitud es propia de mentes austeras con el presente y respetuosas con el futuro. En definitiva de mentes que van en contra del progreso, en contra del sigo no de los tiempos. Propia de timoratos desaprensivos y de retrógados recalcitrantes. Así que ni se le ocurra criticarlas. Acéptelas y si le toca algo en el reaprto, pues enhorabuena. No olvide que se lo debe a la inacabable generodidad de nuestro presidente que vela por nuestras cuitas. El tema es que, mientras que el PIB ha crecido poco más del 3% desde aquel lejano año de 2.008. los gastos sociales han aumentado en más del 17%.

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Y eso, ¿qué quiere decir? Pues únicamente que vivimos por encima de nuestras posibilidades y que gastamos mucho más de lo que ingresamos? Y, como diría Patxi López, ¿A usted que más le da'. Mientras que el BCE ha comprado nuestra deuda, sin medida y como una buena madre y mentras los mercados financieros no nos obliguen a disparar la prima de riesgo, ahora que cogen el testigo de las compras, es decir, mientras coloquemos las emisiones sin grandes sufrimientos... Allá el siguiente. Todo consiste en pasar el roto a la siguiente generación, ¿Tendrá ella a quién endosárselo después? Bueno, es su problema. Desde luego yo, no lo veré. ¡Que tengan suerte! Eso sí.